Regreso gradual a clases vs. desobediencia civil

0
5034
Sede de la Secretaría Distrital de Educación. Foto SDE

Adriana Quintero

El pasado 7 de septiembre la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, dio una rueda de prensa en la que comunicó los lineamientos para la reactivación de las clases de manera gradual, progresiva y segura que se hará a partir del próximo 13 de octubre. Sin embargo, aún no llega a un acuerdo con la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, para que los colegios públicos también participen de la reapertura del sector educativo planteado en el decreto 193 de 2020 que avaló “la nueva realidad”.

Según la mandataria, inicialmente las instituciones como jardines, colegios privados y universidades que quieran acceder al cupo epidemiológico, deberían inscribirse desde el 7 de septiembre en la página de la Secretaría de Educación de Bogotá y registrar sus protocolos de bioseguridad que serán revisados por Secretaría de Salud.

A su vez, manifestó que la Secretaría de Educación tendrá en cuenta la autorización de cada consejo directivo para que la Institución inicie el proceso de participación, también validarán el consentimiento informado de los padres o acudientes del niño o niña que asistirá a clases y posteriormente examinarán la estrategia de flexibilización de los niños y niñas que no van a ser enviados al colegio ya que este, a su vez, deberá garantizar su proceso educativo desde casa.

Entre tanto, Edna Bonilla, Secretaria de Educación del Distrito manifestó que “los colegios y jardines autorizados podrán desarrollar sus actividades los lunes, martes, miércoles, viernes y sábado sin restricción horaria, con un aforo del 35% de sus estudiantes y sin restricción de docentes y personal administrativo”.

En cuanto a las universidades, Bonilla agregó que operarán los lunes, martes, viernes y sábado con restricción horario que iría desde las 10:00 de la mañana a las 4:00 de la tarde y después de las 7:00 de la noche, con un aforo no mayor al 25% del total de los estudiantes.

Según la alcaldesa, son alrededor de 2.300.000 personas que integran la comunidad educativa en Bogotá, pero tan solo el 20% de los padres está de acuerdo con que sus hijos e hijas regresen a clases presenciales.

No obstante, la mandataria aclaró que “ningún padre o madre de familia de Bogotá será obligado a enviar a su niño, niña o joven al colegio o a la Universidad”. De la misma manera, advirtió que “cualquier niño o niña, joven o padre de familia que solicite el derecho de tener retorno gradual, progresivo y seguro debe garantizarse por eso las instituciones deben surtir los protocolos y procedimientos para que se pueda hacer”.

En declaraciones a un medio nacional la Secretaria de Educación manifestó que son consientes de que en cualquier momento se van a presentar casos de niños contagiados por Covid-19 ya que no están exentos de que suceda. Estas polémicas declaraciones le dan la razón al 80% de padres de familia y a los docentes y dirigentes de Fecode quienes se oponen radicalmente al regreso a clases presenciales argumentando que “prevalece el derecho constitucional de la vida y que es un deber del Estado proteger la vida y a salud”.

Para Pedro Arango, profesor e integrante de Fecode y directivo de la CUT, la propuesta de la mandataria es bastante riesgosa y afirmó “que el regreso a clases presencial no es seguro porque efectivamente los niños se van a terminar contagiando”. Agregó que “hay algunas universidades que no han planteado la necesidad de la reapertura debido al riesgo de la pandemia, mucho menos lo harán los colegios, porque los niños no son cuidadosos ni tienen la capacidad para cumplir con los protocolos de bioseguridad; lo que queremos es evitar que los niños, niñas, jóvenes, maestros y padres de familia se infecten”.

Por otro lado, y desde Fecode se pronunció su presidente Nelson Alarcón e indicó que “el Distrito Capital no está preparado para un retorno presencial, hay muchas dudas sobre la alternancia y se está trasladando la responsabilidad a estudiantes, padres de familia y docentes, cuando la responsabilidad es del Gobierno”.

Es evidente que la mandataria Claudia López, se contradice en sus argumentos puesto que en la rueda de prensa manifestó su interés de consensuar con Fecode diálogos que permitan llegar a un acuerdo. Sin embargo, Pedro Arango indicó que la semana pasada se dio la primera reunión, pero finalmente “no se llegó a ningún acuerdo porque ella mantuvo la posición de hacer la alternancia”.

Con base en lo anterior, está claro que para la alcaldesa no es suficiente que el 80% de los padres se niegue a volver a las aulas por miedo a que sus niños, niñas y jóvenes se contagien. Tampoco está teniendo en cuenta que los profesores de colegios públicos representados por Fecode se rehúsan a participar de las pruebas piloto estipuladas para el regreso a clases ya que consideran que “no es aconsejable ante el frágil respaldo hospitalario, la demora de entrega de resultados de las pruebas Covid-19 y el desconocimiento de las consecuencias y resultados del levantamiento generalizado de la cuarentena el pasado primero de septiembre”, dice la Federación de educadores.

Por último, dejan claro en su comunicado que “el hecho que baje el ‘pico’ de la pandemia, no significa que desaparezcan las amenazas contra la salud y la vida, ni mucho menos que se pueda retornar a clases presenciales sin exponer al contagio masivo a la comunidad educativa”. Por lo tanto, Fecode “mantiene la posición de desobediencia civil”.