Una negra, un pueblo

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Zabier Hernández Buelvas
@ZabierHernndez

Después dos días de recorrido desde Tumaco, haber visitado el municipio de La Tola, pasando por bocanas, ríos y esteros, desembarcamos en medio de cientos de lanchas de todos los tamaños y colores. Apenas pusimos pie en tierra nos arropó una algarabía de diálogos entre negros y negras a cierta distancia en la que deben gritarse unos a otros para oírse entre sí.

Caminamos por serpenteantes entablados llamados saltaderos, y allí estoy, en plena calle del comercio de Olaya Herrera Bocas de Satinga, costa Pacífica nariñense, junto o a mis compañeros de delegación.

La escena real de una movilidad humana alegre y bulliciosa, a simple vista, contrasta con las noticias que se habían leído y visto las últimas semanas antes de llegar. Desplazamientos masivos de población civil, paros armados, enfrentamientos entre la Segunda Marquetalia y el Frente 30 de Gentil Duarte.

Pero, la procesión va por dentro, la situación los obliga a convivir con una guerra atizada desde los actuales poderes que aun gobiernan. Es lo que estamos obligados a cambiar, estos pueblos tienen derecho a vivir en paz y dignidad.

Mientras me imagino como serán estas comunidades en un nuevo gobierno con Petro y Francia y cómo les cambiaría la vida, vienen a nuestro encuentro un enjambre de mujeres, hombres, jóvenes, niños niñas y adolescentes. Me pregunto ¿se dirigen a nosotros? Sí, porque saben que traemos el mensaje del cambio, porque saben que son Francia y Petro quienes llegan en forma de pedagogía, en forma de diálogo y esperanza.

Francia Márquez es el referente popular, social y étnico de estos territorios. Es ella la que mueve los corazones de su gente negra, aunque saben que Petro será el presidente, es ella la que los impulsa, como me dijo una matrona alta y gruesa como un chanul: “Mire, yo estoy aquí porque tengo el pálpito que todo va a mejorar para nosotras las pobres, negras y excluidas”.

Eso lo sentí en el alma, vi que un nuevo pensamiento social está en desarrollo, una nueva conciencia política se abre paso desde las ausencias del Estado, una nueva razón crítica se ha despertado en este pueblo negro afrodescendiente de nuestra costa Pacífica nariñense. Francia y Petro resumen este nuevo pensamiento.

Francia no solo es la fórmula, es la mujer que recoge el sentir y los sueños de las regiones más pobres de la Colombia profunda. Su integración al programa de “Colombia una potencia mundial de la vida” inclinó la balanza para que vastos sectores sociales y étnicos se volcaran a participar activamente para elegirla como su vicepresidenta. “Si Petro no hubiese elegido a Francia como su vicepresidenta, yo no estaría aquí”, sentenció una lideresa.

Escuchamos en cada reunión y manifestación los coros que gritaban “para vivir sabroso”, “de la resistencia al poder”, “somos los nadie” y “hasta que la dignidad se vuelta costumbre”. No hay vuelta atrás, Francia Márquez y sus propuestas se instalaron en el imaginario y el corazón de negros, negras y afrodescendientes.

Un amor genuino de pueblo, unas esperanzas recuperadas después de tanto abandono, un escepticismo y apatía vencida, una fe renovada y una alegría contagiosa, es el mensaje que envía el Pacífico nariñense.

Nos devolvimos alimentados de miles de sonrisas y abrazos que presagian el cambio. La costa Pacífica nariñense está y votará por Petro y Francia.