
Los indicadores económicos de 2019 muestran tres tendencias: crecer por cuenta del sector financiero, la destrucción del aparato industrial y el aumento de las importaciones con relación a las exportaciones. Las secuelas inmediatas son el incremento del desempleo y la informalidad
Iván Posada Posada
El DANE publicó en días pasados el consolidado del crecimiento económico de 2019 y el aporte de cada sector a la economía. Dicho crecimiento medido por el PIB (la suma de los nuevos bienes y servicios creados en un año), fue de 3,3 por ciento, el más alto desde 2015. (Ver gráfico 1).
Para el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, es un hecho a celebrar porque al compararlo con el de América Latina y el Caribe, donde el incremento fue muy pobre, (0,1 por ciento), casi a nivel de estancamiento, fue mucho mayor.
Análisis sectorial
Una mirada detallada por los sectores que componen la economía nacional y su aporte al crecimiento, vemos que se trata de un resultado que genera dudas sobre la política económica que se implementa en el país.
Precisamente en el periodo 2015 – 2019 es evidente que el crecimiento se debe no tanto a las actividades generadoras de nueva riqueza y empleo (industria, manufactura, agricultura) sino más bien a las financieras, comercio y servicios, que no son propiamente creadoras de riqueza, ni de empleo y por ende de desarrollo, entendido este como el mejoramiento de la calidad de vida de los trabajadores que en el día a día, aportaron a ese crecimiento con su trabajo.
Análisis sectorial (2019)
La tabla 2 (Ver gráfico 2), muestra que el sector que lideró el crecimiento en 2019 fue el financiero (banca, compañías de seguros, fiducia, fondos privados de pensiones, comisionistas de bolsa). En 2018, por ejemplo, solo los establecimientos de crédito obtuvieron utilidades por 11,7 billones de pesos (Revista Semana mayo/junio de 2019). Le siguen en importancia los sectores de administración pública y comercio (transporte y hotelería), esfera de la economía donde se concentra gran parte de la informalidad, el rebusque, el trabajo por horas, etc.
Los sectores que menos crecieron fueron minas y canteras, agropecuario y por último, el industrial y manufacturero, que con una acertada política, deberían liderar el crecimiento por el valor agregado que generan y por el volumen de mano de obra ocupada. La construcción por su parte, experimentó un descenso de 1,3 por ciento, con relación a 2018, una de las causas a su vez del incremento del desempleo ya que este sector emplea mano de obra tanto calificada como no (arquitectos, ingenieros, obreros rasos, tecnólogos, etc.).
La agricultura, ganadería, pesca, silvicultura como sector presentó un retroceso con relación a 2018 y el único ítem de este que creció en 2019 fue el café, que tuvo un crecimiento de 9,5 por ciento. (DANE, 2020).
Participación
El sector comercio, transporte, hotelería, turismo, (servicios en general) aportó cuatro veces más que la industria y la manufactura y 6,5 veces más que el sector agropecuario al crecimiento del PIB en 2019. Lo anterior evidencia el proceso de desindustrialización de la economía colombiana desde la apertura aplicada desde 1980. Cada año el peso específico de la industria y la manufactura en el total de la economía tiende a disminuir.
Lo anterior explica por qué hay un crecimiento con una alta tasa de desempleo (10,6 por ciento a diciembre de 2019). El sector que más crece, el financiero, no genera nuevos puestos de trabajo, al contrario, tiende disminuir por efecto del uso intensivo de la sistematización, la informática, que desplazan la mano de obra.1
El sector externo
El grueso de las exportaciones están representadas por el crudo y minerales (locomotora minero energética) y café. Por otro lado, se importan autos y electrodomésticos de Corea; tecnología, bienes de capital y alimentos de Estados Unidos y de China todo lo anterior. La utopía basada en los TLC como fuente de desarrollo y empleo está totalmente desvirtuada por las cifras: estamos importando mucho más de lo exportamos, lo que se traduce en un déficit en la balanza comercial de US$10.769 millones. (DANE 2020)
El anterior balance habla de una economía caracterizada por la preponderancia cada vez mayor del sector financiero – especulativo en el total de la economía, en detrimento de la esfera realmente productiva (industrial – manufacturera) y en la exportación de materias y bienes primarios de acuerdo a las necesidades de la economía mundial. Son parte de los efectos negativos de la globalización en condiciones de dependencia.
1 En economía política el capital constante lo conforman los medios de producción, maquinaria, materias primas etc. En tanto el capital variable es la fuerza de trabajo que compra el empresario para realizar la producción. Se dice que es variable porque depende del grado de organización de los trabajadores para lograr mejores salarios.