Nelson Mandela: Un gigante de la historia

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Nelson Mandela.

“Mandela se erige hoy como un modelo de los valores universales: paz, perdón, humildad, integridad, pasión, respeto y servicio”, dijo el secretario general de la ONU, António Guterres

Ricardo Arenales

“Vencer la pobreza no es un gesto de caridad, sino un acto de justicia; es la protección de un derecho humano fundamental, el derecho a la dignidad y a una vida decente. En tanto perviva la pobreza, no habrá verdadera libertad”. Esto dijo, en algún momento de su fecunda vida, el gran luchador social surafricano Nelson Mandela, que el pasado 18 de julio cumplió 100 años de su natalicio.

Desde muy joven, la vida de Mandela, o de ‘Madiba’, como solían decirle sus compañeros, se vio marcada por una lucha sin cuartel contra el racismo, muy acentuado en su patria, uno de los países de mayor desarrollo en el continente africano, pero al mismo tiempo de mayores injusticias y desigualdad social.

Tras culminar sus estudios de Derecho, fundó la Liga de la Juventud del Congreso Nacional Africano, el partido que mejor encarnó los sueños libertarios del pueblo negro de Suráfrica. Inició una campaña por la desobediencia civil contra las medidas segregacionistas, y tras un primer encarcelamiento, en 1955, publicó la ‘Carta de la libertad’, donde defendía la creación de un Estado multirracial, igualitario y democrático, donde se repartiera equitativamente la riqueza. En ese momento, el movimiento de liberación se identificaba con los ideales del patriotismo y el socialismo.

Un referente mundial

La resistencia civil muy pronto fue ahogada por la brutal represión del régimen racista. En 1955 fueron detenidos, en una redada, ocho mil activistas. Mandela defendió entonces la necesidad de la lucha armada, como último recursos en su propósito libertario. “Cuando decidimos tomar las armas, fue porque la única opción restante era rendirse, o someterse a la esclavitud”, dijo después.

En 1961 creó ‘La lanza de la nación’, una mezcla de guerrilla urbana y rural, como brazo armado del Congreso Nacional Africano, y Mandela fue uno de sus líderes destacados. Siendo un preso político, pues tras unos meses de lucha cayó en manos del enemigo, Mandela se convirtió en un referente a escala mundial de la lucha contra la injustica en Suráfrica.

Por su activismo social, en 1962 fue acusado por el régimen autoritario de su país por el delito de conspiración y estuvo recluido en una cárcel de aislamiento durante 27 años. Si incansable espíritu y la presión internacional, contribuyeron a que recobrara la libertad en 1990. Meses después se lanzó como candidato a la presidencia y fue elegido en 1994 con el 62 por ciento de los votos. Gobernó hasta 1999.

Modelo de valores universales

El pasado 18 de julio, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, con presencia del secretario general del organismo, António Guterres, de altos funcionarios de la ONU y de invitados especiales, entre ellos el afamado actor Forest Whitaker, se llevó a cabo una sesión solemne recordando al legendario luchador por los derechos humanos.

“Mandela se erige hoy como un modelo de los valores universales: paz, perdón, humildad, integridad, pasión, respeto y servicio”, dijo Guterres. “Madiba nos enseñó que estas no son solo palabras, ni ideales vagos, sino acciones concretas que todos podemos llevar a cabo”, dijo el secretario general de la ONU.

El mismo día, en Suráfrica, su tierra natal, se realizaron diversos actos conmemorativos, en los que se le calificó como “un gigante de la historia”. En el estadio de Johannesburgo, ante unas 15.000 personas, el expresidente Barack Obama recordó “la ola de esperanza que se apoderó del mundo” tras la liberación de Mandela, el 9 de febrero de 1990. En 1993, el líder negro recibió el Premio Nobel de la Paz, que compartió con el exmandatario surafricano Frederik de Klerk.