Entre el condón y la salud sexual

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Manuel Antonio Velandia Mora

Uno de los problemas que nos encontramos al hablar de salud sexual es que fácilmente se relaciona la salud con la enfermedad y no con el bienestar y la calidad de vida, y, por otra parte, se vincula a la idea de que sexualidad es lo mismo que vida genital activa.

El día mundial del condón se conmemora el 13 de febrero y fue establecido por la Fundación para el Cuidado del Sida (AIDS Healthcare Foundation, AHF,) con el propósito de informar a la población sobre la importancia del uso del condón como método anticonceptivo, prevenir las ETS e incrementar su acceso. Desde 2010 se celebra el Día Mundial de la Salud Sexual, promovido por la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS); el 14 de febrero es el Día europeo de la Salud sexual.

La salud sexual es la experiencia del proceso permanente de consecución de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad, nos dice la Organización Mundial de la Salud OMS. La salud sexual se observa en las expresiones libres y responsables de las capacidades sexuales que propician un bienestar armonioso personal y social, enriqueciendo de esta manera la vida individual y social. No se trata simplemente de la ausencia de disfunción o enfermedad o de ambos. Para que la salud sexual se logre es necesario que los derechos sexuales de las personas se reconozcan y se garanticen.

El término “sexualidad”, según la OMS, se refiere a una dimensión fundamental del hecho de ser humano. Basada en el sexo, incluye el género, identidades de sexo, género, cuerpo, orientación sexual, deseo, erotismo, genitalidad, placer, afectividad, reproducción y No reproducción. Se experimenta o se expresa en forma de saberes, pensamientos, fantasías, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones.

La sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, experienciales, psicológicos, emocionales, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales. Si bien la sexualidad puede abarcar todos estos aspectos, no es necesario que se experimenten ni se expresen todos. En resumen, la sexualidad se practica y se expresa en todo lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos y no únicamente en la genitalidad.

Inicialmente el discurso de los derechos sexuales se centró en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Al colombiano Manuel Velandia, hombre marica y militante sexual-político, le inquietó que podía entenderse que los derechos sexuales no eran para los hombres y menos para quienes no tenían como fin la procreación; comprendió rápidamente la importancia de trabajar sobre los derechos de las minorías sexuales. Esto le permitió comprender los derechos sexuales como un derecho para todas las personas cualquiera que fuera su género, su cuerpo, orientación sexual y expresiones comportamentales sexuales.

El desarrollo teórico sobre los “Derechos Sexuales entendidos como Derechos Humanos” realizado por Velandia tiene su primera producción en 1991. Al respecto, en 1992, en la Fundación Apoyémonos se publicó un cartel y un artículo en la revista “Apoyémonos información en Sida”; Tolerancia y minorías sexuales fue la primera ponencia realizada por Velandia en el ámbito universitario sobre el tema se realizó en el Encuentro sobre Paz y Tolerancia. Sector de Pastoral de la Pontificia Universidad Javeriana, en octubre de 1995, Bogotá, Colombia, siendo el primer artículo publicado en Colombia y en el mundo sobre los derechos sexuales desde esa perspectiva más amplia. Apareció en la Revista Pastoral Xaveriana Volumen 3 Números ½, 1 editada por el Sector de pastoral, vicerrectora universitaria, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá en 1996.  En Valencia, España, en 1997, fue firmada por profesionales de la sexología de 60 países reunidos en el XIII Congreso Mundial de Sexología lo que supuso un hito al crear la posibilidad de extender por el mundo la idea de Velandia de que los Derechos Sexuales fueran comprendidos como Derechos Humanos.

Con posterioridad y como ponencia en Medellín en 1997, Velandia avanzó en el tema, siendo retomada su presentación como artículo denominado “Derechos de Human@s derechos sexuales”, publicado en la Revista Latinoamericana de Sexología por la Sociedad Colombiana de Sexología, en 1999, evidenciando que éstos eran:

Derecho 1.      Al reconocimiento y aceptación de sí mismo/a/e como hombre o como mujer y como seres sexuados;

Derecho 2.      A la Equidad de géneros;

Derecho 3.      Al fortalecimiento de la autoestima, la autovaloración y la autonomía para lograr la toma de decisiones adecuadas en torno a la sexualidad;

Derecho 4.      Al libre ejercicio de la orientación sexual;

Derecho 5.      A elegir las actividades que generan placer según sus preferencias;

Derecho 6.      Al ejercicio responsable de la función genital en su modo erótico y reproductivo (o más correctamente, diversificado);

Derecho 7.      A la educación sexual positiva;

Derecho 8.      A espacios de comunicación familiar para tratar el tema de la sexualidad;

Derecho 9.      A la intimidad personal, la vida privada y al buen nombre.

