Salvar la República

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Heiner Gaitán (*)

Desde Miami el imputado por corrupción, Rodolfo Hernández, se entregó oficialmente al uribismo y a la extrema derecha latinoamericana. Hernández necesita los cinco millones de votos que obtuvo “Fico” para ganar la presidencia y desarrollar su caótica agenda de país y de ese mismo modo salvarse de la condena que la justicia investiga por el caso Vitalogic.

Desde el silencio de El Uberrimo se orienta a un sector fanático de la prensa colombiana a desplegar la guerra sucia contra Gustavo Petro, al chuzar y publicar horas de diálogos al interior de la campaña con el fin de presentarle a la opinión pública una narrativa cercana a actos irregulares que se pudieran cometer, algo que está alejado de la realidad. Horas y horas de conversaciones, ninguna ilegalidad aflora y menos sobre los mitos con los que han desinformado a la ciudadanía, especialmente la de bajos recursos de zonas rurales, a través de virales cadenas de WhatsApp para alentar el miedo al cambio.

Ataca ese sector amarillista y poderoso de la prensa y se aprovechan sectores retardatarios por dos motivos elementales: El primero es el repunte de Petro en las encuestas ante el estancamiento del imputado Rodolfo Hernández y segundo el miedo a las reformas que trae consigo un eventual gobierno progresista.

¿Cuándo entenderemos que hay sectores poderosos de este país temerosos con la llegada de una opción alternativa al poder? ¡Les tienen miedo a las reformas!

Tengamos presente que esos sectores siguen un libreto. Si ellos fracasan con la guerra sucia no van a temer en alterar la voluntad ciudadana el 19 de junio, convocar a la violencia y mucho menos descartan una opción desde la cúpula militar. El general Eduardo Enrique Zapateiro, en la víspera de la primera vuelta, ya rompió la neutralidad de las Fuerzas Militares y la campaña presidencial es tema de debate al interior de las filas.

El Establecimiento político y de los grandes poderes económicos han condenado a este país a la mayor tragedia humanitaria del hemisferio occidental; han permitido el despojo de la tierra y la dignidad de los más pobres de Colombia; han saqueado nuestra economía y nuestros recursos naturales. Rodolfo Hernández, en tanto empresario corrupto, defiende y se beneficia de ese orden de inequidades a partir de una caótica y vulgar propuesta de país. Incluso, en un eventual Gobierno suyo su proceso judicial será asumido por la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes. Es decir, ese proceso judicial es la garantía para el uribismo, César Gaviria y el gran empresariado neoliberal y mafioso para mantener el régimen de corrupción y privilegios.

Los demócratas de todas las vertientes debemos asumir que el voto por el programa de gobierno de Gustavo Petro y de Francia Márquez es un voto de confianza a la defensa de los valores progresistas y liberales de la Constitución del 91 que precisamente es rehén del fascismo uribista. Que el gobierno popular sea la trinchera del pueblo para sacar adelante las reformas democráticas que necesita el país.

Petro y Francia, en sus liderazgos confiamos para lograr el país digno que soñamos.

*Concejal de Soacha por la Colombia Humana-Unión Patriótica.