Antonia Velásquez
La etapa actual del desarrollo político en Colombia que posibilitó el ascenso del Gobierno del Cambio para conducir los destinos del país ha estado caracterizada por la presencia y el protagonismo de las mujeres.
El gobierno del Cambio se comprometió a la paridad en los cargos directivos del Estado. Las cifras del Departamento Administrativo de la Función Pública – DAFP muestran un avance importante con una participación del 50% de mujeres en cargos directivos de la Rama Ejecutiva, superando la cuota legal del 30%, demostrando una voluntad política por la equidad en la toma de decisiones.
Esta voluntad política del Pacto Histórico manifiesta por primera vez en la historia política de Colombia, con listas cerradas y paritarias para el Congreso de la República en 2022, contribuyó al fortalecimiento de la participación política de las mujeres y la incorporación de la perspectiva de género en las leyes y reformas sociales.
El protagonismo de las mujeres en el gobierno ha marcado la pauta para las grandes transformaciones. Contamos con la experiencia de exministras que dejaron huella y abrieron horizontes, como la ministra del pueblo Gloria Inés Ramírez Ríos, quien, con su liderazgo, experiencia política y social, adelantó las reformas laboral y pensional, dos leyes de las más importantes de la República.
La exministra Gloria posicionó en la agenda pública, la necesidad acabar con las oprobiosas desigualdades sociales, económicas y políticas, las brechas laborales y de género, la violencia contra las mujeres en el ámbito laboral, y el reconocimiento de la economía del cuidado, inspirada en un cambio estructural en la sociedad colombiana.
La participación política de las mujeres fue decisiva para el triunfo del Gobierno del Cambio, demostrado por la vicepresidencia de Francia Márquez y la presencia de mujeres en el gabinete. Sin embargo, la contienda preelectoral del 2026 que nos presentó un gran ramillete de mujeres con conocimiento, experiencia y liderazgo como precandidatas a la primera magistratura, desapareció sin explicación a los millones de electoras y electores, evidenciando la persistencia de una práctica patriarcal en las decisiones de la política que obstaculizan el afianzamiento de los liderazgos de las mujeres, a pesar de su probada experiencia y capacidad.
El vacío de precandidaturas como la de Gloria Inés Ramírez Ríos, con su gran experiencia como ministra Delegataria con funciones presidenciales en más de once ocasiones y su profunda comprensión de las dinámicas laborales, sociales, del cuidado, representa un riesgo para la consolidación de las reformas sociales con enfoque de género y para la agenda de los derechos de las mujeres.
Sin embargo, en la consulta del 26 de octubre próximo del Pacto Histórico, votaremos por el precandidato Iván Cepeda y tenemos el gran reto de ganar una bancada mayoritaria de mujeres y posicionar a nuestra compañera María Eugenia Londoño con el # 78 en el tarjetón en los primeros 5 puestos de la lista al Senado.
¡Las mujeres estamos preparadas, estamos listas para gobernar y no podemos aflojar porque apenas estamos floreciendo!