Carolina Tejada
En el país, según el Centro Nacional de Memoria Histórica, por lo menos 80 mil personas han sido desaparecidas forzosamente. Estos crímenes son cometidos por agentes del Estado o por personas o grupos que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado.
En 1984, cuando se adelantó el proceso de paz entre el gobierno del presidente Belisario Betancourt y las Farc, que dio origen a la Unión Patriótica, UP, la violencia política se enrranchó con este movimiento político y una de las formas con las cuales se buscó exterminarlo fue, desapareciendo y asesinando a sus más destacados dirigentes y dirigentas.
Una de las primeras víctimas de desaparición forzada de esta colectividad fue, María Eugenia Castañeda, cuyo nombre real era Carmenza Perdomo Yasnó, una joven de 24 años y lideresa política, que el 13 de septiembre de 1985 en la localidad de Usme, integrantes del Ejército Nacional la detuvieron, la trasladaron a la escuela de Artillería comandada por el teniente coronel, Rafael Hernández López, donde fue torturada y violada: “Daba gritos de dolor y un teniente le gritaba a los soldados: pase otro que ya han pasado diez. Además, se escuchaban golpes seguidos contra su humanidad”, comentó uno de sus compañeros de cautiverio.
Ella había regresado de un taller electoral de la UP, en los Llanos Orientales, su liderazgo había sido reconocido por acompañar la organización del primer congreso constitutivo del partido. Luego de su detención, que fue conducida a la VI Brigada, Batallón de Infantería de Montaña No.18 coronel Jaime Rooke en Ibagué.
Cuando su familia y compañeros iniciaron la búsqueda, les informaron que: “la habían visto por Chaparral con el Ejército, que la mantenían con los ojos vendados. Fuimos a Chaparral a buscarla, pero no obtuvimos ninguna información”. María Eugenia fue desaparecida en el mes de octubre. Su caso lo llevaba el abogado y congresista Pedro Nel Jiménez, asesinado el 1 de septiembre de 1986.
En honor a su memoria Jaime Caycedo Turriago le escribió la canción, Ojos de desaparecida: ¡Ay! ojos de lluvia, telón de oscuridad a su fortuna, mirada que se oculta tras la reja, jugar de luz y sombra de la luna. Po la mañana te negarán, dirán que no te han conocido, y una campana de soledad, irán poniéndole a tu grito”.
A 39 años de su desaparición, y a la espera del acto de reconocimiento público que debe hacer el gobierno nacional, por el genocidio contra la UP, vale la pena recordar a las mujeres upecistas y comunistas quienes fueron doblemente violentadas por el Estado, por su condición de mujeres, por su militancia, por pensar y actuar en consecuencia de sus anhelos de sociedad. “Los sueños que se dicen por las noches nos hablan hoy de miedo y desaparecidos. Sus ojos, María Eugenia Castañeda, se fueron yo no sé por qué camino, tarde o temprano ya pagaran el crimen que extravió sueños más lindos”.
