
Toman la decisión de participar electoralmente
Juan G. Salguero J.
Con el avance del neoliberalismo los pensionados continúan siendo víctimas del capital financiero, con los proyectos de reforma pensional y su entrega de los recursos pensionales a los fondos privados; la negación a disminuir descuentos a sus mesadas y la conversión del derecho a la salud en negocio.
Estas entre otras, son las denuncias de la Organización Colombiana de Pensionados, OCP, generadas por los efectos de las políticas económicas y sociales que el gran capital global impone a través del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, FMI, y la OCDE y que la oligarquía colombiana en el poder obedientemente cumple.
Los voceros del poder mundial en coro con el Gobierno colombiano, vienen reclamando con vehemencia la “urgencia” de otra reforma pensional en contra de los trabajadores activos y pensionados, y particularmente contra las mujeres, al aumentar la edad en cinco años para acceder a este derecho, e igualar la edad de ellas con la de los hombres, hoy dos años inferior.
Lo anterior sin contar la disminución de las mesadas, impuestos en forma de retención y la entrega de los billonarios recursos pensionales públicos a los fondos privados, de propiedad de Luis Carlos Sarmiento Angulo y del sindicato antioqueño; lo que no tiene razón ya que existe Colpensiones que los administra, eliminando el régimen de prima media con prestación definida que liquida las pensiones con el 75% de los ingresos promedio, reduciéndolas al 25% que liquidan los fondos.
A las mesadas de los pensionados se les aplica el descuento del 12% con destino a salud, superior al de los trabajadores, que es del 4%, siendo la tercera parte por cuanto el Estado y los empleadores comparten las restantes para completar el 12%, que le trasladan al salir a disfrutar la pensión, luego de entregar su vida al proceso productivo.
El Congreso de la República aprobó normas reconociendo la injusticia y disminuyéndolo, pero el Presidente de la República las objetó alegando inconstitucionalidad y otros cinco argumentos que fueron rechazadas por el Congreso. En el momento, este proyecto junto con el de disminución de la edad en 150 semanas a las mujeres para acceder a la pensión que también fue objetado por el Presidente, están en la Corte Constitucional para su definición. No se puede olvidar que los altos togados son elegidos políticamente, que estamos en plena etapa lectoral y se sabe de nexos con las otras ramas del poder público en ese terreno, lo que deja a los pensionados en vilo.
Hechos que en opinión de los directivos de la OCP han dejado a los pensionados a la expectativa, acercándolos a otros sectores igualmente victimizados por las políticas neoliberales, permitiendo una mayor coordinación en sus planes de trabajo y accionar, e invitando a las organizaciones hermanas desde el Colectivo de Trabajo por la Unidad Pensional en Bogotá, al lado de la Confederación de Pensionados de Colombia, CPC, a superar la dispersión, fortaleciendo la unidad de acción y la coordinación de acciones que logren parar la andanada en contra de la población.
Manifiestan que por todo lo anterior, su Junta Directiva Nacional ha decidido apoyar y orientar a sus bases a votar a el 11 de marzo para Senado por la exdirigente sindical y pensionada Aída Avella; y para la Cámara de Representantes por las listas de la Decencia y el partido FARC; y en Bogotá por el médico conocedor de la seguridad social y contrario a la conversión de la salud en negocio, Román Vega.