Pietro Lora Alarcón
Por los informes que hemos recibido, la Registraduría no cuenta con los recursos, los mecanismos y el tiempo, para realizar en el exterior la consulta del Pacto Histórico, programada para el 26 de octubre.
El anuncio sorprende y frustra las expectativas de un segmento muy significativo de la migración, que entiende la necesidad de fortalecer y profundizar la democracia con la deliberación y la participación, de la nación colombiana que reside más allá de las fronteras, y que está dispuesta a proseguir construyendo el Pacto Histórico y a incidir decisivamente en los cambios en el país.
La migración colombiana se convirtió en un factor determinante para la economía nacional, la proyección de la cultura, y la generación de espacios de solidaridad para la paz y las luchas populares. Esa colombianidad, con variados perfiles migratorios, pone a prueba las prácticas institucionales y los vacíos legislativos. Y lo que debe quedar claro, es que no es aceptable que desde el Estado, no se realicen los esfuerzos necesarios para hacer efectivo sus derechos fundamentales, entre ellos, los derechos políticos.
Hace exactamente 4 años, para esta misma época, como resultado de las sesiones de trabajo del taller para la ampliación de la representación de la migración en el Congreso, hubo consenso para realizar una consulta que escogería quién recibiría el encargo social del Pacto, para disputar la curul internacional. Varios factores interfirieron para que, al final, primara el acuerdo político. La división de la derecha y el impacto de la combinación Petro-Francia posibilitaron la victoria del Pacto Histórico en el exterior.
Pero hoy es diferente. El Pacto Histórico es una marca política de peso y un instrumento de lucha, con experiencia de gobierno y precandidaturas presidenciales, que acumulan y representan victorias populares por el derecho a las garantías laborales, a las pensiones, a la verdad y contra la impunidad. La derecha lo sabe y continúa intentándole minar su desarrollo, ya sea con subterfugios jurídicos, con el saboteo político o la lentitud administrativa.
El PCC y la UP organizaron, potencializando la democracia interna, una consulta interna de la cual emana la precandidatura de Heydi Margarita Beleño, a la curul internacional. Se trata de una propuesta desde el Pacto Histórico para toda la migración, con ejes programáticos que se resumen en una invitación para organizar y luchar por las presentes y futuras generaciones de nuestro pueblo, por la paz de Colombia y la denuncia de los agentes de la guerra y el genocidio en Palestina, por las víctimas, por la igualdad de género y los derechos de todos y cada uno y cada una de las migrantes.
Ante la incapacidad declarada de la Registraduría, multiplicar esfuerzos para una consulta, que garantice transparencia y contribuya a una cultura de afirmación de la democracia, es el desafío del momento.