viernes, marzo 29, 2024
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Mujeres de Marcha Patriótica reclaman por sus muertos en Bogotá

«Nos hemos unido para declarar el inicio de una vigilia permanente por la vida y la paz, y solicitar el amparo de la Iglesia Católica bajo la figura del Asilo Eclesiástico, ante el inminente riesgo en el que se encuentra la vida e integridad de las y los luchadores sociales en nuestro país».

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Este viernes 18 de marzo, cien valientes mujeres de Marcha Patriótica en la ciudad de Bogotá se tomaron la Iglesia de San Francisco. Reclaman verdad, Justicia y reparación por sus muertos y desaparecidos.

Esta Iglesia de San Francisco ubicada en la séptima con Jiménez, ha sido testigo histórica de las luchas y las movilizaciones que en defensa de la vida y la paz han realizado los sectores populares colombianos. Estas cien valientes luchadoras y compañeras, están desarrollando un acto simbólico y pacífico, denunciando la situación humanitaria del país y en particular las que afrontan las organizaciones sociales y populares y en especial de la Marcha Patriótica y el Partido Comunista que han visto como son asesinadas y asesinados en varias partes del país sus militantes.

Aunque agentes de la Policía Nacional intentaron ingresar al lugar para desalojarlo por la fuerza, la presencia solidaria de varios sectores lo ha evitado, por lo cual ellas solicitan la solidaridad nacional y las garantías en su denuncia y protesta simbólica y pacífica.

Ellas desde su sentir de madres, hijas, esposas, amantes, hermanas y luchadoras, han emitido el siguiente y vehemente comunicado

Llamado por la vida y la paz

Estamos aquí porque somos las madres, las hijas, hermanas, amigas y compañeras de 112 hombres y mujeres de nuestro Movimiento Político y Social Marcha Patriótica, cuyas vidas nos fueron arrebatadas por quienes pretenden minar con la guerra el camino de Paz y la reconciliación que viene transitando el pueblo colombiano.

Mujeres de organizaciones sociales, populares y políticas, desde la diversidad que nos constituye como campesinas, indígenas, jóvenes, negras, artistas, estudiantes y trabajadoras, nos hemos unido para declarar el inicio de una vigilia permanente por la vida y la paz, y solicitar el amparo de la Iglesia Católica bajo la figura del Asilo Eclesiástico, ante el inminente riesgo en el que se encuentra la vida e integridad de las y los luchadores sociales en nuestro país.

Hemos venido a la iglesia, a la calle y a la plaza, a denunciar la continuidad de un proceso de exterminio político. En los últimos meses no ha pasado una semana en que las lágrimas, la rabia y la impotencia no nos ronden; la violencia estatal y paramilitar silencia con sus balas la palabra disidente, pretende encarcelar las ideas y los sueños, amenaza nuestro futuro colectivo y la persistencia de la lucha por mejores condiciones de vida para nuestras comunidades.

Estamos aquí porque somos las madres, las hijas, hermanas, amigas y compañeras de 112 hombres y mujeres de nuestro Movimiento Político y Social Marcha Patriótica, cuyas vidas nos fueron arrebatadas por quienes pretenden minar con la guerra el camino de Paz y la reconciliación que viene transitando el pueblo colombiano.

Hoy somos cientos de Mujeres encarnando los ideales de Maricela Tombé, William Castillo, Klaus Zapata, Wilmer Moreno, Alexander Oime, Sharon Dariana, Hernando Pérez, ellos y ellas que quizá para la prensa son desconocidos, son semilla y corazón de las luchas de nuestro pueblo. Reafirmamos las palabras del Papa Francisco I.: “Para conseguir la Paz se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra”, y nosotras estamos llenas de valor para defender y construir la Colombia en Paz con Justicia Social que ellos y ellas soñaron. Nuestro llamado desde esta Vigilia Permanente es por la vida de las y los luchadores sociales y por la libertad de los más de 300 prisioneros y prisioneras políticas, integrantes de nuestro movimiento que han sido encarcelados a partir de montajes judiciales, por pensar diferente, por organizarse y construir un nuevo mañana.

Amparadas bajo la figura de Asilo Eclesiástico ante el grave riesgo que corren nuestras vidas, solicitamos a la Iglesia Católica a través de la Conferencia Episcopal establecer un diálogo con nosotras que permita:

—Brindar garantías para el desarrollo de nuestra vigilia permanente por la vida y por la paz.

—Interceder desde la Conferencia Episcopal de Colombia ante el gobierno nacional frente a nuestras solicitudes de garantías reales para el ejercicio de la oposición política en Colombia.

—Establecer un diálogo con nosotras en vía de aportar a la concreción de la veeduría nacional e internacional frente a las violaciones a los Derechos Humanos.

—Ampararnos bajo la figura de Asilo Eclesiástico ante el grave riesgo que corren nuestras vidas, representado en la actual situación de persecución a la que nos vemos sometidas.

—Coadyuvar en la gestión de solicitud de una audiencia con el Papa Francisco I, con el propósito de elevar ante el vaticano una denuncia formal por la situación manifiesta.

—Pronunciarse desde la Conferencia Episcopal de Colombia frente al contexto nacional de violencia sociopolítica.

Al Estado Colombiano:

—La presencia del Presidente de la República Juan Manuel Santos Calderón, para que directamente exprese las garantías que su gobierno está dispuesto a brindar a la oposición política en Colombia y se brinden respuestas institucionales, por los hechos recientes que evidencian una grave crisis en materia de Derechos Humanos del Movimiento Social y Popular.

—Priorizar las investigaciones y establecer la competencia de Fiscales especializados en Derechos Humanos sobre los diversos casos de violación a los DDHH contra miembros del Movimiento Social y Popular, en especial los 112 casos de asesinatos de integrantes de la Marcha Patriótica que conduzcan a clarificar los hechos y a individualizar responsables.

—Establecer un espacio de interlocución con los Ministerios del Interior y de Justicia para la inmediata revisión de los más de 300 casos de procesos judiciales adelantados en contra de miembros de la Marcha Patriótica.

—Implementar un plan para el desmonte del paramilitarismo, como compromiso irrestricto del Gobierno colombiano.

A las delegaciones de paz del gobierno nacional y de las FARC – EP:

—Generar un espacio de encuentro entre las delegaciones de paz y las organizaciones Defensoras de Derechos Humanos.

—Generar una estrategia eficaz, eficiente y pronta para dar respuesta a la reestructuración del paramilitarismo en diversas regiones del país.

—Impulsar desde la Mesa de Diálogos de La Habana en desarrollo del Acuerdo parcial sobre víctimas y compromiso sobre derechos humanos, la conformación de una mesa de garantías de no repetición que tenga como tarea el conformar una veeduría nacional e internacional frente a las violaciones a los Derechos Humanos del Movimiento Social y Popular.

Desde esta vigilia permanente por la vida y la paz exhortamos al gobierno nacional, a la Procuraduría General de la Nación, a las instituciones de justicia, a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, y los demás organismos de Derechos Humanos nacionales e internacionales, al Movimiento de Mujeres, a la Cumbre Nacional de Mujeres y Paz, a la iniciativa de Un Millón de Mujeres de Paz, a los partidos, movimientos y organizaciones políticas, a los países garantes del proceso de diálogo que se desarrolla en La Habana y a la sociedad en general, a que evitemos un genocidio más que nos cuestione como civilización.

¡Nunca más la impunidad y la muerte! ¡Sólo la vida digna, con justicia social nos reconcilia! ¡Que se callen los fusiles para que hablen las mujeres y los pueblos a favor de la paz!

WebSur

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