Unidad contra el fascismo y las extremas derechas

0
89

Jefferson Corredor

Los fascismos son un fenómeno histórico estrechamente vinculado al período de entreguerras, que alcanzó su apogeo en las décadas de 1930 y 1940, con los regímenes de la Alemania nazi y la Italia fascista. Estos representaban diferentes proyectos de “regeneración” de su naciones y, entre sus elementos constitutivos, no solo tenían el nacionalismo exacerbado, sino también la práctica de una violencia política genocida contra el comunismo y la libertad de expresión.

Actualmente, en el mundo, se encuentra en auge la extrema derecha, que muestra diferencias con el fascismo clásico, ya que no reclama un nuevo orden político ni amenaza la existencia de las instituciones de la democracia liberal-burguesa. Este tipo de nuevos partidos, también denominados nacional-populistas, tales como el Frente Nacional de Marine Le Pen en Francia, Vox de Santiago Abascal en España o la Liga de Matteo Salvini en Italia, no buscan establecer partidos únicos ni regímenes totalitarios como sus antecesores del siglo XX.

En el caso latinoamericano, las extremas derechas tienen sus expresiones, como se observó en el pasado, en Brasil con Jair Bolsonaro y, actualmente, en Argentina con Javier Milei y en El Salvador con Nayib Bukele. Todos ellos han utilizado estrategias mediáticas cuestionables para promover sus agendas de políticas neoliberales y vulnerar los derechos humanos. En Colombia, algunos periodistas alineados con estas ideologías habrían utilizado presuntamente la información obtenida a través del software Pegasus para aumentar la polarización, el miedo y la desinformación en el país.

Es importante mencionar que esta nueva extrema derecha colombiana proviene de una élite surgida de sectores terratenientes ligados al paramilitarismo y al narcotráfico, que en los últimos meses ha estado ejecutando un golpe blando, mediante el uso del lawfare (guerra legal) en contra de Gustavo Petro, su familia, su gobierno y las reformas sociales. El objetivo principal es crear en Colombia un clima de inestabilidad política que incluso podría llegar a un magnicidio.

Aunque los medios de comunicación hegemónicos son testigos de lo que ocurre, sus narrativas mediáticas pretenden mostrar a Petro como un dictador, mientras que al mismo tiempo presentan a la extrema derecha como los defensores y salvadores de la democracia.

Si bien estas nuevas extremas derechas difieren del fascismo clásico, esto no significa que no puedan consolidar su proyecto de democracia a mediano plazo. Por ello, los movimientos sociales y políticos deben articular una agenda de movilización internacional, que puede estar enmarcada en la recién creada Internacional Antifascista, Anticolonialista y Antimperialista, que surge como una respuesta necesaria ante este panorama y que frene el avance de estas fuerzas reaccionarias.

Todo lo anterior representa la cristalización de la lucha de clases. Las élites que respaldan estas extremas derechas buscan mantener sus privilegios y, por ello, el Partido Comunista Colombiano estará en la defensa, a través de la movilización, de los avances del Gobierno del Cambio.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí