Manuel Giraldo*
Cuanto viene ocurriendo con la consulta del Pacto Histórico, una vez más deja entrever la inmadurez política de sectores de la que se considera “izquierda colombiana”. Resulta más lamentable cuando algunos congresistas de forma autocrática y faltando a los principios de igualdad acordados en la convención del PH del pasado mes de julio, se atribuyen el derecho de considerar que son ellos los que visibilizan al movimiento o partido que está convocando la consulta como PH.
Resulta que en algunas plazas de Bogotá y otras ciudades del país, molesta mucho ver como congresistas del PH vienen promoviendo un periódico dando a entender que es el medio oficial del PH y que es quien está apoyando la candidatura del precandidato Iván Cepeda, no sé si con la aprobación del senador, lo cual no corresponde a lo acordado en la Convención del PH.
Lo cierto es: entre los congresistas que promueven el supuesto periódico del PH, está la senadora María José Pizarro, quien junto con la ex ministra Susana Muhamad y el otro precandidato Gustavo Bolívar, declinaron su precandidatura sumándose a la candidatura del senador Iván Cepeda, y están en su legítimo derecho de hacerlo. Sin embargo, por principios puramente éticos y de transparencia política, el mencionado “pasquín” que están repartiendo en distintas plazas del país, no sólo contraviene lo acordado en la convención, sino que contradice los principios democráticos que se supone debería estar prevaleciendo en la convocatoria de la consulta que está haciendo el PH.
Sumado a esta falta de principios democráticos (al utilizar el nombre del PH para un periódico que está promoviendo la figura de uno de los candidatos), habría que denunciar también la campaña infame y los ataques contra los otros candidatos; más concretamente lo que viene ocurriendo contra la ex ministra de salud Carolina Corcho, y hay que decirlo: el manoteo, el insulto, la descalificación y seguramente, en ocasiones hasta la amenaza.
Que esto esté ocurriendo y su origen fuera la derecha y la extrema derecha, no sería de extrañar, porque al final de cuentas ante la falta de argumentos para sostener un mínimo de nivel en el debate político, se sabe que siempre acudirán a la descalificación, la mentira , el insulto y la amenaza directa, como la vienen haciendo durante estos tres años, no sólo contra el presidente Gustavo Petro Urrego, sino contra el gobierno del cambio. Lo delicado de esta campaña sucia contra la ex ministra Carolina Corcho, proviene de cierta militancia “despistada” que simpatiza con el Senador Iván Cepeda Castro, lo que con seguridad no beneficia para nada su campaña y desdice lo que históricamente ha sido el trasegar político de uno de los dirigentes de la izquierda colombiana, cuyo compromiso con las víctimas del conflicto es incuestionable.
Es la razón del llamado a los sectarios enfermos del dogmatismo político, para que reflexionen acerca del mal que hacen a este ejercicio democrático, donde por primera vez lideresas y líderes sociales tienen la posibilidad de salir elegidos en una lista única que representa a las organizaciones sociales y políticas, que se han unido en un partido único como lo es el naciente Pacto Histórico.