¿Los maricas gringos van de culo pa’l estanco?

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Manuel Antonio Velandia Mora

El derecho al matrimonio igualitario en Estados Unidos enfrenta un nuevo desafío legal que podría poner en riesgo la histórica sentencia Obergefell v. Hodges de 2015, la cual legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país. Este caso se convierte en un eje central en la lucha por los derechos LGTBIQ+ en Estados Unidos, en un contexto de creciente influencia de movimientos religiosos y políticos conservadores.

¿Qué está en juego?

Kim Davis, exsecretaria del condado de Rowan, Kentucky, se negó en 2015 a emitir licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo, alegando motivos religiosos. Fue encarcelada por desacato y posteriormente condenada a pagar 100,000 en daños y260,000 en honorarios legales a una pareja afectada. Ahora, En una revancha sin precedentes, Davis ha presentado una apelación ante la Corte Suprema, argumentando que su derecho a la libertad religiosa, protegido por la Primera Enmienda, la exime de responsabilidad.

Recordemos que Su caso atrajo la atención nacional e internacional, convirtiéndola en un símbolo de la resistencia conservadora a los derechos LGTBI y su caso continúa siendo un punto focal en la lucha por la igualdad y los derechos civiles en el país.

¿Por qué es relevante?

La Corte Suprema, con una mayoría conservadora, decidirá en otoño si acepta el caso. Una revisión podría abrir la puerta a reconsiderar o incluso revocar el precedente de Obergefell v. Hodges, similar a lo ocurrido en 2022 con la revocación del derecho al aborto.

¿Qué implicaría una revocación?

Aunque la Ley de Respeto al Matrimonio de 2022 obliga al gobierno federal y a los estados a reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo ya celebrados, una revocación de Obergefell podría permitir que estados individuales prohíban nuevos matrimonios igualitarios.

La falsa moralidad heteropatriarcal parece ir ganando terrero

Según encuestas en USA, el apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo ha aumentado del 58% en 2015 al 68% en 2025. Sin embargo, entre quienes asisten a servicios religiosos semanalmente, solo el 33% considera que debería ser válido.

¿En Colombia cómo se cuecen las habas?

En Colombia el matrimonio de parejas del mismo sexo se logró gracias a la sentencia SU-214 de 2016 de la Corte Constitucional, que puso fin a la incertidumbre legal al confirmar que el matrimonio civil entre personas del mismo sexo es válido y que debe gozar de los mismos derechos que el matrimonio entre personas de diferente sexo.

En el país del sagrado corazón pocas leyes reconocen derechos a las personas de los sectores sociales LGTBI y de las diversidades de géneros y cuerpos no heteronormativas, unicamente se les nombra en la Ley de víctimas en sus dos versiones y la Ley antidiscriminación.

Posibles repercusiones en Colombia

Lamentablemente aquí la derecha en su gran despliegue de creatividad suele copiarse de los gringos, lo que podría fortalecer los discursos conservadores, evidentemente si la Corte Suprema de EE. UU. decide revisar o incluso revocar el fallo Obergefell v. Hodges, esto podría ser utilizado por sectores conservadores en Colombia para cuestionar los avances en derechos de las personas LGTBI y de las diversidades de géneros y cuerpos no heteronormativas.

Aunque Colombia tiene su propia jurisprudencia, las decisiones de la Corte Suprema de EE. UU. a menudo son referenciadas en debates legales y académicos. Una revocación de Obergefell v. Hodges podría influir en interpretaciones legales y debates sobre derechos civiles en Colombia.

Por ello es importante la movilización de la sociedad civil; una acción regresiva en EE. UU. debería motivar a nuestras organizaciones y activistas a redoblar esfuerzos para proteger y promover los derechos adquiridos, anticipando posibles retrocesos.

Es esencial que la sociedad colombiana permanezca vigilante y proactiva, asegurando que los derechos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, sean respetados y protegidos.

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