Se constituyó la Zona de Reserva Campesina de Togüí, un proceso inédito en el centro del país
René Ayala B.
@reneayalab
Togüí, expresión chibcha que significa “el río de la esposa”, es un municipio boyacense que se ubica en la zona centro-norte del departamento. Se llega por la carretera que conecta a Tunja con Bucaramanga, desviando por un ramal cerca a Moniquirá ─municipio dulce de Boyacá.
Es una región de vocación agraria, donde las familias han construido sus proyectos de vida entre el cultivo de la caña en pequeñas parcelas y su procesamiento en los tradicionales trapiches para producir panela, el café, cítricos, maíz, frijol, la cría de aves de corral y ganado para producir leche y carne a pequeña escala. La variedad de productos agrícolas se refleja en el diverso paisaje que abarca altitudes entre los 1600 y 2800 metros al nivel del mar.
Esta región no ha experimentado complejos conflictos agrarios, su modelo de tenencia sobre la tierra ha sido el minifundio y prevalecen reservas forestales como la de la “Serranía del peligro”, cuyo nombre no se compadece con la tranquilidad que representa este bosque mágico y biodiverso. Pero desde el año 2010, las comunidades empezaron a ser impactadas por la explotación minera de sílice a gran escala en la zona conocida como “las alturas”, que amenazaba las fuentes de agua y la vida bucólica y tranquila del municipio.
Lucha contra la minería
El campesinado togüiseño prendió alarmas frente a la amenaza de la gran minería e inició la movilización y lucha para defender su territorio. Laura Natalia Poveda, joven lideresa y parte del Comité de impulso de la Zona de Reserva Campesina, ZRC, describe el proceso: “Para nosotros, Las Alturas representan la producción del agua, y necesitábamos protegerla. Ninguna de las figuras del sistema nacional de áreas protegidas permitía actividades agropecuarias, y el 80 por ciento de la población somos campesinos.
»Requeríamos una figura que además de proteger lo ambiental, tenía que proteger las economías campesinas, allí encontramos la figura de la ZRC que ponía en diálogo esos dos aspectos, acudimos a la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina y otros procesos para que nos explicaran las oportunidades y si la figura podría ayudarnos a proteger esos valores, lo ambiental y la economía campesina que es nuestro sustento”.
Las ZRC se han impulsado en territorios de la periferia, donde el conflicto por la tierra entre el campesinado y el gran latifundio ha sido la constante, regiones que, por esta situación, han padecido el conflicto armado. Sin embargo, este no era el caso de Togüí, lo que supuso un desafío para superar la estigmatización de la figura de la ZRC y lograr convocar al campesinado alrededor de esta alternativa para defender su biodiversidad y sus proyectos de vida.
“La ZRC era una oportunidad real para proteger tanto al campesinado como la riqueza ambiental y paisajística del municipio. Es una figura asociada a las zonas de conflicto o de problemáticas de acaparamiento de las tierras, por eso había prevención y estigmatización de la figura, las autoridades y la institucionalidad desconocían las ZRC.
»Pero gracias a este nuevo gobierno que ha impulsado los derechos campesinos, la gente ha visto que estar dentro de una ZRC representa la priorización para muchos de los proyectos y las líneas de acción de la institucionalidad, como el papel del Ministerio de Agricultura que tiene responsabilidad en la implementación de los planes de desarrollo de la ZRC, entonces eso ha cambiado la percepción que tiene la gente sobre una figura como esta y sobre todo verse involucrada en la toma de decisiones y la participación para el acceso a muchos proyectos que se impulsan en el municipio al constituir una ZRC”.
Todo lo anterior es lo que nos cuenta Laura Natalia, al explicarnos cómo lograron involucrar al campesinado en el proceso de solicitud de constitución de la ZRC que, enmarcada en la ley 160 de 1994, establece como eje central la participación de la comunidad y la construcción de los planes de vida o de desarrollo de la zona.
Una figura que defiende la vida
La Asociación Campesina Unidos por Togüí y sus Comunidades (ASCAMUTOCO) y la Corporación Ambiental Unidos por el Ubaza (CAUPU), lideraron el proceso de transformar la ruralidad de su municipio impulsando la figura de ordenamiento productivo, ambiental y territorial campesino. Así presentaron la propuesta de constitución de la ZRC con un polígono de cerca de siete mil hectáreas articulando las veredas Hatillo, Carare y Garibay. El proceso, que involucró talleres veredales y jornadas de socialización, contó con el apoyo de la Agencia Nacional de Tierras, Ministerio de Agricultura y uno de los mayores conocedores de la figura, el profesor Darío Fajardo. El eje central del esfuerzo fue la sostenibilidad del territorio y la participación comunitaria.
Todo este proceso avanzó en una región inédita, que no tenía las características tradicionales de los territorios que han constituido ZRC, “En un departamento como Boyacá la mayor preocupación no es el acceso a la tierra, lo que hemos venido construyendo y resaltando es que el campesino no es solo producción, tiene otras dimensiones que deben ser protegidas como la cultura campesina, la relación de cuidado ambiental y sus formas de economía campesina, para nosotros era clave proteger otros elementos que nos hacen valiosos y que la zona de reserva resalta y rescata.
»Con el Plan de Desarrollo sostenible proyectamos fortalecer esas relaciones, es clave el acceso a la tierra, pero resaltamos otros elementos a proteger al campesinado de un proyecto minero que acababa con el ecosistema y la economía campesina”, resaltó la lideresa campesina.
En noviembre de 2024, tras más de diez años de trabajo y organización, se realizó la audiencia pública que constituyó la Zona de Reserva Campesina que denominaron, en honor a la riqueza y belleza de esta región, Paraíso escondido. Es la quinta ZRC aprobada durante el Gobierno del Cambio. El Plan de Desarrollo de la ZRC contiene seis líneas estratégicas: cultura y economía campesina, proyectos productivos y acompañamiento técnico, empoderamiento de la mujer campesina, participación y organización campesina, participación y organización campesina, agua para la vida campesina en la ZRC, acuerdos comunitarios para la protección de Las Alturas.
El campesinado boyacense defiende el agua y la vida, ante la gran minería, preservando un verdadero paraíso escondido esencial para la nación. Con su lucha, perseverancia, nobleza y humildad, los campesinos de Togüí garantizan el futuro. ¡Qué vivan los campesinos, sumercé!