Como en otras épocas, la violencia se ensancha contra la población civil en el Catatumbo, en esta ocasión nueve personas son masacradas por actores desconocidos
Carolina Tejada Sánchez
@carolltejada
Fue en agosto, hace 18 años, cuando más de 150 paramilitares interrumpieron la tranquilidad del Catatumbo, particularmente en el municipio de La Gabarra para atemorizar a sus gentes y provocar masacres nunca antes vistas en la región. Todos estos años han pasado y el clamor de un territorio por vivir en tranquilidad se extiende hasta nuestros tiempos sin que la paz, y la posibilidad de vivir sin miedo, hayan sido la recompensa.
Vuelve el terror
El municipio de El Tarra, cuyo nombre etimológico proviene del vocablo indígena motilón – barí que significa: encerrado entre ríos, vuelve a vivir los penosos tiempos de la violencia en la región. El pasado 30 de julio sobre las dos y treinta de la tarde, hombres fuertemente armados y sin mediar palabra procedieron a masacrar nueve campesinos en un establecimiento público del casco urbano del municipio, seis de ellos murieron en el acto, otros tres en el trascurso de la tarde y dos más quedaron gravemente heridos. Hay que decir, que dos de las personas que murieron en el acto, eran excombatientes de Farc, al igual que uno de los heridos.
Entre las personas muertas también se encontraba el presidente de la Junta de Acción Comunal del Km 84 Frederman Quintero, quien era Coordinador de Comité Veredal de la Asociación Campesina del Catatumbo, Ascamcat y delegado a la Audiencia Popular Regional que se celebrará el próximo 3 y el 4 en el casco urbano del municipio San Calixto, también en la región. Uno de los sobrevivientes que quedó fuertemente herido era hermano del líder.
La comunidad, las autoridades regionales y las diferentes organizaciones sociales han rechazado estos actos de violencia que aún están siendo investigados, desconociéndose los actores intelectuales y materiales del atroz acto.
Nadie se explica cómo en este municipio con una población humilde que no pasa los 12.766 habitantes y quienes han tratado de mantener una convivencia por fuera de la violencia, y si por el contrario muy comprometidos con la paz y la construcción de un tejido social y la reconciliación, llegan este tipo de situaciones. El Tarra fue uno de los pocos municipios de Norte de Santander que, entendiendo la tortura de la guerra, votó por la paz en el pasado plebiscito, pero también demostró un voto contundente para la campaña de Gustavo Petro con un 83,87% de los votos de la población frente a 13,71% para Duque.
Un rechazo social
Desde la Ascamcat, quienes inmediatamente se pronunciaron públicamente, afirmaron el rechazo a la violencia que persigue al Catatumbo. “Rechazamos vehementemente estos infortunados hechos que enlutan nuevamente al Catatumbo, dejando a nuestros campesinos pobres en medio de esta cruenta guerra y manchando de sangre una vez más la historia de nuestra región”. También recordaron los años difíciles en los que miles de personas inocentes fueron masacradas, y otros miles desplazados, “Estos hechos que siguen ocasionado desafortunados crímenes de campesinos de la región, nos hacen rememorar los difíciles años del paramilitarismo y nos llenan de profundo dolor”. Al igual que los familiares de las víctimas, exigen a las autoridades el esclarecimiento de estos hechos, que hoy enlutan a la población y la llenan de zozobra.
Organizaciones internacionales como Justicia por Colombia, rechazaron igualmente estos actos, y se solidarizaron con el campesinado del Catatumbo y con Ascamcat, “nos unimos al llamado de una investigación y esclarecimiento de los hechos. También condenamos el grave atentado del 15 de julio en contra del compañero Olger Pérez, de Ascamcat”. La solidaridad también se extendió por los diferentes asesinatos que en días anteriores se han venido presentando en este territorio del país.
Que la luz de esperanza no se apague
Precisamente ante la ola de violencia en la región y a la falta de garantías políticas y de seguridad de los diferentes sectores sociales que actúan en la región, por parte de las autoridades regionales y nacionales, las organizaciones que allí actúan, constituyeron la Comisión por la Vida, la Reconciliación y la Paz del Catatumbo. Un espacio de articulación de iniciativas que busca denunciar, pero sobre todo emprender acciones para rodear a la población con iniciativas encaminadas a la reconciliación y a la paz.
Por medio de un comunicado púbico, extendieron un abrazo a los familiares amigos y a la comunidad en general, y expresaron: “Desde que confluimos como comisión, las organizaciones sociales y las Juntas de Acción Comunal, hemos estado exigiendo a los diferentes actores, parar la guerra ya, no involucrar a los líderes sociales y a la población civil en el conflicto armado. Nuestro mensaje siempre ha sido concreto en la exigencia del respeto por los DD.HH. y el cumplimiento a las reglas del DIH. La respuesta que recibe la región es terror y miedo, el cual cada día va dejando tristeza, llanto y desolación en nuestras familias catatumberas”.
El llamado que de la región se hace para buscar salidas a esta oleada de violencia es frenar la militarización, y encaminar a la región en un solo diálogo por la paz. “Reiteramos lo que hemos manifestado en diferentes escenarios sobre esta estrategia que no ha funcionado. Prueba de esto es que en una región como el Catatumbo con más de 13.000 efectivos de las Fuerzas Militares y de Policía, haya una cifra aproximada de 81 homicidios selectivos, unas 16.000 personas en 5.168 familias desplazadas en los últimos seis meses, según datos de la Defensoría del Pueblo”. Por esta razón, se exige al gobierno, a las entidades competentes y a los entes de investigación, “se adelanten las acciones correspondientes que conduzcan al esclarecimiento de los hechos. Se espera un procedimiento exhaustivo, responsable, ágil y con verificación internacional”.
Por la vida, la reconciliación del Catatumbo
Con un acto simbólico en contra de la guerra y la violencia en la zona, las organizaciones sociales y comunales, han invitado a la región a sumarse en una sola voz de protesta, que condene estos actos desarrollando acciones simbólicas locales “por la defensa de la vida, la paz y contra la guerra”, y a participar de un gran acto público el próximo 7 de agosto a partir de las 10 de la mañana, en el casco urbano del municipio de El Tarra. Los convocantes afirman, que hechos como esos no solo los llenan de valor y tristeza, sino que también los fortalece e invitan a seguir trabajando unidos por la vida la reconciliación y la paz del Catatumbo.