Víctimas y memoria

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Mujeres víctimas del confl icto armado en Colombia.

“Las mujeres también hemos sido víctimas de crímenes de estado”

Renata Cabrales
@RENATARELATA 

A propósito del 9 de abril, Día nacional de la memoria y la solidaridad con las víctimas, recordamos a las mujeres víctimas del conflicto armado con un artículo publicado por el Movice (Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado), “Las mujeres también hemos sido víctimas de crímenes de estado”, en el cual se advierte que, aunque en Colombia hay un alto porcentaje de víctimas de crímenes de estado que son hombres, hay muchas mujeres de las cuales no existe mucha información, “debido no solo al subregistro que siempre ha existido, sino a las dinámicas propias que impiden a las mujeres denunciar. Solo en 30 años, al menos 9.775 mujeres han sufrido estas victimizaciones a nivel directo. Es decir que han sido víctimas de violencia sexual, desplazamiento forzado, desapariciones y asesinatos, de acuerdo a la base de datos de Colombia Nunca Más (CNM)”. Tomando como referente el informe del Centro Nacional de Memoria Histórica (2017), La guerra inscrita en el cuerpo. Informe nacional de violencia sexual en el conflicto armado. CNMH, Bogotá.

El texto confirma que, en cuanto a los casos de violencia sexual, los paramilitares – y sus grupos posdesmovilizados en comnivencia con agentes del Estado, han sido responsables de 5.993 casos de violencia sexual, de los cuales 206 han sido cometidos de manera directa por agentes del Estado.

La participación política

Las mujeres han padecido la crueldad del conflicto armado de manera diferencial en varios aspectos, por ejemplo, cuando se trata de participar en política estas resultan ser castigadas por el hecho de renunciar a la norma social que las obliga a permanecer en el ámbito de lo privado y por: “adherirse a afiliaciones ideológicas. Así, tampoco hemos escapado al genocidio: 403 mujeres asesinadas y 14. 955 casos de allanamientos relacionados con militancia política. A esto se suman los 226 atentados de los que hemos sido víctimas. Durante el año 2017, más de 145 defensoras de derechos humanos fueron agredidas, de estas, 16 fueron asesinadas. Nos preocupa no sólo el aumento de agresiones a mujeres, sino la extrema violencia usada, pues se han registrado actos de tortura, violencia sexual y sevicia”. (Referencia tomada del Programa Somos Defensores (2018). Piedra en el zapato. Informe Anual 2017. Sistema de información sobre agresiones contra defensores y defensoras de DD.HH. en Colombia. Bogotá, Colombia).

Voceras del Movice

Afirman las voceras y lideresas del Movice, que el último año han padecido diversos tipos de hostigamientos debido a su labor de defensoras de derechos de las víctimas de crímenes de Estado en espacios regionales, pero también a nivel nacional. “Aun queda mucho por hacer en materia de garantías para que violaciones al domicilio, amenazas, hostigamientos y atentados contra la vida de Alejandra Gaviria, Soraya Gutiérrez, Rocío Campos, Martha Giraldo, Érika Gómez, Martha Ceballos, Ingrid Vergara, Candelaria Barrios y Blanca Díaz no se vuelvan a repetir. Frente a todas estas cifras insistimos, somos muchas más. Pues impedir la denuncia las mujeres ha sido otra forma de victimización”, asegura el movimiento de víctimas.

Otras consecuencias del conflicto

Además de las violaciones sexuales, el hostigamiento y demás violencias que padecen las mujeres, estas también padecen la perdida de sus seres queridos en manos de la violencia y de manera desproporcional: “madres, hermanas, abuelas, hijas y compañeras que asumimos el compromiso de luchar por la justicia y la verdad. Ejemplo de ello son las madres de los 7.039 jóvenes ejecutados extrajudicialmente, que partieron aun sin cumplir muchos sueños, quienes a la fecha han emprendido una labor titánica para conocer el paradero de sus hijos y las razones que llevaron a una persona que habita el mismo territorio, a engañarlos para luego hacerlos pasar por guerrilleros dados de baja en combate”.

Desplazamiento forzado

“Varias mujeres han tenido que atravesar numerosos desplazamientos forzados debido a la ocurrencia reiterada de hechos de violencia en contra de ellas y de sus familias. Las amenazas, la estigmatización, los señalamientos y la ocurrencia de diferentes crímenes, evidencian una serie de estrategias que truncan o torpedean los proyectos de vida y los procesos organizativos”.

Revictimización

Así mismo se expresa en el artículo la inconformidad debido a que existen mecanismos de impunidad y revictimización, “como la negligencia de los funcionarios públicos o de la Policía a recibir las denuncias realizadas por las mujeres víctimas. En estos escenarios de denuncia se menosprecia la situación de victimización, aludiendo a comentarios sexistas y que estigmatizan el sentir de la víctima, restando seriedad a los hechos ocurridos y los impactos derivados”.

Además, la negligencia va más allá y se puede confirmar en las pocas garantías que tienen las mujeres  a la hora de demostrar la titularidad de las tierras que se vieron obligadas a abandonar en el momento en que la violencia las expulsó de sus territorios: “A pesar de que la propiedad está a nombre de su esposo, que en la mayoría de casos se encuentra desaparecido o fue asesinado, no les son entregadas las tierras, a la espera de esclarecer los hechos, que muchas veces queda supeditado a la voluntad del victimario”.

La petición de las víctimas y sobrevivientes

“En tiempos de construcción de paz, reiteramos que la verdad integral y la satisfacción de los derechos de las víctimas de la violencia estatal son el único camino para la reconciliación y las garantías de no repetición. Como familiares y mujeres víctimas, seguiremos luchando contra la impunidad y el reconocimiento de los patrones de violencia que nos han afectado para que Nunca Más haya crímenes de Estado en Colombia. Y seguiremos, como lo venimos haciendo hace décadas, aportando a que cese la violencia y florezca la vida”.

Fuente: http://www.movimientodevictimas.org/. Comunicado Las mujeres también hemos sido víctimas de crímenes de estado.