El Gobierno y el Estado Mayor Central de las Farc-EP informaron que la mesa de negociación se instalará oficialmente el domingo 8 de octubre en Tibú, Catatumbo. Se proyecta un ambicioso cese al fuego de diez meses
Redacción Paz
Las delegaciones de paz del Gobierno nacional y del Estado Mayor Central de las Farc-EP han informado en comunicado conjunto que la mesa de negociación se instalará oficialmente el domingo 8 de octubre en la región del Catatumbo, específicamente en Tibú, Norte de Santander.
El anuncio se hizo en Suárez, Cauca, como conclusión de la segunda reunión entre las dos delegaciones que fue del 17 al 19 de septiembre. En ella también se conoció que el mismo 8 de octubre entrará en vigencia el Cese al Fuego Bilateral Temporal de carácter Nacional y Territorial hasta el 8 de agosto de 2024. Es decir, un acuerdo de no hostilidades por diez meses, el más largo alcanzado con actores armados en el periodo reciente.
Con el decreto de cese al fuego también se instalará el punto nacional del Mecanismo de Monitoreo de Veeduría, Monitoreo y Verificación, que tendrá también sitios regionales y locales.
De igual forma, en Tibú las delegaciones firmaran el Acuerdo para el Respeto a la Población Civil, que propugna por el respeto a la vida, los derechos y las libertades de la población civil. Con similitud al proceso de paz que se adelanta con el Ejército de Liberación Nacional, ELN, se mantienen las misiones humanitarias en los territorios más golpeados por el conflicto y una comisión especial que atenderá la situación de los integrantes del EMC-Farc que en la actualidad se encuentran privados de la libertad.
La voluntad de paz
El autodenominado Estado Mayor Central de las Farc-EP es un actor armado comandado por Néstor Gregorio Vera, identificado por la inteligencia militar y por los medios de comunicación como Iván Mordisco. A su mando se encuentran más de 3.000 personas alzadas en armas.
Una de las características principales del EMC-Farc es que no reconoce el Acuerdo de Paz firmado en 2016 entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc-EP. En el último periodo, luego de un cese bilateral frustrado entre el Gobierno nacional y EMC-Farc, esta guerrilla ha intensificado sus acciones armadas en el suroccidente del país, especialmente en Nariño y Cauca.
De hecho, el miércoles 20 de septiembre, el frente Jaime Martínez del EMC-Farc detonó un carro bomba dirigido contra la estación de la policía en Timba, Cauca. El ataque dejó dos personas muertas y otras dos heridas. Esta acción abre la discusión sobre la verdadera voluntad de paz del actor armado, por tratarse de todo menos de un gesto de paz en el marco de la instalación de la mesa el 8 de octubre.
También, la oficina del Alto Comisionado para la Paz ha exhortado al EMC-Farc y Segunda Marquetalia-Farc, las dos disidencias más importantes en el país, a respetar el Derecho Internacional Humanitario en el Putumayo, territorio que se encuentra actualmente en disputa por parte de las dos estructuras armadas.
Este tipo de acciones dejan en evidencia lo difícil que será el proceso de paz con el EMC. Sin embargo, el Gobierno nacional avanza con su política de Paz Total que tiene el objetivo de cerrar todas las violencias en el país, poner fin al conflicto social y armado, y construir la paz con justicia social y ambiental en los territorios olvidados del país.