Ante un escenario adverso, el Gobierno nacional ha tomado decisiones económicas para resolver problemas estructurales que afectan el bolsillo de las familias. Las reformas y el elevado precio del petróleo fundamental esta perspectiva
Iván Posada P.
El soporte económico sobre el cual el Pacto Histórico se alista a presentar las reformas pensional, laboral y a la salud, son el Plan Nacional de Desarrollo, el Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2023 de 405 billones y la reforma tributaria por 20 billones, que se incorpora al PGN, mediante una solicitud de adición presupuestal al Congreso de la República.
La tributaria aprobada el año pasado por 20 billones de pesos empezó a aplicar criterios de progresividad reales. Por ejemplo, el sector minero–energético (carbón y petróleo) pagará una tasa adicional de 5 por ciento y además las regalías que trasfieren las empresas del sector al Estado como compensación por el impacto ambiental que causan, no serán deducibles del impuesto de renta.
Los patrimonios quedarán gravados en forma escalonada desde los 3 mil millones, 5 mil y diez mil millones con impuesto de 0,5; 1; y 0,5 por ciento respectivamente. Así mismo, las firmas del sector financiero, pagarán una tasa adicional de cinco por ciento. Por su parte, los dividendos para las personas naturales residentes en el país pagarán 15 por ciento de impuesto y las no residentes tributarán el 20 por ciento.
El salario mínimo se incrementó en 16 por ciento, pero descontada la inflación (13,1 por ciento), el aumento real, la capacidad de compra de los salarios, en cifras redondas, solo tuvo un incremento de dos por ciento.
Crecimiento del PIB 2022
La última información disponible en el Dane, tercer trimestre de 2022, señala un crecimiento de 7 por ciento, mucho menor con respecto al trimestre inmediatamente anterior de 12,6 por ciento, lo que sugiere una desaceleración de la economía. Unos pronósticos indican que el consolidado para 2022 sea de ocho por ciento, otros más pesimistas, como el del Banco Mundial estima un crecimiento de 7,1 por ciento. (gráfico 1).
Gráfico 1
Evolución del PIB 2018–2022
Por sectores económicos
Julieth Solano, directora del Dane, afirmaba que el crecimiento arriba señalado, se explicaba por la reactivación del transporte aéreo (80 por ciento); conciertos, eventos masivos (industria del entretenimiento y recreación), comercio, restaurantes, hoteles, (36 por ciento). En el sector industrial, la adquisición de bienes de capital y activos fijos contribuyó con el 21,2 por ciento; minas y canteras, que incluye la producción de petróleo y gas, creció 2,5 por ciento.
De los doce sectores en la nomenclatura actualizada del Dane, el agropecuario fue el único que disminuyó (-1,6 por ciento), esto explicado por la fuerte ola invernal, el encarecimiento de los insumos importados a causa del conflicto Rusia–Otán y el alto precio del dólar (tasa de cambio). En la actual coyuntura la explicación del Dane es acertada, pero tradicionalmente el sector agropecuario o primario, ha aportado poco al PIB en comparación con el sector industrial y de servicios y eso tiene que ver con el latifundio improductivo, las obsoletas relaciones obrero patronales en el campo colombiano y la brecha socioeconómica entre el país rural y el urbano.
Proyección 2023
Entre noviembre del año pasado y febrero de 2023 la coyuntura económica ha experimentado algunas variaciones. Ya no es tan inminente una recesión mundial en razón a los cambios que se han producido en las dos primeras economías del mundo. En Estados Unidos, el crecimiento anual en 2022 fue de 2,1 por ciento1, y la inflación comenzó a ceder. En China se espera una reactivación económica importante por el desmonte de las restricciones que ocasionó el año pasado el rebrote del covid–19. Por otro lado, se espera que la demanda por crudo se dispare en 2023, con lo cual, se calcula que sea un año de precios altos en el barril de crudo, cerca de 90-95 dólares / barril. Para Colombia, esta coyuntura significa mayores ingresos dado el peso de las exportaciones de crudo en el total de estas. Estaríamos entonces ante una especie de temporada de “vacas gordas”, no por el volumen exportable de crudo, sino por la alta tasa de cambio del dólar.
Estimaciones
Aún con la poca probabilidad que se produzca una recesión en las economías desarrolladas, las más recientes proyecciones indican que la economía colombiana crecerá alrededor del dos por ciento este año, cifra bastante inferior con lo proyectado para 2022. Así las cosas, el PIB para 2023 retornaría a los valores de 2018 y 2019. (grafico 1). El Banco BBVA Research calcula, por ejemplo, que el desempleo nacional aumentaría 11,2 y el urbano 12 por ciento. De cumplirse este pronóstico, habrá un impacto directo en el mercado laboral, o sea, aumento del desempleo.
Hay que tener en cuenta que apenas se está recuperando lo perdido en la pandemia en cuanto a crecimiento y empleo y un retroceso en 2023 sería catastrófico para toda la economía, es como cuando un enfermo se está recuperando y de súbito sobreviene una recaída. El mercado laboral colombiano hoy día presenta una difícil situación de informalidad y una reducción de la producción agravaría aún mas esta situación. (ver tabla 1).
Tabla 1
Mercado laboral colombiano – (noviembre de 2022)
Fuente: Portafolio, enero 20 de 2023
Si a lo anterior se agregan tres millones y medio de jóvenes que ni estudian ni trabajan, la informalidad se agudizaría aún más.
El Pacto Histórico está ad portas de radicar reformas laboral y pensional estrechamente ligadas entre sí que le apuntan a disminuir el desempleo, a formalizar el trabajo y asegurar una jubilación para los 22 millones de trabajadores actuales, lo cual requiere además de la gestión propiamente legislativa, la movilización de la ciudadanía en apoyo a estos estratégicos proyectos.
1 Portafolio, enero 26 de 2023
