Nariño y la emergencia económica

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Fernando Enríquez
@EnriquezDaFer

En pasados días tuvo un impacto nacional la conducción política que el presidente Gustavo Petro realizó desde el departamento de La Guajira. El impacto que esto ocasiona tiene varias aristas para el análisis, una de ellas es que siendo un territorio de periferia, sus condiciones son similares a otros lugares también limítrofes, donde la pobreza multidimensional es más alta.

El ordenamiento territorial tradicional del país se caracteriza por priorizar la región central dejando las periferias en condiciones de vulnerabilidad. Al analizar la pobreza multidimensional en departamentos limítrofes, esta se ubica entre el 70% hasta el 98%. Al compararlo con las regiones centrales ratifican que las desigualdades son mucho más profundas en zonas periféricas, al mismo tiempo esta connotación tiene una expresión política centralista que es mas robusta para la toma de decisiones y acciones en lo económico político, cultural y social.

Con esas consideraciones se entiende que la decisión de Gustavo Petro al gobernar desde regiones limítrofes, pretende tener en cuenta lugares de mayores índices de pobreza, acercar estas zonas en la construcción de proyecto de nación, y minimizar el centralismo político de Bogotá, podemos ver un gobierno planificando y ejecutando la política desde las regiones y esto va en perspectiva de democratizar el país.

El Decreto 1085 del 2 de julio 2023 por el cual se declara el Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica en La Guajira otorgan facultades administrativas al ejecutivo para que, con firma de ministros, dicte decretos con fuerza de ley para menguar crisis y la atención en 11 sectores entre los que se destaca Salud, Transporte, Educación, Agua y Saneamiento Básico, Agropecuario, Energía.

Nariño al igual que La Guajira, también es departamento periférico, con condiciones similares a las demás regiones de esta particularidad; tenemos una zona pacifica abandonada por años y con altos índices de pobreza, una frontera sur desatendida y un departamento no escuchado por parte de los gobiernos anteriores debido al centralismo político. Mucho se reclama de esta nueva administración una mirada a los vientos del sur, más cuando en enero de este año el suroccidente colombiano padeció un deslizamiento de tierra que nos desconectó del resto del país trayendo consigo agudizar la crisis económica.

Las medidas de gobierno tomadas en enero, fueron oportunas y que en ellas productores, empresarios, comerciantes y ciudadanía respaldamos esperando que su ejecución evite declarar la emergencia económica que fue la primera solicitud realizada a Consejo de Ministros.

Seis meses después la crisis se mantiene, pues entes territoriales no han sido lo suficientemente diligentes para estrechar dificultades y aparecen otros factores que profundizan problemáticas. El sur de Nariño, productor potencial de leche se encuentra en aprietos por medida de empresa Alquería de retirar su planta y dejar en el aire más de 50 mil litros de leche diarios. Gracias al Ministerio de Agricultura se pudo acordar entre productores y empresa, sin embargo, sectores productivos de papa, panela, hortalizas entre otros, llaman ser atendidos pues las condiciones actuales de vías, más las afectaciones de importaciones de estos productos, tienen en alerta su dinámica productiva.

Hoy se hace necesario que bajo esa tendencia de Gustavo Petro de acercar las regiones y descentralizar acciones gubernamentales, Nariño sea nuevamente puesto en debate y que la declaración de Emergencia Económica para nuestro sur sea una realidad, los y las nariñenses lo seguimos solicitando.