Claudia Flórez Sepúlveda
@ClaudiaFlorezPC
Ha renunciado nuestra camarada Gloria Inés Ramírez a su cargo como ministra del Trabajo en el primer gobierno progresista en la historia del país. Lo ha hecho de manera irrevocable en una contundente carta al presidente Gustavo Petro, en la que destaca sus logros al frente de la cartera. En la misiva, también cita al maestro Carlos Gaviria Díaz, con su máxima en política: “sin sectarismos y sin ambigüedades”.
La camarada señala que el actual momento por el cual transita el país necesita de un proyecto político que garantice la continuidad de las transformaciones que el pueblo necesita. Estos cambios se centran en la justicia social y de género, la defensa de la naturaleza, la paz integral y la lucha frontal contra la corrupción.
Para el conjunto de la militancia del Partido Comunista Colombiano esta es una noticia agridulce: se aparta una de las voces de izquierda más consecuentes en el Gobierno, pero a la vez, el balance es favorable para la clase trabajadora.
Sin lugar a dudas, Gloria Inés Ramírez representó los intereses del pueblo trabajador y actuó sin sectarismos en recuperar y ganar derechos para las mayorías del país. Además, demostró que una militante comunista, sindicalista y feminista tiene todas las capacidades para asumir las más altas responsabilidades ejecutivas del Estado.
Gloria Inés Ramírez lideró un equipo de personas comprometidas con alcanzar el objetivo estratégico de un trabajo digno y decente para la gente. La aprobación de la Reforma pensional, que protege y dignifica la vejez, y el avance en la discusión de la Reforma laboral, que recupera y garantiza nuevos derechos para el pueblo trabajador, serán el mejor legado de su paso por el Gobierno del cambio.
Asimismo, su papel protagónico en las discusiones del salario mínimo, defendiendo los intereses de la clase obrera, resultó en un incremento del salario real del 13,62%, y su compromiso por avanzar en la formalización laboral en varios sectores económicos, son ejemplos de consecuencia política y compromiso con los sectores más excluidos del país.
Para nosotras fue fundamental su persistente lucha para que el país ratificará el Convenio 190 de la OIT, que busca la eliminación de la violencia y acoso en el mundo del trabajo. Y lo logró en un inédito ejercicio de diálogo social entre el empresariado y el sindicalismo. Como ella misma lo expresa en su carta, y nosotras lo ratificamos: “el cambio es y será con las mujeres”.
Estamos muy orgullosas y orgullosos, Gloria Inés Ramírez representó la política del PCC con valentía, coherencia y eficiencia. El Ejecutivo ya no cuenta con una excelente ministra, pero el pueblo colombiano recupera un liderazgo imprescindible para la unidad popular.
Adenda: Por más que intente la defensa del señor Álvaro Uribe en dilatar el juicio en su contra, el país sabe que es culpable, no solo por los delitos que se le imputan, sino por lo ocurrido en Guacharacas en la década de los noventa.