Abel Pazmiño
Estamos viviendo la crisis más aguda desde que el 11 de agosto de 2022 delegados del gobierno del presidente Gustavo Petro, encabezados por el Alto Comisionado de Paz, Danilo Rueda, y el senador Iván Cepeda se reunieron en La Habana con la delegación del ELN.
En octubre del 2022, salió la delegación del ELN, luego de que la Fiscalía colombiana levantara las órdenes de captura contra los y las integrantes de la delegación de este grupo y se pudieran adelantar todos los procesos legales que reconocen a sus integrantes como participantes de diálogos y negociaciones.
En noviembre del 2022, se reunieron la delegación del Gobierno, liderada por Otty Patiño y el senador Iván Cepeda, con Pablo Beltrán y Aureliano Carbonell del ELN. En ese primer ciclo de trabajo, se establecieron las bases del proceso, con los respectivos protocolos de funcionamiento de la mesa.
En febrero del 2023, en México, las partes firmaron acuerdos sobre los alcances de una agenda de profundas transformaciones y la participación social y ciudadana. En mayo del 2023, se logró un acuerdo trascendental sobre la constitución de un Comité Nacional de Participación para la Paz, con intervención de campesinos, indígenas, afros, mujeres, jóvenes, trabajadores, diversidad sexual y discapacidad.
En el segundo semestre, se lograron acuerdos para trabajar sobre las “zonas críticas”, allí donde se mantiene la dura violencia y son múltiples las necesidades sociales y económicas, y se puso sobre la mesa la necesidad de un compromiso de suspensión por parte del ELN, frente a la condenable práctica del secuestro.
En febrero del 2024, finalizó el cese al fuego bilateral y fue prorrogado por otros 180 días hasta hoy. Se acordó la conformación de un Fondo, con recursos nacionales e internacionales para la financiación del proceso de paz.
En marzo, se conoció la situación del Frente Comuneros del Sur, estructura del ELN, que ha entrado en contradicción con la dirección del grupo insurgente y se ha separado de este. Esta situación ha generado una gran controversia en la mesa. Desde abril, el ELN ha hecho pública sus consideraciones sobre los “factores de crisis”, incluida la de ahora, la consideración del Gobierno como un Grupo Armado Organizado, GAO, que para el ELN es inaceptable.
El Gobierno ha insistido en que hay que sentarse a trabajar y buscar salidas, que ante las dificultades se requiere acción conjunta, a lo cual el ELN ha respondido con la exigencia de una resolución presidencial que los saque de los GAO y hay voces que consideran el tema ya resuelto. Hay expectativas por el retorno a la mesa.
Esperemos que las comunidades en los territorios no vuelvan a sufrir las muertes de sus líderes y lideresas, las voladura de oleoductos y paros armados.
Afortunadamente, en esta crisis siguen trabajando de manera profesional y comprometida la Conferencia Episcopal de Colombia, los países garantes y los países acompañantes. Hay un mundo social y político a la expectativa para seguir trabajando por este Acuerdo de paz.
