Revisemos los distritos

0
481

Raúl Pacheco Granados
@PachecoGranados

Recientemente se realizó en Santa Marta el foro Avances, limitaciones y retos de las localidades en los distritos del caribe, convocado por el Centro Comunitario La Magdalena, un espacio para dialogar, analizar y proponer sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan las localidades en los distritos del Caribe, específicamente Barranquilla, Santa Marta, y Riohacha. Una interesante discusión sobre descentralización en el primer gobierno de izquierda en Colombia y una reflexión necesaria de cara a las elecciones del próximo 29 de octubre.

La entidad fundamental del Estado colombiano son los municipios, los cuales gozan de autonomía política, fiscal y administrativa. Desde 1954 existe una categoría llamados distritos que tiene facultades especiales, entre ellas la posibilidad de mayores transferencias de la nación, tener autoridad ambiental propia para la zona urbana, dividir el territorio en localidades y crear en ellas un Fondo de Desarrollo Local.

Actualmente en Colombia existen 12 distritos: Barrancabermeja, Barranquilla, Buenaventura, Cartagena, Medellín, Mompox, Riohacha, Santa Marta, Turbo, Tumaco, Cali y Bogotá, lo cual exige medidas que impulsen las potencialidades de estos entes territoriales, al igual que un examen de su desarrollo desigual.

En el foro se evidenciaron ejemplos del funcionamiento disímil de los distritos en el caribe colombiano. En el caso de Barranquilla, el edil y candidato al concejo Alexis Castillo por el Partido Conservador expresó que, si bien la ciudad cuenta con cinco localidades y sus respectivas juntas administradoras solo hasta este periodo se cuenta con alcaldes locales que no ejecutan directamente su presupuesto, sino que los presupuestos locales concurren en ejecuciones del gobierno distrital donde es difícil medir el impacto de lo aportado por localidad.

Similar situación denunció el edil y candidato al concejo de Santa Marta por el Pacto Histórico Luis Fernando ‘Pica’ Sánchez, quien evidenció que la administración distrital incumple su promesa de profundizar la descentralización al ser ella quien define las prioridades de inversión en los presupuestos de las localidades, las cuales concurren para financiar programas y obras de interés del gobierno distrital, dejando de lado la participación ciudadana. Resaltó que si bien existen programas como las obras menores donde las juntas de acción comunal ejecutan pequeñas obras a través de convenios solidarios, se requiere mayor compromiso para dotar a las alcaldías locales de personal y recursos logísticos para su funcionamiento y atención a la ciudadanía.

En criterio de los ediles de Santa Marta Ana Karina Castañeda, Edgar Mercado, y Willis Hernández se requiere modificar la ley de distritos para asignar mayores competencias a las Juntas Administradoras Locales en materia de control político y presupuestal.

El caso de Riohacha es paradójico según la edilesa Julia Barliza. Este municipio adquirió la categoría de distrito desde el año 2015 pero hasta hoy no adecúa su división territorial (carece de localidades) ni su estructura administrativa en concordancia con su nueva denominación, perdiendo la oportunidad de modernizar su funcionamiento y de asumir competencias ambientales en el territorio. Concuerda la situación de Riohacha con lo expresado por el doctor. German Sánchez Arregocés en referencia al poco o nulo interés de las administraciones distritales por desarrollar la descentralización política, fiscal y administrativa en los distritos.

El foro concluyó haciendo un llamado al Gobierno nacional para que lidere un diálogo nacional y una reforma a la ley para que revisemos los distritos, sus ediles y la relación con el empoderamiento ciudadano.