La convulsa situación en Medio Oriente y África y el incremento de las bases militares extranjeras en Latinoamérica fueron analizados en Lisboa durante la reunión anual del secretariado del Consejo Mundial por la Paz (CMP).
Al encuentro en la capital portuguesa, que contó con la presencia de Socorro Gomes y Thanassis Pafilis, presidenta y secretario general del CMP, respectivamente, asistieron organizaciones de los cinco continentes que examinaron los principales problemas que amenazan a la humanidad.
Fuentes cercanas a la reunión precisaron que los debates versaron en torno a la situación en Siria, Palestina, Malí y la llamada primavera árabe, así como sobre la posibilidad de nuevos estallidos sociales en el Levante.
Respecto a la región América-Caribe, el presidente del Movimiento Cubano por la Paz, Silvio Platero, señaló que los mayores peligros están relacionados con el paulatino aumento de nuevos enclaves militares.
Platero denunció que en esa zona geográfica se concentran 76 de esas posiciones, las cuales actúan en plena conexión con la renovada Cuarta Flota de Estados Unidos, presente de manera provocadora en los mares de dicho continente.
Las conversaciones de paz entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo, que tienen lugar en La Habana, y los positivos resultados alcanzados hasta ahora, fueron también destacados por los participantes en este encuentro.
En el informe resumen de la cita se reflejó, además, el justo reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas, la solidaridad con el proceso bolivariano en Venezuela y el reconocimiento a los resultados de las elecciones que dieron el triunfo al presidente Nicolás Maduro.
Por último fueron presentadas declaraciones de apoyo a la causa de los antiterroristas cubanos injustamente encarcelados en Estados Unidos desde hace 15 años y en demanda del levantamiento del bloqueo norteamericano impuesto a la isla caribeña.
El Consejo Mundial por la Paz, integrado por unas 140 organizaciones de más de 80 países, exigió el cierre de la prisión de Guantánamo y la devolución a Cuba de ese territorio ilegalmente ocupado por Washington.
