La concejala de Puerto Wilches, Santander, por el Pacto Histórico reflexiona sobre su historia, su liderazgo y la violencia política contra las mujeres
Ana Milena Velandia Camacho
@miilecam
Erika Johana Passos López, de 46 años, es originaria de Puerto Wilches, un municipio situado en el Magdalena Medio santandereano. En la Universidad Industrial de Santander, se graduó como gestora empresarial y fue electa concejala en su municipio en las elecciones regionales del 2023.
Encontró en la política una forma de expresar su vocación social, algo que considera que lleva en su sangre. Creció en un hogar que luchó por suplir necesidades básicas y recuerda con admiración el esfuerzo de su madre, quien, después de perder a su compañero y esposo, sola buscaba dar a sus hijos lo básico: alimento, educación y un hogar.
Su padre, Guillermo Passos Lascarro, un docente, futbolista y líder sindical, fue asesinado en 1989 cuando ella apenas tenía once años. En su memoria están presentes las enseñanzas de su padre. El Semanario VOZ habló con la concejala sobre su historia, su ejercicio político y la violencia política contra las mujeres.
¿De dónde nace esa vocación social y política de Erika?
Yo diría que es algo que se lleva en la sangre. Nunca me había visto en un espacio político, pero hace unos ocho años, al escuchar al actual presidente Gustavo Petro, algo despertó en mí. Empecé a identificarme con su causa porque veía cómo representaba a los más vulnerables.
Eso pasa cuando has vivido algo de eso, cuando has experimentado la falta de apoyo del Estado y has sido vulnerada en tus derechos. Particularmente, el hecho de que el asesinato de mi papá es un crimen de Estado, perpetrado por el gobierno de derecha colombiano en su época.
Mi madre siempre luchó para darnos lo básico. No siempre había regalos, juguetes, ni ropa nueva, me acostumbré a compartir con mis hermanos. Esa austeridad fue parte de nuestra vida, después de que asesinan a mi papá. Desde entonces, participar en política es para mí una forma de reivindicar lo que nos faltó y de trabajar para que otras personas no tengan que pasar por lo mismo que pasamos con mi familia.
En búsqueda de la justicia
Hablando de su papá, ¿qué recuerda de su vida y su labor?
Mi papá era un hombre muy comprometido con la comunidad. Era profesor, futbolista, líder sindical y amante del fútbol. Utilizaba este deporte como una herramienta para alejar a los jóvenes de los diferentes vicios de la sociedad y motivarlos a mejorar sus condiciones.
Esos valores quedaron en sus estudiantes y en nosotros como hijos e hijas. Muchos de sus alumnos, de ese entonces, ahora son líderes sindicales, docentes y también lo recuerdan como alguien que los marcó con su ejemplo. Nos dejó una enseñanza clara: nada te corrompe y los valores son lo que realmente define quién eres.
¿Qué fue lo que la motivó a participar en la política?
No había participado en política antes, pero cuando me propusieron, decidí postularme al Concejo porque quería aprender y dejar una huella basada en los valores que mi papá y mi mamá me enseñaron.
Así que inicié una campaña austera y diferente. Quería hacer las cosas bien, no basarme en promesas materiales ni en clientelismo, que es algo común en la política local.
¿Cómo ha sido su experiencia como concejala en Puerto Wilches?
Ha sido un gran reto. Al llegar, ni siquiera tenía el manual de funciones. Durante el acto de posesión, nos pidieron que declaráramos nuestra postura: ser de gobierno, de oposición o independientes. Habíamos discutido que seríamos independientes, y así me declaré.
Habría una bancada de oposición, pero, al último momento, cambiaron su postura. En ese instante recordé lo que mi papá decía: “La política es dinámica”, y ahora veo a lo que se refería. Se trata de una lucha constante para mantener tus valores en un espacio donde prevalecen los intereses personales.
Aun así, prefiero seguir siendo independiente para actuar con libertad y velar por el bien común, defiendo siempre que la política se debe usar como un instrumento para el bien común y en ella, el dinero, ni el poder debería corromper, cuando esto sucede es porque realmente es lo que las personas tienen en su interior.
Del ejercicio político y sus males
¿Por qué decidió mantenerse independiente en lugar de oposición?
Al declararme independiente, puedo mantener mi compromiso con la transparencia y no sentirme atada a intereses de ninguna posición. Así también puedo seguir defendiendo los ideales de la coalición con la que me postulé, sin comprometer mis principios.
Por su carácter y decisión, ¿ha enfrentado violencia política por su género?
En el Concejo somos trece personas: diez hombres y solo tres mujeres. No existe paridad de género. Sin embargo, sigo dando a conocer mis posturas, mediante el uso de la palabra en el que dejo clara mi posición, independiente de que sea compartida o no por el resto de los integrantes de la corporación. La verdad no le doy importancia a ciertas actitudes, que podrían tomarse como violencia, por el contrario, creo que cada vez esto me hace más fuerte.
Lamentablemente, el machismo sigue arraigado en la política. Muchas veces nos consideran el lado “frágil” y buscan manipularnos, pero yo tengo carácter. Esta experiencia me ha motivado a seguir luchando, porque creo firmemente que la política debe cambiar.
¿Qué cree que necesitamos como sociedad y Estado para erradicar la violencia política contra las mujeres?
Primero, necesitamos que las mujeres se apoyen entre sí. Muchas mujeres han criado el machismo y en lugar de solidarizarse, compiten de forma destructiva. Segundo, es fundamental que nos formemos políticamente y lleguemos preparadas a estos espacios. La formación nos da poder y nos ayuda a tomar decisiones informadas.