Venezuela toma posición

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Pietro Lora Alarcón

Venezuela. declaró una vez más y con vehemencia su abierta posición contra el fascismo. En efecto, concluyó este último sábado en Caracas el Festival Mundial Antifascista, con presencia de más de 2 mil delegados, que también participaron de la gran fiesta del día 10 de enero, con motivo del juramento popular de Nicolás Maduro como presidente constitucionalmente elegido para el periodo 2025-2031.

Hay quien opina que es necesario realizar una valoración más rigurosa sobre los intereses de clase que rodean y alimentan las fuerzas fascistas en la contemporaneidad, su ideología y capacidad de acción política, pero al margen de los valiosos esfuerzos teóricos es evidente que desde Venezuela, a partir de las especificidades del proceso bolivariano y de su desarrollo histórico, hay una contribución práctica de enfrentamiento a los sectores que hoy despliegan toda su agresividad contra los pueblos del mundo.

Esta visión antifascista y anticolonial constituye un elemento central a lo largo del proyecto en curso en el país, que se conecta con elementos geopolíticos y con la necesidad de la integración latinoamericana. Como bien plantea el Maestro Amílcar Figueroa, hay una cuestión medular, que constituye un legado del pensamiento del siempre recordado comandante Hugo Chávez, que tiene que ver con que el mundo debe alcanzar un equilibrio, y en ese sentido, construir la unidad continental, conformar un polo de poder en América Latina, es parte de un pensamiento político de raíz bolivariana, que posee un horizonte más amplio: arribar a la multipolaridad.

Quien examina la historia reciente de Venezuela distingue como la política internacional bolivariana tiene una dinámica singular, desde un comienzo reconfiguró la relación que tuvo el país bajo gobiernos de derecha con la estructura hegemónica de poder. Fue especialmente notable la acción contra la conducción imperialista del comercio del petróleo.

La historia de los procesos, sin embargo, no es linear ni continua, y es siempre conveniente analizar en cada coyuntura los elementos en juego, tanto las condiciones internas como los factores externos, para intentar comprender a que obedece el diseño general y el posicionamiento de cada gobierno. La llegada bravucona de Trump a la presidencia, el genocidio contra Palestina, las pretensiones de la OTAN, las intenciones de continuar colocando gobiernos serviles en el contexto latinoamericano, pero también las resistencias populares, la fuerza de los BRICs, la integración para una agenda de reindustrialización que cree las bases para superar falencias productivas y minar las condiciones de la exploración humana, son piezas claves del ajedrez de nuestra época.

En esta semana Venezuela estuvo en paz. Escuchamos críticas a la inversión en salud y la necesidad de avanzar en varios otros temas. En el 2024 el gobierno recogió las iniciativas de los debates realizados en las asambleas populares para construir un plan de siete transformaciones estratégicas en temas como ciencia y tecnología, medio ambiente, diversificación económica, seguridad, democracia, reformas sociales y soberanía.

Es un momento importante y Venezuela tomó posición.

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