El deseo mortal

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Manuel Antonio Velandia Mora

Cada cual puede hacer de su cul… un candelabro, dice un adagio popular en Santander, Colombia. Este artículo no es precisamente para divagar acerca de cómo la gente puede expresar su deseo, erotismo, placer o genitalidad; sino para reflexionar entorno a la violencia sexista y machista qué hay en Colombia, a partir de las alarmantes cifras que sobre la realidad de la discriminación presenta la organización Colombia Diversa en su informe “Situación de derechos humanos de las personas LGBTIQ+ en Colombia” (12/2023), con autoría de Nikita Dupuis-Vargas y Alejandro Gómez Restrepo.

La investigación incluyó información de 26 fuentes oficiales que fueron analizadas y contrastadas con el monitoreo de medios realizado y las denuncias que producen organizaciones sociales de base comunitaria en diferentes territorios del país.

Que violencia tan macha

 Las dinámicas de los crímenes de odio se inscriben en un contexto generalizado de violencia. En 2022, la ONG registró 426 casos de violencia homicida, abuso policial y amenazas, es decir, las víctimas registradas fueron afectadas por otras violencias previa y posteriormente a su asesinato.  La mayoría de estos casos ejemplifican las constantes de violencia contra las personas de los sectores LGBTIQ+.

La violencia GTBLfóbica en 2022 sumó 148 homicidios, siendo los hombres homosexuales (66) y las mujeres trans (35), las dos poblaciones que concentran el 68,2% de los casos. 17 de los homicidios fueron contra mujeres lesbianas, 10 en hombres bisexuales, 4 en mujeres con esta misma orientación sexual, dos en hombres trans y en 14 de las víctimas no se ha determinado su orientación sexual.

Con relación a los asesinatos contra hombres gay, llama la atención que hubo 18 homicidios con un patrón común: ocurrieron en espacios privados a través de arma blanca y/o asfixia mecánica, con tortura como violencia conexa, quienes fueron contactados previamente a través de aplicaciones de citas. De los homicidios de mujeres trans, 17 fueron perpetrados en espacios públicos con arma de fuego o arma corto punzante.

El asesinato es una más de las violencias

Previamente al asesinato, 24 de las personas sufrieron tortura, 12 además fueron víctimas de hurto, 5 habían sido víctimas de desaparición forzada, cuatro habían recibido amenazas y dos sufrieron violencia sexual.

En 28 de los casos el prejuicio contra la orientación sexual o la identidad de género de las víctimas fue el motivo de su asesinato. En muchos de los asesinatos hubo una marcada violencia desmedida en el ataque, fue evidente la sevicia con la que se dieron los casos, pues en algunos de ellos se presentó tortura física, violencia sexual y psicológica. El contexto social parece ser otro elemento determinante. Cabe señalar que 3 de las personas aparecieron en las alertas tempranas de la Defensoría del Pueblo en las que se habló de su riesgo.

Según las cifras que se pudieron recolectar, los asesinatos ocurrieron en 24 de los 32 departamentos de Colombia. Llama la atención que el 48 6% de los casos se concentran en Antioquia (33), Valle del Cauca (26) y Bogotá (13). Se identificaron 52 casos ocurridos en zonas urbanas (35,1% del total) y 7 hechos en zonas rurales. Respecto a lugares específicos, se hallan 43 hechos perpetrados en el espacio público, incluidas zonas de comercio sexual (29%) y 29 sucesos ocurridos en la vivienda de la víctima u hoteles (19,6%).

Violencia policial y abuso de autoridad

De los 97 casos registrados en 6 hubo más de una víctima, es decir en total fueron 107 las personas afectadas. Para producir estas cifras Colombia Diversa contó con 19 fuentes oficiales del orden nacional, departamental y municipal.

Evidentemente y como siempre las mujeres trans fueron la mayoría de quienes recibieron este tipo de violencia; en 25 de los 97 casos, en 8 hubo más de una víctima. En violencia recibida siguen en el listado de víctimas 17 hombres trans; 15 hombres gay; en dos de los 8 casos de lesbianas hubo otra persona violentada; 9 fueron los hombres bisexuales y 5 las mujeres bisexuales que fueron víctimas de violencia policial y abuso de autoridad. Llama la atención que en 18 de los casos no se determinó la orientación sexual ni la identidad de género de las personas.

