Cerrado el proceso de inscripciones de candidatos para las elecciones locales del próximo 27 de octubre, VOZ habló con Gabriel Becerra, profesor universitario, Secretario General y representante legal de la Unión Patriótica, ahora, Colombia Humana – UP, sobre el acuerdo y sus perspectivas
Redacción Política
–¿En qué consiste el proceso de unidad UP- Colombia Humana?
–En la incorporación del nombre y el logo de la Colombia Humana con la autorización de sus representantes, en los estatutos de la UP, para garantizar que los ciudadanos identificados con esta propuesta política que lideraron Gustavo Petro, Ángela María Robledo, Aída Avella y muchos más, pudieran inscribirse con su identidad como candidatos para las elecciones locales, ante la negativa del Consejo Nacional Electoral, CNE, de reconocerles personería jurídica independiente.
Cada organización preserva su autonomía. Las estructuras y direcciones de la UP no cambian y respetamos que quienes son de Colombia humana se den la organización que consideren más conveniente.
Desde el punto de vista político, es una alianza programática y electoral, sobre la base de los siguientes puntos: 1. Defensa del acuerdo de paz, su implementación y la solución política negociada con el ELN. 2. Lucha frontal contra la corrupción y defensa del patrimonio público. 3. Protección de la primera infancia y realización de los derechos a la salud y a la educación pública como forma de superar la desigualdad. 4. Ordenamiento territorial democrático. 5. Defensa del agua y el medio ambiente e implementación de energías limpias. 6. Hacia una economía productiva no extractiva que defienda la vida. 7. Combate a toda forma de discriminación y lucha contra la pobreza. No es una fusión.
Se creó un mecanismo de coordinación: las comisiones paritarias que de manera diferenciada han empezado a funcionar. El acuerdo fue con Gustavo Petro y Ángela María Robledo que delegaron cuatro representantes a la comisión nacional.
–¿Qué representa esta decisión para la UP?
–Un desafío, al igual que para Colombia Humana. Lo cómodo para todos hubiese sido no arriesgarnos a trabajar con otros, no abrirnos. Dedicarnos a impugnarnos unos a otros mientras la derecha sí se une por encima de sus debates internos. Pero no, decidimos dar el paso y arriesgarnos. Por unanimidad la junta nacional asumió el reto en coherencia con lo definido por el VI Congreso que trazó una política de convergencia. Con esta política se ayudó a construir la lista de la Decencia, recuperar nuestra voz en el Senado y, estoy seguro, también recuperaremos otras representaciones en los territorios, comenzando por Bogotá. Si evaluamos las experiencias políticas exitosas en América Latina e inclusive en otros continentes, ninguna de ellas fue posible sin acuerdos de unidad.
La UP ante todo es un proyecto político vigente que con base en sus principios puede crecer y aportar su legado, autoridad moral y presencia a un proyecto de convergencia capaz de ser gobierno y poder alternativo en Colombia. Esta es una de las maneras más importante de reivindicar la memoria viva de nuestros mártires.
El futuro
–¿Y a la Colombia Humana, cómo la evalúan?
–Somos respetuosos. Pero es evidente que no existe una sola interpretación. Para Petro y algunos compañeros que se identifican con su liderazgo la Colombia Humana son los ciudadanos que salen y respaldan sus convocatorias, no un partido homogéneo y estructurado. Lo que es bastante polémico y en la práctica genera diversos conflictos. Para otros sectores, el ideal es hacer de Colombia Humana otro partido con estatutos, estructuras, etc… Ese es el intento que se ha hecho en algunas regiones y nos hemos encontrado, con muy pocas excepciones, con varios comités y también muchos conflictos.
Como UP preferimos que Colombia Humana sea una convergencia de fuerzas capaz de unirse en la diversidad, defender una plataforma democrática y movilizar a millones de colombianos.
–¿Cuál es la perspectiva en el futuro de esta unidad?
–Estamos porque la alianza CH – UP trascienda la coyuntura de las elecciones locales y pueda convertirse junto a otros sectores sociales y políticos en parte fundamental de un bloque de poder alternativo. En muchos lugares compartimos con Mais, PDA, FARC, Verdes, fuerza ciudadana, entre otros. No lo ocultamos, nuestro objetivo con la unidad es ser gobierno en el 2022 para cambiar el país.
–¿Cuántas candidaturas lograron inscribir y cómo mantener esa unidad en adelante?
–A pesar de que la alianza se concretó a última hora, entre candidatos propios y en coalición vamos a estar por el orden de los 4000 candidatos. El logo de Colombia Humana – Unión Patriótica estará en 30 departamentos, 8 candidaturas a gobernación, 25 listas a asambleas y aproximadamente 400 municipios con alcaldías, listas a concejos y JAL.
La capital
–¿Cómo es esa unidad en Bogotá?
–CH – UP junto a Mais y Farc finalmente tenemos listas unitarias en la mayoría de las 20 localidades. En los territorios se han dado procesos interesantes de alianzas y se cuenta con valiosos liderazgos entre veteranos y jóvenes. Al Concejo y a la Alcaldía se avaló la lista cerrada CHUP – MAIS que lideran Ana Teresa Bernal y nuestra compañera Heidi Sánchez, y la opción de Hollman Morris respectivamente.
Como UP junto a CH desde hace meses aprobamos trabajar en una convergencia con el PDA, Alianza Verde y Activistas con la aspiración de tener un solo programa y un solo candidato. Lamentablemente, esta alianza se rompió y tanto en el tema de alcaldía como en el de la lista a Concejo, todo se terminó definiendo a última hora.
–Con base en acusaciones hay sectores que han manifestado oposición a la candidatura de Hollman Morris, ¿cómo asumir eso?
–Con franqueza. Empezando por reconocer que en UP no estamos exentos de esta discusión, que tramitamos y resolveremos teniendo en cuenta nuestros principios y en las instancias respectivas, ante la dificultad de no poder hacerlo sobre el tiempo.
Muchos creemos que la CH – UP – MAIS debe seguir insistiendo en un acuerdo programático para que haya una sola candidatura que garantice derrotar el continuismo peñalosista. Ese acuerdo no ha sido posible hasta el momento porque Claudia López pareciera sólo acepta adhesiones y sigue tratando a la izquierda con desprecio. Esperemos qué pasará ahora que la campaña comienza en firme.
Apoyar a Hollman no es contrario a ese propósito, su programa representa de manera más nítida nuestro proyecto de ciudad en temas estratégicos como el metro subterráneo, el ordenamiento territorial y la política social. La opción de Ángela María era la mejor opción y nos evitaba este debate, pero lastimosamente no fue posible.
Sobre las denuncias, creo que debemos ser coherentes, no podemos condenar a nadie por anticipado, ni en este ni en ningún otro caso. La presencia de abogados como De la Espriella evidencia también claramente intereses políticos en juego. Hay que respetar los pronunciamientos que desde el movimiento de mujeres en diversas perspectivas se están haciendo, y dar espacio para el debate porque en últimas, en política democrática a nadie se le debe obligar.