La contienda electoral en el departamento del Cesar se disputa entre la impoluta candidata de la Unión Patriótica, Imelda Daza y los cuestionados Arturo Calderón Rivadeneira y Francisco Ovalle Angarita
Hernán Camacho
Una candidatura que hace un mes no estaba en las cuentas de los cesarenses, hoy representa la oportunidad de dar un golpe de autoridad ante los cuestionamientos y enredos de los candidatos de la Unidad Nacional. A Imelda Daza se le recuerda como una fulgurante figura que hace veintitrés años sacudía la política del departamento. Su nombre generaba preocupaciones a los caciques electorales de la época y como si se repitiera la historia, bastó solo un debate para que la contienda electoral en el Cesar se pusiera al rojo vivo.
La campaña
Seguir por Buen Camino y Es el momento de la Gente son los eslóganes que defienden los candidatos de la Unidad Nacional. La primera pregunta a Imelda Daza fue, justamente, si creía que esas campañas la convencían. A lo que ella respondió: “El ‘Momento de la Gente’ ha debido ser siempre, porque esperamos mucho tiempo para darle la oportunidad a la gente y nos hemos olvidado de esa población relegada, pobre e indignada, muchos de ellos víctimas de la desidia y la insensibilidad. Si el 73% de la gente vive en la pobreza y si en Pueblo Nuevo el 83% de su población tiene las necesidades insatisfechas ¿cómo vamos a continuar por ese mismo camino? Imposible. Hagamos una parada. Hay que declarar una emergencia social y política porque la democracia del Cesar está en entredicho. Ellos, los dos candidatos opositores, son lo mismo, representan los mismos intereses del grupo de privilegiados del departamento”, expresó la candidata upeista.
Y agregó: “Nuestra consigna es: Todo por el Cesar. Para reencarnar una política de administración pública y transparente, con manos limpias, sin tacha alguna, con honradez, decencia y voluntad política de estar al servicio de la gente. Eso es lo que ha hecho falta para hacer las cosas bien”.
Conexión política
Con respecto a su ausencia en el departamento, debido a su asilo, Imelda Daza, dijo: “Yo no estuve aquí los últimos 25 años, soy la única concejal de la UP sobreviviente y, si bien es cierto, no estuve en el departamento físicamente, espiritualmente nunca me fui de mi región y dedico mi vida a la causa popular”. Y en eso tiene razón la candidata, pues su columna semanal en el diario de mayor circulación de Valledupar El Pilón, ha sido enaltecida por ser controversial, pues no se entiende cómo una mujer que vivía en el exilio ha estado tan conectada con la realidad de un departamento que es reflejo, en lo político, de un país carente de democracia. “Lean mis columnas y sabrán que nunca estuve ausente”.
Infraestructura
El Cesar es el segundo departamento con más riesgo de corrupción en la contratación estatal y ante ello la infraestructura puede correr el mismo riesgo. Por ello, la candidata de la UP dijo: “Hay que ponerle racionalidad a lo de las obras inconclusas, revaluar los contratos suscritos, pero hay obras que tienen que ser terminadas como la Universidad Nacional sede La Paz, porque ese proyecto impulsará el desarrollo científico de la región y eso se hace con voluntad política. Lo ideal es dar por terminadas las obras porque sería muy grave una infraestructura abandonada, pero sin duda priorizaría la educación, me refiero también a la Universidad Popular del Cesar sede Aguachica y el Centro Cultural de la Música Vallenata. Todas las obras son necesarias para un mejor nivel de vida de los cesarences. Es que la educación es vital y por lo tanto, se convierte en el mecanismo de mejor movilidad para la gente”.
La infraestructura es uno de los temas centrales del debate en el departamento y obliga a poner la lupa en el interés detrás de los contratistas, los tiempos de las concesiones y la elección de aquellos empresarios que participaran en las Alianzas Público Privadas, APP en materia de maya vial principal del departamento.
“No soy partidaria de ese tipo de concesiones que no nos han dejado buenos resultados, sobre todo en la región caribe. Y debe estar en manos del departamento garantizar la construcción de vías y su administración. Quién dijo que ese modelo, que es neoliberal, se preocupa por la conectividad y las necesidades de comunicación del departamento, no creo. Todo lo contrario, yo sería partidaria de priorizar las vías centrales del departamento para una mejor comunicación y desarrollo económico”. Expresó la candidata.
Minería
El Cesar es un ejemplo de la intentona de las multinacionales para apropiarse de la riqueza ambiental a costa de la muerte de seres humanos. Ante ello, Imelda Daza sentenció: “Cerca del 60% de tierra del departamento está concesionada para minería y dentro de poco estará el 100%, que no se aterren los cesarences si en cuestión de un par de años vienen a la plaza Alfonso López a escarbar y el palo de mangos queda como un gran recuerdo. En 20 años no habrá un metro cuadrado de tierra habitable”.
Imelda señaló con vehemencia que el departamento debe empezar a cambiar el chip de departamento extractivista a productor, pero eso no va de la mano de la voluntad del gobierno nacional sino de la autoridad departamental. Eso no se hace de la noche a la mañana, hay que empezar a invertir en el desarrollo tecnológico en la educación, en la investigación de las universidades del departamento, en sus facultades de administración. “Cómo así que no hay un estudio serio, completo e integral sobre la demanda de servicios alrededor de la industria minera y de eso el Cesar que puede producir y cubrir esa demanda. Eso exige otra mirada frente a la industria minera y la universidad” explicó.
Pobreza
Las cifras de pobreza en el departamento son alarmantes. El 44% de los habitantes del Cesar viven en la pobreza y 12.5% por debajo de la línea de pobreza, es decir en extrema miseria. Ante esto Imelda señaló con autoridad: “La mejor manera de combatir la pobreza es con democracia, democracia política, democracia social, democracia económica, hay que garantizarle a la población vivienda, salud, educación y recreación. Esa es la línea de comportamiento de mi campaña y de los lineamientos políticos de la Unión Patriótica: queremos armonía social que le dará contenido a la construcción de la paz”.
Mientras los dos candidatos de la Unidad Nacional señalaban que tenían las fórmulas mágicas para generar empleo al día siguiente de su posesión, Imelda Daza fue muy clara: “Yo soy economista y como tal sé que la única fuente generadora de empleo de manera inmediata es la construcción, dado que la industria es un proceso de generación de riqueza a mediano plazo”. También ligó la seguridad ciudadana del departamento con la paz con cambios; al respecto afirmó: “Mientras no se supere la crisis social de necesidades insatisfechas de jóvenes, no se podrá reducir la violencia y la delincuencia ni con cámaras, ni con mayor pie de fuerza policial. Educación y justicia social es el proceso más largo pero más efectivo para atender el tema de inseguridad y construir una ciudad justa para una convivencia pacífica”.