Un hecho llamativo es que en 11 de los casos o amenazas contra la vida y otro tipo de hostigamientos por parte de miembros de la policía. Se denunciaron 6 casos de procedimientos policivos irregulares, 5 de lesiones personales, 3 de detenciones arbitrarias y un caso de ejecución extrajudicial.

El abuso de autoridad se acompañó de violencia verbal en 7 casos en los cuales hubo 12 víctimas, cuatro personas fueron víctimas de extorsión, la tortura se hizo presente en dos casos con cuatro víctimas, y una mujer trans fue víctima de violencia sexual.

La violencia policial tuvo su epicentro en Bogotá (21 casos con 23 víctimas), Antioquia (14 casos con 16 víctimas) y 12 casos en Valle del Cauca; estos 3 departamentos suman el 48,4% de los casos. La mayoría de las violencias se ejercieron en el espacio público, aun cuando se corroboraron hechos en la estación de policía de la localidad de Antonio Nariño y el comando de atención inmediata (CAI) de Lourdes, en Bogotá; y en la estación de policía de la Ribera en Cali.

Colombia diversa determinó que por lo menos 12 casos de violencia policial (con 18 víctimas) estuvieron motivados por el prejuicio contra la orientación sexual e identidad de género de la víctima. Esto ocurrió en los departamentos de Tolima, Antioquia, Boyacá, Nariño, Caldas, Cauca y Bogotá.

Patrones de amenazas y hostigamiento

Un marcado incremento en las tasas de amenazas se presentó en 2022, éste fue del 86,6%, casi el doble de lo ocurrido en 2021 (97 casos). Se registraron 181 casos de amenazas y hostigamiento contra las personas de los sectores LGTBI y de la diversidad de géneros y cuerpos. En 32 de los hechos se involucró a más de una víctima, pero la falta de denuncias no permite cuantificar apropiadamente la magnitud de este tipo de violencia. Cabe destacar que el 61,3% de los hechos se concentraron en hombres gay (68) y mujeres trans (43); en orden a los números de casos le siguen las mujeres lesbianas (33), hombres trans (9), en personas no binarias, mujeres y hombres bisexuales, dos en cada uno de estos grupos. En 22 de los casos no se sabe la orientación sexual ni la identidad de género de la víctima.

La concentración del 41,4% de los casos se dio en Bogotá (24) y en los departamentos Del Valle del Cauca (21 casos) y 20 casos en Antioquia. El informe destaca que en Magdalena, Santander, Chocó, Guaviare y San Andrés y Providencia se aumentó la violencia amenazante contra las personas de los sectores GTBI.

En general este tipo de violencia no se investiga, en algunos de los casos las investigaciones están archivadas y en 49 de los hechos estos están en etapa de indagación preliminar por parte de la Fiscalía General de la nación.

Qué hacer frente a la violencia

 Es importante reflexionar que detrás de los hostigamientos el prejuicio fue el motivo para el 39,8% de los casos (72); la violencia sociopolítica en el 15,5% (28 casos) y los conflictos interpersonales en el 7,2% (13 casos). En el 33,5% de los casos no hay información sobre el móvil de estos.

El tal y como lo señala Colombia Diversa es necesario construir planes piloto de protección y atención a las personas de los sectores LGBTI y de la diversidad de géneros y cuerpos, especialmente en los 3 departamentos que registran mayores tasas de violencia. También es necesario diseñar planes locales de seguridad que incorporen la violencia contra esta población; los entes territoriales deben asumir su responsabilidad ética y política para proteger y atender de manera adecuada a este amplio sector social.

No es frecuente este tipo de investigación en Colombia, por lo que se hace pertinente por parte de las entidades de Justicia una mayor y mejor producción de datos, y que estos sean accesibles, claros y veraces. Por otra parte, hay que hacer un llamado a la protección de las personas defensoras de Derechos Humanos y dar un énfasis hacia la protección por parte de la unidad especial de investigación de la Fiscalía General de la nación hacia las personas de los sectores sociales LGTBI.