Jaime Caycedo
Comparto algunas reflexiones sobre el Foro Mundial del Socialismo, patrocinado por la Academia China de Ciencias Sociales, organizado por el Centro de Investigación del Socialismo Mundial de dicha Academia. Se trató del décimo quinto foro celebrado hasta la fecha desde 2004.
Los invitados son dirigentes de partidos comunistas, académicos de izquierda, líderes sindicales, activistas sociales de distintos países. Esta vez, el tema principal fue: En la encrucijada de la historia mundial: la elección de todas las naciones, con cinco subtemas: la modernización China y una nueva forma de progreso humano; el auge de los países del Sur Global y la transformación del sistema de gobernanza global; rechazar la política de poder unilateral y defender la equidad y la justicia internacionales; nuevas características y tendencias del socialismo mundial en medio de profundos cambios globales; salvaguardar los resultados de la Guerra Mundial antifascista y el orden internacional de la posguerra.
Es importante compartir el sentido, la metodología y el significado de los debates adelantados con participación de dirigentes políticos y científicos sobre el temario propuesto. La metodología combinó sesiones en plenaria y luego grupos de trabajo simultáneos sobre los subtemas.
Las relaciones del partido comunista colombiano con el partido comunista de China son positivas y fraternas. No obstante, también debo reconocer que los estudios sobre los cambios que han ocurrido en la República Popular de China desde el último cuarto del siglo XX no han estado en el corazón de nuestras preocupaciones recientes. Es una deficiencia que debemos subsanar de manera seria, autocrítica, con espíritu abierto, desprevenido y crítico.
Hay que comprender que los temas que los camaradas chinos proponen al debate están profundamente articulados a una problemática internacional, caracterizada por la creciente intervención de las masas populares del mundo en la lucha de clases por medio de rebeliones, estallidos, protestas y también creación de proyectos democráticos alternativos transformadores que tienden a confrontar cada vez más la dominación del capitalismo, movimientos de inspiración antiimperialista.
Pese a la agresividad anticomunista en los centros de poder del capital, hoy se habla de nuevo de socialismo. Un eje de cambios del momento lo postula el multilateralismo frente al supremacismo del complejo USA – OTAN – UE, la definición de China como “el enemigo”, el ascenso del papel del Sur Global y de los BRICS y los alineamientos mundiales frente a graves situaciones como Ucrania, Ghaza y la amenaza naval de Estados Unidos en el Caribe.
El eje de la geopolítica mundial vira hacia el oriente y allí se destaca el vertiginoso, coherente y pacífico proceso de modernización socialista de China, con características propias, que en ninguna manera pretende imponerse como un modelo, pero si como una contribución civilizatoria social, científica y moral a un momento de crisis y decadencia visible de la civilización mundial dominada por Occidente.
