Petro, la diferencia

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José Ramón Llanos

El empresariado y los políticos liberales y conservadores estaban convencidos de que solamente ellos tenían el derecho y la opción de gobernar a este país. Por tanto, la llegada al Gobierno de una alianza ajena a ellos, los ha dislocado mental y emocionalmente, por eso les ha aflorado lo más recóndito de la mendacidad y mezquindad humana.

Esas conductas y emociones negativas se han manifestado en las declaraciones de los empresarios y políticos y en los editoriales y en los textos de algunos columnistas de los medios tradicionales.

Los dueños de los medios cuando recobren la normalidad emocional y la sensatez, si son honestos, se avergonzarán de todo los que hasta ahora han escrito y que durante algunos meses más escribirán. En medio de esta marea de falsedades y mentiras Petro se mantiene sereno, y con la absoluta decisión de ejecutar el Programa del Pacto Histórico y las promesas que hiciera al pueblo a lo largo de su campaña.

Por eso las ofensas y ataques, como dice el pueblo, le resbalan. La razón es elemental, su respuesta a tantos ataques injustificados es con realizaciones. Él tiene en su mente la frase latina, hechos no palabras.

Un error posiblemente cometido por su hijo Nicolás y su hermano Juan Fernando que lo pueden llevar a ser investigados y juzgados por la justicia, ha servido para que el presidente muestre su talante de hombre honesto y siempre dispuesto a acatar la justicia. Así sean condenados su hijo o su hermano. Esta actitud es diferente a lo que suelen hacer los llamados hombres ilustres. Veamos frente a circunstancias parecidas cómo proceden destacados políticos y empresarios.

La prensa le da un tratamiento respetuoso, magnánimo a familias que tienen entre sus miembros sujetos que están siendo juzgados o han sido condenados.

Ejemplo, la familia política empresarial Char. Dos de los hijos de Fuad Char están implicados en investigaciones por supuestas violaciones a las leyes. Alex Char le fue anulada la visa americana, además tiene denuncias por compra de votos. A Arturo se le abrió investigación formal la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia y lo llamó a indagatoria por su posible participación en la compra de votos. Recuérdese que en este asunto ya fue condenada Aída Merlano.

Como un indicio de tener graves sospechas de estar implicado en lavado de activos o ser narcotraficante, a Fuad, el padre, le fue anulada la visa de Estados Unidos hace algunos años.

Situación similar es la de la familia Uribe Vélez. En la historia contemporánea de Colombia ningún otro presidente tuvo tantos ministros y otros funcionarios condenados por delitos cometidos en el ejercicio de funciones oficiales del mandato de Álvaro Uribe.

Su hermano está preso acusado de paramilitarismo, su primo Mario Uribe pagó condena por paramilitar. Y él también está siendo juzgado por la Fiscalía, después de que hizo la jugada de renunciar al Senado para eludir ser juzgado por la Corte-.

Estos hechos evidencian que el presidente Gustavo Petro merece reconocimientos elogiosos por exigir a la Fiscalía investigar a su hijo Nicolás, ante las denuncias de su exesposa. Las mezquinas y mendaces críticas de la clase gobernante hablan de su miopía que le impiden reconocer en Petro al presidente diferente que inaugura la democracia en Colombia. ¡Bienvenida la sepultura de la exclusión y la apología de los delincuentes de cuello blanco!