A un mes del desastre ambiental en el pozo Lizama 158, en el corregimiento La Fortuna en la zona de Barrancabermeja, los efectos sobre la naturaleza son lamentables, pero de las responsabilidades del derrame del crudo poco se ha dicho
Carolina Tejada Sánchez
@carolltejada
Los detalles sobre las causas de este afloramiento de más de diez metros de altura son un interrogante, pero, según se ha reportado hasta el momento, las acciones tardías de Ecopetrol para frenar el derrame, en donde además se abrieron paso 14 puntos de fuga, ocasionó que en un tiempo de 29 días la contaminación se expandiera y el reporte hasta ahora arrojado es de varias cuencas de agua contaminadas, entre ellas, las quebradas La Lizama y Caño Muerto, y posteriormente el río Sogamoso.
El impacto generó una emergencia mayor en todo el ecosistema, tanto en la fauna como en la flora. Hasta ahora se conoce que la afectación de la mancha negra que encontró su canal en las fuentes hídricas, recorrió más de 25 kilómetros sin un control responsable ante las dimensiones del problema. Más de tres mil especies habrían muerto en su paso por el territorio, aves, mamíferos entre otras especies de la región habrían perecido por la falta de oxígeno. Otros miles de animales han tenido que ser rescatados y cientos de familias que se vieron afectadas por la contaminación debieron ser reubicadas o auxiliadas.
La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, quien autoriza la explotación de estos pozos, anunció una investigación para determinar las causas y los responsables del derrame. Sin embargo, de antemano la comunidad alertó que es la misma ANLA quien permite dicho tratamiento y en el caso del pozo Lizama, se evidencia un mal manejo del pozo y el abandono paulatino del mismo.
Ecopetrol debe responder
Por su parte, César Loza, presidente de la USO, y quien estuvo en la zona del derrame, comentó que, este pozo tal y como señala la misma comunidad, “había sido perforado hasta mediados del año 2005. Lizama producía 80 barriles por día, y decidieron dejaron inactivo supuestamente por daños mecánicos. El dos de marzo empezó a presentar un afloramiento de crudo y finalmente derivó en la situación que ya conocemos. Una contaminación a las afluentes hídricas y generando un fuerte impacto sobre el territorio”.
César comenta que el afloramiento de crudo que finalmente quedó reducido a un solo punto, combinado con las fuertes lluvias que se presentaron en la zona, conllevó a que se contaminaran otras fuertes hídricas y “afectara a los mismos habitantes, entre ellos a quienes viven de la pesca”.
Es solo hasta el 30 de marzo que el pozo dejó de derramar crudo. “En estos momentos están terminando de instalar una unidad hidráulica que han traído de EE.UU. para poder hacer una intervención directa en el pozo. Esa intervención se hace con el fin de sacar los tubos, las varillas, los tapones que se encuentran dentro del pozo para proceder posteriormente a limpiarlo y sellarlo como demanda la norma”, afirma César, y así mismo, comenta que desde el sindicato, la USO, exigen que se adelanten las investigaciones para dar con los responsables de este suceso.
Advertencia sobre la suerte del pozo
Para la USO, es muy extraño que durante todo este tiempo tuvieran inactivo el pozo de Lizama, por ello, “estamos advirtiendo que podemos estar ante una situación similar a la que se presentó en el año 2005, cuando el gobierno de Álvaro Uribe y el presidente de Ecopetrol, Isaac Yanovich, manifestaron que como el campo no era rentable pues solo producía 2.500 barriles al día, era necesario buscar un socio estratégico, y le entregaron el 50% del campo a una multinacional, a la Occidental de Colombia, y el yacimiento que antes producía 2.500 barriles hoy produce 45 barriles diarios, sin ningún tipo de tecnología o mejoramiento en la explotación. Cuando realmente ese campo petrolero debería ser de Ecopetrol y las ganancias para el Estado”.
Lo que le preocupa a César y al conjunto de la USO, es que en el campo de Lizama, puede estar pasando algo similar, “Un pozo que durante 25 días duró produciendo casi 5 mil barriles de crudo netos diarios, es decir aproximadamente unos 80 mil barriles en estos días, significa que es una formación que tiene bastante crudo, lo que nos preocupa es que estos pozos los estén dejando inactivos para más adelante entregárselos a una multinacional”.
Y enfatiza en que el afloramiento del crudo que produjo el desastre, se da, “porque hay un pozo mal abandonado, mal sellado y se presentó una sobre presión, si ese pozo estuviera debidamente abandonado y sellado como demanda la norma no se hubiera presentando este incidente con las consecuencias que hoy conocemos”.
Reparación ambiental y social
Por ello, además de exigir la responsabilidad de Ecopetrol en el mantenimiento de los pozos petroleros como se debe hacer, expresa la necesidad de que “se disponga de los recursos para que se haga la intervención o que en su defecto se proceda al abandono de los pozos. Y, por otro lado, que haga la intervención del campo petrolero de Lizama, porque lo que está demostrado con esto que se acaba de presentar es que hay bastantes recursos hidrocarburíferos, hay bastante gas y crudo y debe ser explotado en la forma debida y con la responsabilidad con el ambiente y para beneficio del país”.
Finalmente, y dada la verificación de los daños ambientales que se han observado en la región, desde el sindicato se exige que Ecopetrol “proceda a reparar integralmente a las comunidades y el medio ambiente y que genere proyectos productos productivos para compensar el impacto negativo sobre estas comunidades que habitan en este entorno y que derivan su sustento de lo que produce la región. Por otra parte, que Ecopetrol proceda a tomar los correctivos por el abandono técnico del pozo, como dice la norma, para evitar que situaciones como estas se vuelvan a presentar”.