El principal deporte del país siempre ha estado en manos de los hombres, representando la triada patriarcado, burocracia y explotación. Mientras tanto, las mujeres siguen exigiendo igualdad en la cancha y fuera de ella
Violeta Forero
@Violeta_Forero
Se pensaba que, con la llegada de Fernando Jaramillo a la presidencia de la División Mayor del Fútbol Colombiano, Dimayor, todo iba a cambiar y que el nuevo panorama para el fútbol profesional femenino iba a ser distinto para las jugadoras, sin embargo, todo se quedó en palabras.
“El fútbol femenino debe tener una estructura dentro de la Dimayor y de la Federación, debemos tener un apoyo institucional, que esto no se les vuelva una carga a los equipos, sino que sea algo sostenible en el tiempo. Tenemos que crear una estructura que trabaje en el fútbol femenino para que eso pueda llegar a ‘buen puerto’; ofrecerles a las jugadoras las garantías de que se va a hacer un campeonato serio, consistente, de que vamos a tener recursos para esa liga y un trabajo consistente”, dijo Jaramillo en su primera conferencia de prensa.
“La idea no es que se vuelva una carga para los clubes ni que tengan que salir a buscar recursos rápidamente para hacerlo. Implica un proceso y una disciplina para el fútbol femenino. Pero cuenten con mi compromiso para apoyar al fútbol femenino, pero verdadero, no simplemente por popularidad. Yo creo en los beneficios del fútbol femenino para el fútbol colombiano”, puntualizó el alto dirigente futbolero.
Las mismas excusas
En contravía de lo anterior, estos cambios no solo no se han visto, sino que se sigue agudizando la brecha entre lo masculino y lo femenino en el universo del fútbol nacional. Para muestra, un botón: una vez más Dimayor ha anunciado que la Liga Profesional Femenina de Fútbol de Colombia será tan solo de dos meses. A la decisión de la máxima instancia que se encarga de administrar y reglamentar los torneos, se le suma la constante de no encontrar patrocinios estables y comprometidos, como con una exagerada asimetría salarial que obliga a la mayoría de las jugadoras profesionales a renunciar a sus sueños.
Como se está volviendo costumbre en quienes promocionan el fútbol femenino, los anuncios de Dimayor conmocionaron a una buena parte de la hinchada, a medios de comunicación comprometidos en la promoción de la liga profesional y en general para aficionadas del deporte y que vienen en la última etapa exigiendo igualdad.
En una entrevista con Blu Radio sobre el tema, Jaramillo afirmó que se trataba de un “tema de agendas” y que “es una lástima que el fútbol femenino se vea damnificado”, sin embargo, más adelante en la misma intervención radial, afirmó que “el fútbol de hombres lleva más de 70 años y que el femenino solo lleva seis años” y que la idea que estuvieran era que estuviera a la par, pero que era un proceso. Lo anterior ocasiono más indignación al público, pues es una forma de subestimar el balompié femenino.
“Cuando Fernando Jaramillo llegó a ocupar el cargo de presidente de la Dimayor, pensamos que iba a ser diferente, porque al principio tocó el tema del fútbol femenino y recalcó que estaba muy comprometido con nosotras las mujeres, las jugadoras colombianas y creo que hasta el momento no se ha visto reflejado nada de lo que él dijo al comienzo de su nombramiento. Entonces, quedamos un poco sorprendidas y tristes de que realmente no se esté cumpliendo lo que en algún momento prometió”, le dijo al semanario VOZ Lina Gómez, jugadora profesional de fútbol femenino, quién en la actualidad milita en el equipo femenino de Millonarios F.C.
¿Cuál es el estado actual del fútbol femenino y de su liga profesional?
-Yo creo que regular tirando a malo con incertidumbre. No sabemos todavía fechas específicas de Liga, sabemos que empezará en junio, pero no tenemos un calendario, no tenemos seguridad de proceso pues la jornada de inicio está muy lejos. ¿Qué vamos a hacer nosotras las jugadoras casi cinco o seis meses sin jugar o sin estar en competencia? Es difícil para nosotras y es difícil mantener algo serio y estable cuando las condiciones son así de esta manera.
Sin voluntad
¿Qué opinas de que solo hayan dos meses de fútbol femenino?
-Es terrible, no hay continuidad, no hay proceso, no hay forma de mantener la fuerza física ni mental; es complicado. Por más que una entrene y que una quiera mantenerse, es muy difícil porque cualquier deportista necesita competencia, necesita fogueo y necesita estar a ritmo de competencia para poder estar a tope.
¿Por qué todos los años se repite la misma historia? (falta de patrocinios, falta de recursos, etc.)
-Se repite porque no hay voluntad, no hay esas ganas de querer hacer las cosas bien. La liga femenina carece de organización, no hay ese impulso que se necesita para que las empresas puedan aportar un poco de su dinero y de su economía para el fútbol femenino. Insisto que es complejo, si no hay voluntad y no hay alguna estructura seria, el resultado es una liga corta, mediocre y totalmente desigual con relación a la liga de hombres.
Los argumentos de la Dimayor siempre son falta de patrocinios, sin embargo, la dirigencia del fútbol se encuentra estancada y opacada por escándalos. ¿Necesita el país dirigentes mujeres?
-Por supuesto. No me atrevería a estar 100% segura, pero quizás sí sería distinto. Las mujeres obviamente, siempre queremos ocupar un lugar un poco más arriba en la sociedad de lo que estamos hoy en día. Yo creo que sí sería muy diferente y veríamos el apoyo por el género y también por sacar el deporte femenino en alto. Es muy difícil cuando la liga depende de dirigentes que en el pasado han demostrado su falta de entusiasmo y compromiso con profesionalizar el fútbol femenino.
Un patrimonio de las mujeres
Ha existido apoyo por parte del movimiento de mujeres en reivindicar el futbol femenino, pero ¿cómo podríamos pasar de ese apoyo que no deja de ser solidario a una real apropiación del proyecto? Es decir, ver los partidos, hacerse hinchas, etc.
-Yo creo que también hace parte de las comunicaciones; si comparas la excesiva promoción que tiene el fútbol masculino y te das cuenta que existe una asimetría gigantesca con respecto al fútbol femenino. El marketing en el fútbol femenino es muy bajo y también en las estrategias de comunicación, los medios no le apuestan al fútbol femenino como le apuestan a que un hincha (hombre) siga a su equipo. El fútbol femenino no lo muestran, no lo “venden” por decirlo así. Entonces yo creo que no existen estrategias y no existe un proceso de promoción serio, que en últimas es lo que se necesita para que se pueda aumentar el interés y hacer que la gente se interese. Estoy segura que si existiera otra forma de abordar el tema, la realidad del fútbol femenino sería distinta.
En medio de tantas dificultades que se repiten todos los años, ¿cuáles crees que son los retos del fútbol femenino colombiano hoy?
-Yo creo que uno de los retos más grandes es darse a conocer más a nivel mundial, no sólo en Colombia, sino que vemos que este problema de machismo y de la falta de apoyo no es exclusivo del país, sino que es un fenómeno en muchos lugares de Latinoamérica. La falta de apoyo y algunos pensamientos machistas todavía son comunes. Se ha demostrado que hay talento, hay compromiso, hay títulos internacionales y en medio de tantos tropiezos, hay liga. Es un patrimonio que las mujeres no solo debemos defender sino también valorar.
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