José Ramón Llanos H.
Esta columna se refiere a la ministra de Cultura Patricia Ariza- que ya el pueblo la bautizó Patricia Paz -e infortunadamente, y es la mácula de este texto, tenemos que mencionar Salud Hernández, que sus conocidas porque nadie permite que la llamen amiga de esa apátrida, la apodan Salud Siniestra. Más adelante explicaremos por qué ese apodo.
Tan pronto se conoció el nombramiento de Patricia Ariza en calidad de ministra de Cultura, los intelectuales y los políticos progresista y los medios destacaron dos momentos estelares de la historia reciente de la cultura nacional. El primero la presentación del Proyecto de ley para crear ese ministerio y la gestión para que se aprobara, labor del comunista Manuel Cepeda. El segundo momento estelar el nombramiento de Patricia Ariza en ese ministerio.
Patricia es una mujer que ha protagonizado una verdadera gesta en el quehacer artístico nacional y continental. Los galardones recibidos de América Latina y de entidades como la ONU, así lo reconocen. Es poeta de alto estro, actriz, dramaturga y directora de teatro. Sembradora de paz y cofundadora del Teatro La Candelaria.
Es militante destacada de las mujeres que luchan contra la discriminación la cultura patriarcal y por la equiparación de derechos con el hombre. En su condición de militante de la Unión Patriótica se convirtió en gestora de paz y en diseminadora del teatro colombiano por todo el ámbito nacional. Fue tan efectiva esta labor que los enemigos de la paz la amenazaron de muerte e hicieron todo lo posible para ejecutar esas amenazas. Pero su valentía y la solidaridad nacional e internacional la pusieron a salvo.
Patricia es una verdadera coleccionista de honores medallas y premios. Entre los muchos recibidos, la brevedad de esta columna solo permite mencionar algunos. Recibió el premio Príncipe Claus de Holanda “por sus aportes a la cultura universal y su compromiso artístico con la búsqueda de la paz para la nación colombiana”. Obtuvo el premio GLOU del encuentro de Mujeres de Cádiz y el premio Gilder Coigner de la Asociación de Dramaturgas y Gestoras de Estados Unidos, Recibió la condecoración la Orden del Congreso en reconocimiento a “toda una vida dedicada a la cultura”.
Patricia es doctora Honoris Causa del Instituto Superior de Arte de Cuba. Ha sido jurado del premio Casa de las Américas.
Aunque es de relevante importancia para la paz del universo como dice una de las justificaciones de uno de sus premios, lo más benéfico para indígenas, afrodescendientes y mestizos que son creadores de la cultura en todos los rincones del país, sin el debido reconocimiento es que Patricia Ariza pondrá los recursos y apoyo desde el ministerio de Cultura a todos esos artistas hasta ahora excluidos. Ella desde este ministerio demostrará que, si era posible una Colombia distinta.
¿Y quién es Salud siniestro? Es una apátrida sus connacionales españoles no la reconocen como patriota. Ella no ha resistido sus rechazos en España e infortunadamente para Colombia recaló en nuestro país con toda su carga de ira y violencia. Algunas de sus conocidas dicen que es más destructora que un temblor de tierra grado 10. Los ataques de Salud Siniestra contra Patricia la dejan como una vulgar calumniadora. Y Patricia permanece en el elevado pedestal construido por el país y el mundo como reconocimiento a su infatigable labor de constructora de cultura y paz.