Un adiós para Sixto Rodríguez (1942- 2023)

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Una voz y muchas letras de un hombre que nunca estuvo… pero sigue sonando

Juan Guillermo Ramírez

Esta historia es delirante, fantasiosa. Y se inicia o termina en 2006, cuando un director de cine sueco, Malik Bendjelloul (de origen argelino), viajó a Sudáfrica en busca de inspiración para su primera película y acabó charlando en una tienda de discos de Ciudad del Cabo con su propietario, un discópata llamado Stephen Segerman, alias “Sugar”, quien le aclaró el origen de su dulce apodo.

De esa conversación surgió Searching for Sugar Man, un documental que ganó los Premios del Jurado y del Público en el Festival de Sundance de 2012 y el Premio Gemas del Festival de Cine de Cartagena de 2013. Pero la curvatura del tiempo nos llevaría en sentido inverso hasta 1925, cuando una familia de inmigrantes mexicanos llegó a Detroit, una de las ciudades pujantes del mecanizado sueño americano. Allí nació Sixto –llamado así por ser el sexto vástago de la familia Rodríguez–, cuya infancia transcurrió entre la miseria y la violencia de los arrabales de la gran ciudad, con el rápido abandono de los estudios para perpetuar el oscuro destino de bracero industrial de su padre. Ya entrados los sesenta, sus inquietudes corrían paralelas a los vientos de lucha y libertad en los Estados Unidos de entonces (Martin Luther King y César Chávez luchaban por los derechos civiles de las minorías negra y latina). En sus ratos libres, armado de una guitarra y un puñado de composiciones que hablaban desde la pobreza, la violencia, la injusticia y las drogas del gueto, Rodríguez deambulaba por los garitos de Detroit, en una atmósfera que rezumaba activismo político, antimilitarismo y oposición a la guerra de Vietnam, sexualidad liberada y experimentación con las drogas.

El documental Searching for Sugar Man de Malik Bendjelloul se ha convertido en uno de los productos audiovisuales más aclamados del 2013, y en uno de los documentales musicales más reconocidos en los últimos años, alcanzando una difusión para el gran público que parecía exclusiva de los recientes trabajos de Martin Scorsese sobre Bob Dylan o George Harrison. A partir del análisis de la estructura de la narración de la película y de la dosificación de la información que maneja el director, se pondrá en valor la propuesta que diferencia este documental musical de otros estudios clásicos de la música reciente. A través de la revisión documental, del análisis comparativo del discurso y de los recursos narrativos utilizados, se diferencia esta obra del estándar habitual gracias a tres pilares fundamentales para su aceptación entre crítica y público: la presencia de un autor maldito, la recompensa final e inesperada para con su obra, y el formato de investigación sobre su trayectoria.

Searching for Sugar Man, supone uno de los mayores éxitos de crítica y público del género ‘rockumentary’ de los últimos años. Este género es definido por Matt Stahl como una forma de documental que se centra en la experiencia subjetiva de una obra particular dentro y fuera de las industrias culturales capitalistas contemporáneas. En Searching for Sugarman el melómano, no conoce la obra de Sixto Rodríguez, ni siquiera la existencia del mismo. La propuesta documental puede considerarse, en lo que respecta a la estructura narrativa y al tratamiento de la búsqueda de Sixto Rodríguez, más cercana a los postulados del cine negro. Este factor, junto con el indudable interés musical e histórico de la figura de Rodríguez y su inverosímil travesía hacia la fama con el reconocimiento público final (propio, en palabras del director, de un arco de resurrección, o de un cuento de hadas), ha hecho de Searching for Sugar Man un rara avis en el mercado del rockumentary contemporáneo, y una pieza de gran atractivo para el público. Bendjelloul escoge para su trabajo la modalidad interactiva, siguiendo la categorización de Nichols, en el que el documental hace hincapié en las imágenes de testimonio o intercambio verbal y en las imágenes de demostración, imágenes que demuestran la validez, o quizá lo discutible, de lo que afirman los testigos, y con un tipo de trama arquetípica que lo enmarcaría en la Tragedia, con la característica de una caída del protagonista y conmoción del mundo en el que habita. El acierto de Bendjelloul se establece al comenzar con unos personajes que desde el inicio dan por hecha la caída del protagonista y que, sin embargo, a lo largo del documental se definen en la búsqueda e investigación de su rastro en Sudáfrica y USA.

