Presidente y expresidente se tiraron puyas por cuenta de la reforma laboral y desempolvaron un episodio poco conocido que revela la violencia y las desigualdades en el sector agrario
Simón Palacio
@Simonhablando
La red social X fue una vez más el escenario de un intenso debate entre el presidente Gustavo Petro y el exmandatario Álvaro Uribe Vélez. En esta oportunidad el detonante de la discusión giró sobre la reforma laboral, donde ambos dirigentes no solo cruzaron opiniones económicas, sino también se tiraron puyas por cuenta de un episodio del pasado que salpica al principal líder del partido opositor Centro Democrático.
Es importante recordar que la reforma laboral presentada por el Gobierno nacional busca recuperar derechos laborales suprimidos por la Ley 50 de 1990 y la Ley 789 de 2002.
Esta última fue aprobada en la presidencia de Uribe Vélez bajo una política de reducción en los costos laborales, lo que se tradujo en aumento de la jornada de trabajo, modificación en el pago de domingos y festivos, desnaturalización en el contrato de aprendizaje, entre otras medidas regresivas para la clase trabajadora.
El debate
El alboroto en redes sociales lo inició Uribe Vélez al señalar que la reforma laboral que lidera el Gobierno nacional produciría un problema “enorme” a la pequeña empresa y a la confianza de los colombianos.
Para el también exsenador, el proyecto es un “capricho ideológico” que busca acabar normas que han servido, como el recargo nocturno desde las nueve de la noche o la licencia de maternidad en catorce días.
La respuesta del presidente Petro, también en X, inició recordando que Uribe Vélez como hacendado tuvo problemas laborales en una de sus haciendas y que eso llevó a la muerte de muchos de sus trabajadores.
Petro además indicó que el buen desarrollo del país implica salarios reales que generen dignidad. “El expresidente parece adorar el mundo de Dickens, de niños explotados de la Inglaterra del siglo XIX”, se puede leer en otro apartado de la publicación.
Como era de esperarse, lo dicho desató la furia de Uribe Vélez. “Respete presidente Petro, que mientras usted delinquía yo trabajaba”, fue el inicio de una extensa publicación en la que el exmandatario dio su versión sobre lo acontecido en la hacienda San Cipriano – La Mundial.
“La (sic) FARC presionó al sindicato hasta volver inviable la empresa (…) Antes de mi elección presidencial la guerrilla publicó en Europa la falsedad de que yo había asesinado a los sindicalistas para recuperar la finca, que poco a poco la destruyó la intervención de la (sic) FARC”. La anterior cita condensa la versión oficial del expresidente.
Para concluir el debate, Petro replicó con la frase: “mientras sus trabajadores con hambre en el estómago le daban riquezas, yo trataba de hacer una revolución para evitarlo”. Además, invitó al hacendado Uribe Vélez a unirse a la revolución de la equidad social y la democracia profunda.
San Cipriano – La Mundial
Lo cierto en este particular rifirrafe entre el presidente Gustavo Petro y el expresidente Uribe Vélez es que se desempolvó el caso de la hacienda San Cipriano – La Mundial.
De acuerdo a una investigación de Voragine, la historia se remonta a 1978. En esa oportunidad, el joven hacendado Álvaro de tan solo 25 años y la Sociedad Inversiones Uribe Vélez Limitada, representada por Alberto Uribe Sierra, compraron la hacienda San Cipriano y La Mundial, dos inmuebles rurales de 1.046 hectáreas ubicados en Maceo, noroeste de Antioquia.
El vendedor fue Carlos Emilio Tirado Vélez, uno de los miembros fundadores del Sindicato de Trabajadores Agrícolas, Sintraagrícola, que agrupaba a cerca de 150 trabajadores que cortaban caña y producían panela en la región.
San Cipriano – La Mundial está muy cerca de la Hacienda Guacharacas, predio donde fue asesinado en 1983 el señor Alberto Uribe Sierra, padre del expresidente, además de ser presuntamente el lugar donde nació el Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia en la década de los noventa.
Lo cierto es que finalizando los años setenta, la familia Uribe Vélez concentraba un fuerte poder económico en el corregimiento de San José del Nus, con la cría, levante y venta de ganado en Guacharacas, así como una prospera estancia panelera en Antioquia con San Cipriano – La Mundial.
La familia Uribe versus los trabajadores
En una entrevista para Blu Radio, el expresidente Uribe Vélez se refirió al episodio en el habría entregado la finca San Cipriano – La Mundial a un sindicato “controlado por la (sic) FARC” para no tener más problemas en la región.
Sin embargo, registros periodísticos entre 1978 y 1980 informan que un grupo de 68 trabajadores de Sintraagrícola comenzaron a protestar porque habían dejado de pagar no solo los salarios, sino también los gastos y mantenimiento del trapiche. En la versión del sindicato, esto llevó a que la familia Uribe Vélez entregará el control de la finca para pagar deudas y prestaciones vencidas, eso sí de manera temporal y manteniendo el derecho de propiedad.
Un artículo de 2017 firmado por el periodista Gustavo Gallo Machado en El Colombiano, que curiosamente no se encuentra disponible en la web, recoge algunos testimonios. Según recuerdan los trabajadores, la protesta de Sintraagricola era para acabar las intensas jornadas de trabajo, además de garantizar vacaciones, salarios justos, buena alimentación y condiciones laborales dignas.
El sindicato siempre negó estar vinculado a la guerrilla, y denunció el asesinato y desaparición forzada de por lo menos 12 personas conectadas con San Cipriano – La Mundial entre 1984 y 1997, además del despojo de esa tierra por parte de los grupos paramilitares.
El debate es relevante no solo por la importancia histórica en un episodio poco conocido en el abultado Expediente Uribe, sino también porque deja en evidencia el problema de las relaciones laborales en el sector agropecuario y que la reforma laboral quiere corregir en favor del campesinado.
