Nuevo Frente Nacional

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Carrasquilla y la bancada del Centro Democrático en la discusión de ley de Financiamiento.

Hernán Camacho
@camachohernan 

Hundir la consulta anticorrupción es el primer acto de lealtad entre las fuerzas santistas y uribistas. Lo grave es que no será el único, se viene un Frente Nacional parlamentario contra el pueblo colombiano, en beneficio de los ricos y los gremios.

El exministro de Hacienda de Juan Manuel Santos, Mauricio Cárdenas le propuso al actual gobernante un “pacto nacional” con base en una agenda económica que “aun siendo impopular” es necesaria dicen. La razón del exministro para tenderle una mano al uribismo es la situación fiscal del país y el manejo de la economía.

Por ello llamó a los partidos independientes del Gobierno a dejar las diferencias y hacer unidad en torno a tres temas: permitir el fracking, adelantar la reforma pensional y ejecutar recortes sociales.

Hoy, hacer fracking es ilegal y por eso solo el Congreso puede autorizar la extracción de petróleo por métodos no convencionales e iniciar la licitación de los bloques para exploración y explotación.

La reforma pensional no la tienen tan fácil. A pesar que los fondos quedaron bien parados tras la discusión de PND, Luis Carlos Sarmiento y el Grupo Antioqueño, preparan una reforma a la ley 50, para aumentar la edad y las semanas de cotización para pensionarse. Asofondos quiere regular los traslados ciudadanos a Colpensiones.

Esa reforma no será posible antes de elecciones locales. Una reforma pensional causa divisiones en el Centro Democrático. O le cumplen a los gremios o hacen fascismo populista.

Y el tercer tema es la venta de activos estratégicos. Luego de conocer el Marco Fiscal de Mediano Plazo y la negación de una crisis económica que asoma, el Gobierno está dispuesto a enajenar acciones en más de 108 empresas del Estado o de economía mixta, entre las más importantes Ecopetrol y Cenit la trasportadora de crudo.

A eso súmele los recortes por orden fiscal y para afrontar la crisis económica. Superar la crisis económica a costa de los trabajadores, será la agenda política del débil gobierno Duque. En el fondo los gremios buscan estabilidad política para defender sus ganancias. Probablemente como sucedió con el hundimiento de los proyectos anticorrupción el Gobierno ponga el pecho para cumplirle a los gremios.

A la oposición le queda lo más difícil, juntarse sin sectarismo, vanguardistas ni agendas soterradas para enfrentar al enemigo de clase, al Consejo Nacional Gremial. Movilización y argumentos contra el fracking, enfrentar una reforma abanderando el proyecto de ley de pensión universal que presentaría la bancada alternativa. Y ante el apretón fiscal, movilizarnos en la calle y en las urnas derrotando el uribismo. El freno de mano lo tiene la ciudadanía.