Una iniciativa de la reunión del Foro de Sao Paulo, realizada en ciudad de México en noviembre pasado, fue la de la realizar en la ciudad de Bucaramanga el Seminario Internacional para conmemorar el bicentenario del Congreso de Angostura, del inicio de Campaña Libertadora de la Nueva Granada y del triunfo en batallas decisivas como la del Pantano de Vargas y Puente de Boyacá.
La propuesta del Consejo Colombiano de la Paz, ha contado con el auspicio y mecenazgo de la Rectoría de la Universidad Industrial de Santander –UIS− y en su auditorio máximo, Luis A. Calvo, se llevarán a cabo las sesiones del seminario entre el 4 y el 6 de julio próximo contando con una verdadera pléyade de invitados tanto internacionales como colombianos, quienes en varios paneles tratarán los temas del bicentenario, pero también de la actual problemática Latinoamericana, y en especial de la arremetida del gobierno imperial de los Estados Unidos contra Venezuela; los intentos de revivir la llamada «Ley Helms-Burton» contra el pueblo, el gobierno y la Revolución Cubana; y con las medidas que se están aplicando contra la Revolución Sandinista y el gobierno y el pueblo nicaragüense.
El seminario tratará, así mismo, de los temas relacionados con el proceso de solución al conflicto armado interno en Colombia, sus avances y retrocesos, los incumplimientos en la implementación del Acuerdo de La Habana, y sobre todo la preocupación por el exterminio sistemático y continuo de excombatientes y de líderes sociales.
Sea esta la oportunidad para que desde el ámbito popular se rescate la historia de la gesta libertadora, obra colectiva en especial de los más pobres. Para traer a la memoria la necesaria conexión entre la organización guerrillera de la retaguardia republicana, la organización política con sus avanzadas formulaciones para estructurar un sistema constitucional y legal de aplicación tras el triunfo revolucionario, y el accionar del ejército de desharrapados que finamente obtuvieron el triunfo, apoyado en multiplicidad de acciones heroicas, incluyendo en ellas episodios ignorados como la llamada «Batalla del Pienta», verdadera masacre que demostró una vez más la sevicia criminal de los ejércitos del rey. Este sacrificio del pueblo charaleño, impidió que los 800 militares comandados por el coronel Lucas González llegaran al Puente de Boyacá y hubiera sido más difícil a Bolívar vencer al coronel Barreiro en esa Batalla,
Además, tendremos que recordar los episodios de consolidación del triunfo revolucionario en la Nueva Granada y las consecuencias que a nivel internacional generó, entre ellas la revolución de Riego y Quiroga iniciada en España comenzando 1820, movimiento de rechazo a la intención de nuevos reclutamientos forzosos de muchachos para que vinieran a morir en nuestras tierras, y que además de la creación de una nueva situación política en la Península, con el advenimiento temporal de los liberales y con el establecimiento de una monarquía constitucional, permitió la liberación de prohombres hacinados en las mazmorras borbónicas, como en el caso de don Antonio Nariño.
Este deberá ser el primer evento de conmemoración del bicentenario, pero las fuerzas progresistas y verdaderamente patrióticas debemos aprestarnos para las otras conmemoraciones que se enmarcan dentro del propósito de la recordación integral. Preparar los actos para resaltar el bicentenario de la firma de los Tratados de Trujillo en noviembre de 2020; comprometer al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y al movimiento social del hermano país para conmemorar en junio de 2021 el bicentenario de la Batalla de Carabobo, que definió la libertad de la Patria de Bolívar.
Y conmemorar de ahí a diciembre de 2024 las batallas de Bomboná, Junín y Ayacucho, que lograron definitivamente la independencia política de Suramérica del yugo español.
La celebración del bicentenario, debe ser aprovechada por los sectores progresistas y revolucionarios para hacer énfasis en el fundamental aporte del pueblo raso en la gesta militar que culminó en la Independencia Latinoamericana y organizar y conducir al pueblo en la lucha por la construcción de la real democracia, por la implementación de los Acuerdos de Paz, eliminación de la explotación burguesa, la recuperación de la soberanía y la defensa de la naturaleza, en síntesis la segunda Independencia.