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Mujeres en la Independencia

Al tiempo que se reflexiona sobre el papel de las mujeres en la historia, estas líneas son una introducción al libro Historia Robada de las Mujeres, un alegato feminista que busca aportar, reconocer y visibilizar en el heroísmo independentista, las luchas y las glorias alcanzadas por ellas

Melba Arias Londoño

Si se mira el pasado nacional y universal de las mujeres, desde el asentamiento de la agricultura (inicio de la sociedad patriarcal), hasta mediados del siglo XX (cambio de rol por diversos factores), se constata el desconocimiento de su valiosa contribución al desarrollo de la humanidad.

Su historia les fue robada por ideólogos y sustentadores del patriarcado: cronistas, historiadores, clérigos, literatos, monjes, sacerdotes, gobernantes, artistas, militares e intelectuales de todas las épocas inclusive del presente, quienes, en la creencia de pertenecer a un sexo superior, seleccionaron los hechos a registrar en sus obras y relatos, interpretándolos a su modo, para darles comprensión y significado.

Transgresora y Cacicas

Los aspectos claves y trascendentales referente a la lucha y las vivencias femeninas en nuestra historia, han sido ocultados, desvalorados por los patriarcas y jerarcas que hegemonizan el pensamiento. La tarea es poner de presente y recuperar para el relato nacional, sus hechos, atributos, logros, dificultades, motivaciones, actividades, capacidades, habilidades, aptitudes, preocupaciones, problemas, intereses, proezas, inventos y luchas.

Cuando se visibiliza todo este desconocido bagaje cultural, se reivindica su imagen silenciada y se reconoce en ella la gestora de su propio pasado, allende de una compilación de datos biográficos. Por eso, es importante develar su actuación en las distintas épocas de la vida nacional y universal.

La conquista o invasión española a la América (1492) acarreó el fenómeno de la gran violencia y desarraigo que padecieron los indígenas, pero que, a la vez, propiciaron el desempeño de las primeras transgresora o Cacicas que gobernaban los territorios de lo que hoy es Colombia y tuvieron el valor de enfrentarse al invasor. Desafortunadamente, sus heroicidades y nombres no fueron todos registrados por los cronistas, con excepción de La Gaitana.

En el período de la colonia, paradójicamente, la menos estudiada por considerársele tranquila y bucólica, las criollas, mestizas, negras, mulatas y zambas padecieron la mayor discriminación y degradación, con altos índices de prostitución, y violaciones sexuales dada su inmensa miseria, propiciada por un inhumano desacato a todas las normas, civiles y religiosas, y por una generalizada impunidad, corrupción y compra de favores políticos por parte de los españoles.

Momentos claves

En el lapso del ciclo revolucionario (1781-1819), las mujeres se involucraron en las luchas por sus vidas y por la libertad del pueblo frente al invasor y expoliador europeo, siendo más notoria su actuación, en cuatro claros momentos:

Primero, en el Movimiento Comunero con Manuela Beltrán como promotora. “El 16 de marzo de 1781, en El Socorro, Manuela Beltrán arrancó el edicto del Ayuntamiento que decretaba los nuevos impuestos, dando así inicio al movimiento comunero neogranadino. La insurrección, que llegó a contar con cerca de 20.000 comuneros, se extendió por el nororiente del Virreinato, pasando al centro y occidente de este” (Víctor Moreno, María E. Ramírez y otros. BB. 2012).

Segundo, en las tertulias aparentemente literarias, en el fondo era un semillero de mujeres patriotas totalmente involucradas en trabajos por la Independencia del país, una de las cuales fue la organizada por Manuela Sanz de Santamaria. En dichas reuniones se planeaban y distribuían misiones secretas de espionaje, servicios de correo, confección de uniformes y alpargatas, consecución de caballos, armas, alimentos, elementos de primeros auxilios y ubicación de sitios para el ocultamiento de patriotas perseguidos, y descubrimiento de rutas y composición del ejército enemigo.

Igualmente, fue notoria la colaboración de Soledad Acosta de Samper, prolífica historiadora y escritora de novelas y ensayos, para llevarle cultura a la población, en esa revolucionaria época.

Tercero, el alzamiento del 20 de julio, las vendedoras de la plaza de mercado de Santafé lograron sostenerlo, buscando apoyo entre todos los habitantes y vecinos.

Cuarto, las gestas de la Independencia a las cuales las mujeres sin ninguna distinción se integraron amplia y corajudamente al ejército libertador, en el desempeño de múltiples roles como compañeras, enfermeras, cocineras, espías, cargadoras, mensajeras, sirvientas y guerrilleras. Pocos nombres como Policarpa Salavarrieta, Antonia Santos, Mercedes Abrego, lograron rescatarse para la posteridad, o para ser reseñadas sus proezas en las crónicas, libros u obras de arte.

Su paso por este momento de la Historia Patria fue con mucha pena y con muy poca gloria.

* Abogada, escritora, autora del libro Historia Robada de las Mujeres

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