José Ramón Llanos
La opinión pública creía que ya Álvaro Uribe Vélez había agotado el acumulado de mentiras que lo ha acompañado toda su vida. Pero no. Ni agotó su acumulado de falsedades, ni tampoco su talante de mentiroso redomado. Uribe desprecia la inteligencia del pueblo colombiano y sobredimensiona su capacidad de manipular y mentir.
En casi en todos los medios dice que demandará a Mancuso ante las autoridades judiciales norteamericanas. Él sabe que ni puede, ni debe, ni le conviene esa denuncia. Las razones son obvias: ha utilizado su poder político y económico para intentar comprar jueces, fabricar testimonios falsos, manipular a la opinión y pagar abogados deshonestos, como el reo Cadena que intentó que la justicia condenara injustamente al senador Iván Cepeda.
Pero, como la mentira perece y la verdad permanece, su entramado de embustes que utilizó para tratar de que condenaran al senador Cepeda, resultó inútil. Precisamente, todas estas trampas ya convirtieron durante un tiempo corto en su residencia en cárcel, y ahora –en breve tiempo– será condenado por la juez que sucedió a la Corte Suprema de Justicia. A esta togada le fue remitido su caso porque renunció a su senaduría para impedir que el alto tribunal lo condenara.
¿Por qué engaña una vez más al pueblo colombiano con las mentiras de que demandará a Mancuso ante el sistema judicial norteamericano? La razón es sencilla. Él trata de restarle impacto a las denuncias hechas por Mancuso, entre otras acusaciones, que el paramilitarismo financió las campañas de Álvaro Uribe. Además, los paramilitares, mediante amenazas, obligaron a los campesinos a votar por el expresidente antioqueño.
Ya que Mancuso afirmó que las Fuerzas Armadas fueron cómplices de sus actividades, esto significa que el aparato militar también, en clara violación de la Constitución, participó en la elección de Álvaro Uribe y Andrés Pastrana.
Las razones por las cuales Álvaro Uribe no puede ni le conviene denunciar a Mancuso ante la justicia estadounidense, es porque allí el paramilitar dijo toda la verdad de sus actividades delictivas y, seguramente, confesó sus múltiples enredos con el exsenador. Mancuso era consciente de que cualquier información falsa ante la justicia gringa lo exponía a una larga condena, incluso de varias cadenas perpetuas. Ya la justicia americana conoce desaguisados que ha olvidado el expresidente.
Por estas razones, Uribe sabe que corre riesgos si demanda a Mancuso ante los jueces estadounidense. Entonces, ¿Por qué hizo esas declaraciones a los medios nacionales? Porque las denuncias de Mancuso impresionaron tanto a los colombianos que Uribe, con esas supuestas denuncias, trata de tender una cortina de humo para minimizar los efectos negativos sobre su ya menguado prestigio.
El reo Uribe es consciente que su cortina de humo extendida, con el infundio de la demanda mencionada, se esfumó rápidamente, ahora inventa una consulta para detener las reformas que eliminarían todo el entramado legal que le permitió escamotear la mesada 14 a los pensionados, el 25 por ciento de la remuneración de los dominicales y las cuatro horas de recargo nocturno a trabajadores, hombres y mujeres. Además, tiene el objetivo de minimizar el desprestigio que las denuncias de Mancuso le causan.
Saeta ¿Cuándo la Fiscalía llamará a declarar a quienes señalaron al camarada Carlos Lozano para ser asesinado? ¿Investigarán la bomba puesta frente al semanario VOZ? ¿Cuándo serán requeridos los gerentes de las empresas denunciadas por Mancuso? ¿Qué hace Barbosa? Simulando investigaciones con sus ataques al presidente.