Para mañana es tarde

0
157

Clara López Obregón

En noviembre se reúne, con Brasil de presidente, la Cumbre de jefes de Estado del G20 bajo el lema Construyendo un mundo justo y un planeta sostenible. Lula ha convocado una Cumbre Social previa que visibilizará la agenda del Sur Global ante el mundo.

Será la oportunidad para retomar los compromisos diluidos de la pospandemia cuando estaban frescos los estallidos sociales en Colombia, EE. UU. (Black Lives Matter), Holanda o Sudáfrica en 2021; y los de 2019 que interrumpió la pandemia en Hong Kong, Paquistán, Líbano, Irak, Francia, Haití, Colombia, Ecuador y Chile, entre otros.

Saliendo de la pandemia, los líderes mundiales del G7 se reunieron presencialmente en Cornualles, Inglaterra, para analizar las debilidades del modelo de globalización fundamentado en el mercado que impulsaron e impusieron durante los últimos cuarenta años y buscar salidas a sus más perversos efectos: desigualdad extrema, cambio climático y desconfianza en el sistema demoliberal de gobernanza. El diagnóstico clave se centró en la falta de resiliencia de las economías y sus cadenas de valor, la devastación de la naturaleza por el crecimiento infinito y la inoperancia de gobiernos y sectores privados.

Se habló de reconducción de rumbo y hasta de un nuevo consenso, el Consenso de Cornwall, para reemplazar el agotado Consenso de Washington. De esa reunión del G7 salió el compromiso de pactar una tarifa impositiva mínima del 15 por ciento a las multinacionales, buscar que la pagaran allí donde obtienen sus utilidades y combatir de una vez por todas los paraísos fiscales. Otras propuestas incluían completar la redistribución de rentas del sistema tributario con la redistribución previa de una mejor remuneración al trabajo, promover bienes públicos globales como la vacunación y devolver a los Estados un rol protagónico y articulador de esfuerzos de la sociedad en la transición energética.

El lenguaje del documento central Global Economic Resilience: Building Forward Better (Resiliencia Económica Global: Construir mejor hacia adelante). Pero del dicho al hecho hay mucho trecho y hoy no se siente la urgencia de 2021.

Este año Brasil será anfitrión de la Cumbre de presidentes y jefes de Estado del G20, los días 18 y 19 de noviembre. El Sur Global debe volver a poner sobre la mesa la necesidad de pactar consensos por el bien común. En este año de retroceso de la democracia, los poderosos no podrán seguir evadiendo sus responsabilidades frente al fenómeno.

La globalización debe compensar a los perdedores de siempre. La agenda social y económica del Sur Global se hará sentir en la Cumbre del G20 de Brasil. Los pueblos de América Latina deben respaldar a Brasil como lo hicieron en la Cumbre de las Américas en 2015, triunfando con la consigna del “No ALCA”. Debemos organizar desde ya la participación en la Cumbre Social programada del 15 al 17 de noviembre, previos a la Cumbre de jefes de Estado. Para mañana es tarde.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí