martes, abril 16, 2024
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Se busca mayor coordinación de trabajadores latinoamericanos

El 8 y 9 de diciembre pasados, en La Habana (Cuba), se reunieron representantes de las centrales de trabajadores de Cuba, Brasil, Nicaragua, Panamá, El Salvador, Uruguay, Argentina y Colombia, que conforman la secretaría técnica del Encuentro Sindical Nuestra América (ESNA)

Trabajador boliviano
Trabajador boliviano

Luis Alberto Vanegas

El 8 y 9 de diciembre pasados, en La Habana (Cuba), se reunieron representantes de las centrales de trabajadores de Cuba, Brasil, Nicaragua, Panamá, El Salvador, Uruguay, Argentina y Colombia, que conforman la secretaría técnica del Encuentro Sindical Nuestra América (ESNA), donde también participó la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

En este se evaluaron, entre otros, la situación política de los trabajadores bajo la coordinación de Juan Castillo del PIT CNT de Uruguay, y se recibió el informe del presidente de la CTC de Cuba sobre los avances en los compromisos de los 3,5 millones de trabajadores cubanos afiliados y el gobierno por desarrollar un modelo próspero y sostenible; se evaluó, en el balance político del ESNA, entre otros aspectos, los triunfos electorales en Bolivia, Chile, El Salvador, Brasil y Uruguay; se denunciaron los intentos desestabilizadores del imperialismo.

Además, se analizó la lucha de los trabajadores ante la imposición de la profundización de medidas neoliberales como son los casos de Colombia, Perú, Panamá. Todas estas situaciones exigen insistir en la más amplia unidad de acción de los trabajadores organizados en la región.

Se realizó el balance del último período comprendido desde el VI Encuentro de mayo de 2014, llevado a cabo en La Habana, se aprobó una nueva declaración política y el plan de acción hasta cuando se desarrolle la próxima secretaría técnica en Uruguay en el marco del Congreso del PIT CNT, en agosto de 2015.

Se resaltó, además: la necesaria solidaridad con el pueblo mexicano por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa; el apoyo al gobierno democrático y progresista de Venezuela; apoyar el proceso de paz en Colombia; y se llamó a expresar la solidaridad por el respeto a la vida de los dirigentes sindicales y populares en el caso de los asesinatos de sindicalistas en Guatemala y en Colombia.

Se ratificó la Declaración de Principios para conformar un espacio de unidad, debate, reflexión y coordinación con el fin de contribuir a la unidad de acción, la solidaridad y la lucha de toda nuestra clase:

“A ella están convocados todos los trabajadores y todas las organizaciones sindicales y sociales con base de trabajadores que defienden los intereses de clase, sin importar su afiliación internacional, se ratifica que venimos desde lo más profundo de nuestra historia; recogemos la rebeldía de nuestros próceres libertarios, acumulamos la experiencia de miles de batallas libradas por los trabajadores, estudiantes, pensionados, mujeres indígenas, negros y campesinos a lo ancho y largo de nuestra América”.

“Creemos en el socialismo como sistema para el desarrollo humano. La transformación de Nuestra América pasa necesariamente por la integración económica política y social de nuestros pueblos. Por eso, ante el permanente acecho del imperialismo, y en medio de diversas crisis del capitalismo, rescatamos el ascenso de la lucha de clases que genera la elevada conciencia política que posibilitan tener hoy procesos revolucionarios y gobiernos de izquierda en América Latina”.

La unidad de acción de los trabajadores es su herramienta fundamental para profundizar los cambios indispensables que promuevan el desarrollo soberano de nuestros pueblos, que eleve el nivel de vida, redistribuya la riqueza, elimine las desigualdades sociales promoviendo la integración soberana de América rumbo a su liberación.

Se ratificó el llamado a todos los trabajadores y al movimiento sindical comprometido con los cambios y la derrota del modelo neoliberal, a desarrollar la más amplia movilización y poner en práctica los principios de clase con el fin de rescatar al movimiento sindical de su crisis para llevarlo a la altura de las exigencias y los retos que impone el momento histórico. En este ambiente de fraternidad y solidaridad de clase, se aprobó la más amplia movilización en apoyo a los diálogos entre el gobierno colombiano y las FARC en La Habana y la extensión de estos procesos de solución política al ELN y al EPL, se respaldó la convocatoria a un Foro de los Trabajadores por la paz en Colombia, en 2015.

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