jueves, marzo 28, 2024
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Vo Nguyen Giap: el general que derrotó tres imperios

El más audaz cuadro militar vietnamita, fundador del ejército de ese país en la era socialista, estratega de las guerras de liberación de su pueblo en el siglo pasado, falleció dejando un importante legado que hoy es materia de consulta en las academias militares de todo el mundo

Alberto Acevedo

El legado del general Vo Nguyen Giap, conocido como el ‘Napoleón Rojo’, para significar su extraordinaria capacidad como estratega militar, es de tales dimensiones que basta mencionar que en el siglo pasado, dirigiendo un ejército de guerrilleros empobrecidos, hambrientos, pero llenos de dignidad, derrotó a los imperios japonés, francés y norteamericano, y fue artífice de la liberación, primero de Vietnam del Norte, luego del Sur y más tarde de la reunificación de la patria.

Solamente en la epopeya final contra la invasión norteamericana, Giap con sus hombres derrotó a un ejército, el de Saigón, de más de un millón de hombres armados y financiados por los Estados Unidos y equipados con la mejor tecnología conocida, en lo que constituyó la primera gran derrota militar a la mayor potencia económica del mundo.

Vo Nguyen Giap, fallecido el pasado 4 de octubre a la edad de 102 años, había nacido el 25 de agosto de 1911 en la provincia de Quang Binh, en la región central de Vietnam. Hijo de un campesino pobre, que ni siquiera tenía tierra propia, pero que sabía leer y escribir, y militaba en la causa por la independencia de su país, Giap se incorporó a la actividad clandestina contra los colonialistas japoneses y franceses, a los 17 años de edad.

En 1930, cuando participaba en protestas callejeras contra la intervención extranjera, fue detenido y condenado a tres años de prisión, pero solo estuvo en la cárcel unos meses. Se graduó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Hanoi y ejerció el periodismo. No así su profesión de abogado, pues prefirió dedicarse a la labor de adoctrinamiento y reclutamiento de jóvenes para las guerrillas en formación.

Contra su familia

Una década antes, ejerciendo el periodismo, se vinculó al Partido Comunista de Indochina. En la Universidad había conocido a Truong Chinh, gran ideólogo del partido, que en realidad fue el responsable de su incorporación a la militancia activa.

Por esa época, el joven Partido Comunista es declarado fuera de la ley y se ordena el asesinato o encarcelamiento de sus líderes. Giap huye a China, donde conoce a Ho Chi Mihn, quien sería a partir de ese momento su gran mentor y líder. Mientras se alistan las fuerzas de la resistencia para una ofensiva final contra la ocupación, Giap estudia las tesis de Mao Tse Tung sobre la guerra popular prolongada.

Entre tanto, en Vietnam, su esposa, la tailandesa Dang Thi Quang, es encarcelada y muere en prisión a causa de las brutales torturas que recibe. Su pequeño hijo también es asesinado. Más tarde las fuerzas policiales dan muerte al padre de Giap, a dos hermanos y a otros familiares. El aniquilamiento de su familia se traduce en el reto de mantenerse firme en sus convicciones libertarias.

Audacia militar

Giap fue desarrollando, en cada etapa de su lucha, tácticas ingeniosas para vencer al enemigo. En el caso de la batalla final contra los ocupantes franceses, en Dien Bien Phu, en 1954, sorprendió porque su ejército de guerrilleros, que ni siquiera usaban zapatos y apenas sí unas sandalias fabricadas con llantas, se infiltraron en las filas enemigas, y pieza por pieza, al hombro, cargaron su artillería y las provisiones necesarias para dar una batalla contra el enemigo, que finalmente ganaron.

Dien Bien Phu era un valle, situado a 300 kilómetros de Hanoi, donde se habían atrincherado las fuerzas de ocupación francesas. Eran 15.094 mercenarios acantonados allí. Después de seis meses de sitio, solamente 73 lograron escapar, cinco mil murieron y diez mil cayeron prisioneros. En los enfrentamientos, cayeron 25 mil combatientes de las fuerzas patriotas.

Años más tarde, en sus escritos y entrevistas recomendaría: “Evitar el enemigo cuando es fuerte, atacarlo cuando es débil. La guerra no es sólo un asunto de los militares, sino de todo el pueblo. El campesino debe estar armado, pero cultivando su tierra”.

Reunificación de la patria

“Las guerras contra los opresores son justas”, dijo Vo Nguyen Giap en una entrevista, coincidiendo con Lenin. “En la guerra, el factor decisivo es y será siempre el hombre; las masas populares son y seguirán siendo los forjadores de la historia. Los hombres de las Fuerzas Armadas de nuestro partido y pueblo, no son más que el obrero, el campesino y el pueblo trabajador”, aseguró (El hombre y el arma, editorial La rosa blindada, Buenos Aires, págs. 108-109).

Vietnam resultó dividido, y Nguyen Giap fue nombrado ministro de Defensa del nuevo gobierno, al norte del país, que se proclamó socialista. Bajo su dirección, continuó estimulando la acción popular. Giap desplegó la lucha guerrillera, esta vez contra los invasores norteamericanos en el sur de la península.

El 8 de julio de 1959, las tropas de Giap efectuaron el primer asalto a una guarnición norteamericana, en la base militar de Bien Hoa. Ese año, más de mil soldados norteamericanos fueron ajusticiados por las tropas guerrilleras. En los dos años siguientes, ascendieron a cuatro mil los mercenarios americanos dados de baja.

Durante la larga guerra en Vietnam, se sucedieron cuatro presidentes en la Casa Blanca, que coincidieron en el objetivo de mantener el dominio sobre suelo vietnamita. 57.690 soldados norteamericanos cayeron en esa cruda guerra, en la que también perecieron 600 mil vietnamitas. Las fuerzas rebeldes finalmente se impusieron, y Estados Unidos fue obligado a salir del país en 1973.

Un maestro

Dos años más tarde se proclamó la reunificación del país, cuando en forma simbólica un tanque rebelde derribó una valla de protección de la embajada de los Estados Unidos en Saigón y los últimos “diplomáticos” que permanecían allí huyeron apresuradamente en helicópteros por los tejados del edificio.

El general Giap no sólo fue un maestro en el arte de dirigir la guerra revolucionaria, sino que además escribió sobre ella en varias obras. Su texto Guerra Popular (1991), es considerado un verdadero manual sobre la guerra de guerrillas. Basado en su propia experiencia asegura que hay tres fundamentos básicos de los que debe disponer un ejército del pueblo para lograr la victoria en la lucha contra el imperialismo: dirección, organización y estrategia.

En este sentido, no vacila en señalar que la dirección debe estar en manos del Partido Comunista, que debe poseer una férrea disciplina militar y una línea política adecuada a las condiciones económicas, sociales y políticas del país. Para Vo Nguyen Giap, la guerra popular “es una guerra de combate para el pueblo y por el pueblo, mientras que la guerra de guerrillas es simplemente un método de combate. La guerra popular es un concepto más general. Es un concepto sintetizado. Es una guerra a la vez militar, económica y política”.

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