Óscar González Arana
Positivos resultados de la competencia democrática son malas noticias para la oposición en su desesperada aspiración de recuperar el poder ejecutivo. Esas noticias son buenas para el país. La economía sigue en proceso de reactivación.
Es evidentes. La inflación sigue su permanente ritmo a la baja, llegando a 0% en el pasado mes de agosto, cuando casi todos los analistas especializados la calculaban alrededor del 5%. El crecimiento del PIB sigue generando expectativas favorables y en el mes de julio llegó a un sorprendente 3,68%, tendencia positiva reconocida por organismos internacionales, entre ellos el Banco Mundial que ha pronosticado para el 2025 un crecimiento del PIB del 3,2%, superior a los de la Unión Europea y EE. UU.
El sector agropecuario de Colombia experimentó un notable crecimiento del 7,5% en julio de 2024 en comparación con el mismo mes del año anterior. La reanimación del campo y la ostensible baja en los precios de los alimentos, ha permitido un mayor acceso a la comida en los sectores más desfavorecidos.
La pobreza sigue disminuyendo, 1.600.000 colombianos salieron de ella el año pasado y la pobreza monetaria cayó del 33.8% al 30.6%, como en las zonas rurales, con una reducción del 45.9% al 41.2%, destacando un avance considerable en áreas que históricamente han sido más vulnerables. El salario real de los trabajadores se ha fortalecido.
El dólar sigue su tendencia revaluacionista de los $4.100, muy lejos de los catastróficos anuncios de la oposición. La recepción de remesas de colombianos en el exterior sumó más de US$6.628,50 millones de dólares, lo que representaría un incremento de 1,6%.
El desempleo sigue siendo controlado y continúa en un dígito, con perspectivas de disminuir ante la reanimación del sector de la construcción, como consecuencia de la continúa baja en las tasa de interés del crédito hipotecario.
Por la novedosa competencia en el sector bancario, todo indica que se viene una baja en la tasa de interés. Ya algunos bancos ofrecen tasas de interés del 13%EA, para las cuentas de ahorros. Hay una eficiente labor de la Superintendencia Financiera en relación con promover una baja en los costos bancarios, por la vía de estimular la competencia y flexibilización.
Y el marrasquino del coctel, es el hecho histórico, sin antecedentes, del pacto suscrito entre el presidente Gustavo Petro y el gremio bancario, para destinar 55 billones de pesos al crédito de fomento, Estos recursos animaran los mercados y generaran empleo.
Estos logros, muy a pesar de la más feroz oposición por parte de los gremios, las cortes, los medios de comunicación y las derechas, aliadas con sectores del centro político, son malas noticias para la oposición.
La competencia democrática es la vía para alcanzar mayores niveles de calidad de vida. Las elecciones del 2026 las ganará quien muestre mejores resultados en la búsqueda del bienestar y la felicidad de los colombianos.
* Ex Superintendente de Sociedades. Ex Contralor de Bogotá