La agencia de inteligencia israelí Mossad accedió a los buscapersonas destinados al grupo libanés Hezbolá. El servicio secreto puso en ellos una sustancia explosiva diseñada para detonar al calentarse las baterías
Alberto Acevedo
Los días martes y miércoles de la semana pasada se registraron masivas explosiones de bíperes en diversos puntos del Líbano. En ese sentido, importantes medios de prensa europeos y norteamericanos, investigadores ─especialistas en temas de conflictos, geoestrategia─ y gobiernos de diversos países, no vacilaron en señalar a Israel y sus servicios de inteligencia como responsables de estos hechos. Estos episodios se interpretaron como un ataque a las milicias de Hezbolá.
Varias versiones coinciden en asegurar que un lote de estos aparatos, conocidos también como buscapersonas, que había ingresado al mercado libanés, fue interceptado por el Mossad israelí, cuyos agentes introdujeron pequeñas cargas de un explosivo inicialmente no determinado. Este de alguna manera fue activado en forma simultánea causando la muerte de 37 personas y heridas más 4500.
Una de las primeras versiones sobre los hechos indica que los buscapersonas fueron producidos por la empresa Gold Apollo, en Taiwán. Un despacho de la agencia Reuters precisa que un importante lote de varios miles de tales aparatos fue adquirido en los últimos meses por compradores del Líbano, para ser utilizados por activistas del grupo Hezbolá.
Evitando la interceptación
Fuentes libanesas confirmaron que sí, efectivamente el grupo de la resistencia islámica prefirió utilizar estos aparatos, de baja tecnología, para sus comunicaciones internas, como medida preventiva para evitar interceptaciones por parte de los organismos de inteligencia sionistas.
Tras las explosiones, Hezbolá y las autoridades libanesas culparon a Israel de la “agresión criminal”. El grupo chiita realiza su propia investigación de los hechos y se comprometió a responder al ataque. Una versión inicial que circuló ampliamente indica que las baterías de litio de los dispositivos explotaron debido a un sobrecalentamiento.
Pero Paul Christensen, de la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido, experto en baterías de litio, dijo a la agencia Reuters que los daños causados por los explosivos son incompatibles con los casos conocidos de fallas en este tipo de baterías en el pasado.
Programas maliciosos
Edward Snowden ─exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos y de la CIA─ indicó, por su parte, que si se tratara de baterías sobrecalentadas, “se esperarían muchos más pequeños incendios y fallas en el encendido”. Entonces, ¿qué pasó?
Rieh Outzen, investigador principal de la empresa norteamericana Atlantic Council, declaró a la cadena Al Jazeera que las explosiones pudieron haber sido provocadas “por la inserción de programas maliciosos a distancia. No es posible que hubiera algún código insertado que sobrecalentara las baterías, sin haberles insertado antes un explosivo”.
Informantes consultados por The New York Times señalaron que los buscas “estaban programados para pitar durante varios segundos antes de explotar”. Este mismo diario, en edición posterior, no dudó en señalar que Israel colocó explosivos en los buscapersonas que explotaron en el Líbano.
La cadena Sky News Arabia reportó que la inteligencia israelí interceptó los dispositivos antes de que fueran entregados a Hezbolá y los rellenó con la sustancia explosiva.
Aumento de temperatura
La agencia de inteligencia israelí Mossad accedió a los buscapersonas que iban destinados al grupo libanés Hezbolá y les colocó una sustancia explosiva llamada Pent (tetranitrato de pentaeritritol), que detonó al calentar las baterías, informó Sky News Arabia citando sus fuentes. Según estas fuentes, la inteligencia israelí interceptó los dispositivos antes de que fueran entregados a Hezbolá y los rellenó del explosivo.
Una vez introducidos en las baterías de los buscapersonas, el Mossad aumentó su temperatura, lo que provocó las detonaciones, indicó la agencia noticiosa.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, António Guterres, advirtió del ‘grave riesgo’ de una escalada del conflicto en Medio Oriente y planteó la hipótesis de que las explosiones sean un ‘ataque preventivo’ antes que ‘una gran operación militar’.
Un castigo justo
Por su parte, María Zajárova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, calificó los estallidos como “un acto de guerra híbrida”, como un acto de agresión contra el pueblo del Líbano.
Entre tanto, el grupo chiita Hezbolá prometió responder con un ‘justo castigo’ a Israel por la ola de explosiones de buscapersonas. De acuerdo con Hezbolá, Tel Aviv es ‘plenamente responsable’ de las detonaciones simultáneas de buscapersonas en todo el Líbano. El grupo afirma haber llegado a esa conclusión tras una investigación de lo sucedido.
“Después de examinar todos los hechos, los datos actuales y la información disponible sobre el pecaminoso ataque, consideramos al enemigo israelí plenamente responsable de esta agresión criminal, que también tuvo como objetivo a civiles”. “El enemigo traidor y criminal definitivamente será castigado por este acto agresivo”, precisó Hezbolá.