Searching for Sugarman describe la investigación de los sudafricanos Stephen Segerman y Craig Bartholomew para descubrir la realidad del mito Sixto Rodríguez, héroe musical de la Sudáfrica de los años setenta del que no se tenía ningún testimonio real. El documental se organiza en dos partes diferenciadas: Una primera pieza desarrollada en los primeros 49 minutos y en la que se relata la figura de un músico, Sixto Rodríguez, que aparece como el objeto de una investigación para descifrar una leyenda, un mito del que apenas se tienen datos reales más allá de dos discos, ‘Cold Fact’ (1970) y ‘Coming from Reality’ (1971), que no tuvieron repercusión en USA y que fueron la banda sonora de los movimientos sociales que surgieron en la Sudáfrica del Apartheid de los años 70. La segunda pieza de los siguientes 38 minutos, se narra la reaparición del autor de estos discos, y la gira de reconocimiento que realiza en Sudáfrica en 1998, un tardío reconocimiento a un músico que había ignorado su fama durante más de veinte años.

En Searching for Sugar Man el proceso de investigación comienza con la presentación de dos escenarios principales, Ciudad del Cabo y Detroit. La primera fue la ciudad donde Rodríguez tuvo repercusión pública y en la que se convirtió en un héroe desconocido. La segunda, su ciudad de origen, su hogar, el lugar donde se convirtió en leyenda. A través de los testimonios de Dennis Coffey y Mike Theodore, sus primeros productores, y de distintos personajes que coincidieron con él, o llegaron a conocer sus discos, se nos dibuja un personaje arquetípico: músico maldito, personaje esquivo entre brumas, y poeta callejero maldito de Detroit, ciudad donde nadie sabía muy bien dónde vivía, ni a qué se dedicaba. Para presentar a esta figura enigmática al espectador, el director se sirve en los primeros minutos de varias de las características del género negro como el hecho de tener como escenario una ciudad americana, la recreación visual de ambientes nocturnos y oscuros, la presencia de coches circulando sobre calles y esquinas vacías, la presencia de la lluvia y las aceras mojadas como motivo recurrente y el uso del claroscuro y la presencia de sombras marcadas.

Searching for Sugar Man da un giro inesperado a partir del descubrimiento de la existencia de Sixto Rodríguez, derribando el mito de su suicidio y de lo esquivo de la fama y el reconocimiento para con su figura. El documental se transforma en una recompensa, un viaje por el reconocimiento público y la epifanía de un músico que estuvo cerca de no conocer su éxito en otro país, en otro continente, y del que el espectador no tendría noticia si no fuera por esta película. Bendjelloul narra lo que hizo Rodríguez para sobrevivir, presentando sus inquietudes políticas, su aceptación del no-éxito con naturalidad, sus creencias culturales, la historia de su familia, la educación de sus hijas y, por supuesto, la gira por Sudáfrica de 1998, que le devolvió la fama y el reconocimiento internacional. Momentos emotivos que nos permiten, como espectadores, asistir a la resurrección de Sixto Rodríguez como ser humano y músico relevante.

La trayectoria de Sixto Rodríguez, un músico al que se le ha privado de una continuidad artística habitual y que no ha podido, hasta el final de su vida, conocer, asimilar y evolucionar como autor ante la respuesta de su público: Los mejores artistas populares crean vínculos inmediatos entre personas que no tienen en común más que la respuesta a su trabajo, pero los mejores artistas populares jamás cesan de intentar comprender el impacto de su trabajo en el público. El contexto histórico del documental, la institución de la música de Rodríguez como bandera de una revolución social en Sudáfrica, convierten a esta obra en una pieza única rockumentary de los últimos años; debido a tres pilares fundamentales: la presencia de un autor maldito, la recompensa final e inesperada para el reconocimiento público de su obra y el formato de investigación que articula toda la historia narrativa de Malik Bendjelloul.

Link de Buscando a Sugar Man:

https://cinefiliamalversa.blogspot.com/2015/07/searching-for-sugar-man-2012-malik.html