Posteriormente, Velandia (2004), propuso un nuevo derecho sexual, el de ser incluido en el lenguaje.

Del condón y su historia

Condón hecho en tripa de cordero, del año 1.200 (a.n.e.)

Aun cuando el condón inicialmente fue propuesto como un método anticonceptivo, con la epidemia del sida iniciada en 1993, se promulgó más intensamente su uso como profiláctico; sin embargo, cabe señalar que el más antiguo de estos adminículos apareció en la tumba del faraón egipcio Tutankamon, fue fabricado hace 3.500 años y está expuesto en el Museo del Cairo. Ya los egipcios lo fabricaban en lienzo desde el año 1000 antes de nuestra era. Fue descrito por primera vez en el siglo XVI como «una vaina para el pene confeccionada con lino y destinada a evitar la transmisión de la sífilis».

La leyenda del rey Minos (1200 a.n.e) hace referencia al empleo de vejigas natatorias del pescado o vejigas de cabra para retener el semen. La imagen que acompaña esta nota, presenta un condón fabricado en tripa de cordero propiedad de Manuel Velandia. El primero en denominarlo “profiláctico” fue el famoso médico italiano Gabbrielle Falloppio (1523-1562). Giacomo Casanova, conocido por sus conquistas amorosas en el siglo XVIII, menciona a menudo los condones en sus memorias.

A pesar de no ser un invento nuevo aun las personas sienten cierta vergüenza de hablar públicamente sobre el uso del preservativo. Incluso para algunas personas es un elemento que les separa de su pareja, pero si 0,52 milímetros o menos logran la separación entonces las personas tendrían que replantearse que es lo que realmente los une.

Los condones tienen la ventaja de retardar la eyaculación, apoyar la limpieza del cuerpo, protegernos de diferentes infecciones de transmisión sexual (profiláctico) y ser un método anticonceptivo. En Colombia los usuarios de las entidades de salud tienen el derecho a que las instituciones prestadoras de servicios de salud se los entreguen en la consulta médica.

Los condones de látex deben usarse con un lubricante con base de agua y nunca con vaselina o aceite mineral pues este tipo de productos dañan la estructura de látex y hace que se rompa fácilmente; por otra parte, que se debe tener cuidado al romper el empaque de no hacerlo con los dientes y evitar dañarlos con las uñas. Los condones son muy efectivos para la protección. Si las personas usuarias siguen las instrucciones y los utilizan cada vez que tengan relaciones genitales vaginales, anales u orales, hay muy probabilidades de quedar en embarazo o de adquirir una infección de transmisión sexual

Si los usas de la manera correcta cada vez que se tiene una relación genital, el preservativo tiene una efectividad del 98% para prevenir embarazos. Sin embargo, es frecuente que las personas sigan teniendo juegos eróticos con posterioridad a la eyaculación y que en el conducto uretral queden partículas de semen que fluyan posteriormente y generen una preñez, esto quiere decir que aproximadamente 13 de cada 100 personas que solamente usan condón como método anticonceptivo, quedarán embarazadas cada año.

Por esta misma razón las personas que tienen infecciones de transmisión sexual deberían tener un adecuado lavado de la zona genital con posterioridad al momento en que se quitan el condón, es importante que la limpieza se haga con un jabón líquido y no con un jabón sólido colocado directamente sobre la piel. Las personas no circuncidadas deben evitar que el prepucio quede recogido dentro del condón, este problema no lo manifiestan quienes han sido circuncidados.

En Colombia desde 1997 se fabrican condones en resina AT10 que tienen la propiedad de ser más sensibles, más resistentes, inoloros, no producir alergias y poseen índices de permeabilidad iguales o mejores que el látex. Cuentan con el aval de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de los Estados Unidos, en donde también recibieron el reconocimiento del Comisionado de Patentes y Marcas Comerciales de los Estados Unidos de América.