Luz Helena Bernal Dueñas
El movimiento popular de mujeres, organizado en resistencia, se erige como un baluarte de luchadoras por la vida, la paz con justicia social, el territorio, el reconocimiento y la inclusión. Esta corriente expresa su compromiso con el inédito proceso de cambios y transformaciones, violentamente atacado por la ultraderecha.
La lucha de clases hoy se agudiza, las mujeres son las más vulnerables a los impactos del modelo neoliberal. Ellas ven en las reformas y el programa de gobierno las soluciones a los problemas sociales que afectan a la población.
Desde Cali, capital de la resistencia y la alegría, las mujeres saludamos la COP16 como un evento de dimensiones inmensas nunca antes realizado en Colombia. En su papel de cuidadoras de la vida, de la biodiversidad que históricamente han asumido, sentimos que esta es la oportunidad para avanzar en su reconocimiento como guardianas de la conservación de la vida en el planeta. Es fundamental avanzar en cerrar la brecha de género y se logren acuerdos que beneficien a la población más vulnerable, las mujeres y los niños y niñas.
Nuestras reivindicaciones: planes de acción ambientales económicos políticos y culturales con perspectiva de género, con un sentido más humano, maternal y amoroso, que garantice la igualdad de género en todos los espacios.
La defensa y protección de los derechos humanos es parte esencial de la vida, compromiso pleno para avanzar en la consecución de la Paz Total con justicia social, que incluye la implementación de los Acuerdos de paz de La Habana, continuidad de los diálogos con los grupos armados.
Es fundamental el respeto y protección de las niñas y niños, así como el respeto al cuerpo de la mujer y las diversidades, es esencial. Es imperativo la superación de la miseria y pobreza que afecta a más de 150 millones de mujeres en el mundo.
Las partes tienen el compromiso real de detener el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad, con un énfasis especial en la preservación del agua, que afecta de manera más profunda a las mujeres y niñas. En tal sentido, la recuperación de los ríos y fuentes de agua es fundamental.
Es importante el reconocimiento de las culturas, artes, costumbres y practicas medicinales de nuestros pueblos originarios. Además, se necesita una reforma agraria integral que garantice condiciones dignas, derechos laborales de nuestros campesinos y la soberanía alimentaria. También es crucial garantizar la educación y salud para toda la población.
Las mujeres expresan su compromiso con los acuerdos de las partes de la COP16 para preservar la vida, la biodiversidad y la protección del planeta, sin guerras imperialistas, ni genocidios como en Palestina ni bloqueos contra Cuba y Venezuela, que atentan contra la soberanía de los pueblos.
¡Mirá ve! en Cali, potencia mundial de la vida, participamos con alegría, rumba y compromiso en este gran evento.