jueves, marzo 28, 2024
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Mirador: El cinismo oficial

Carlos A. Lozano Guillén

El país está inmerso en un conflicto social de hondas repercusiones por la grave crisis acumulada a lo largo de la historia de políticas plutocráticas, con retroalimentación en el gobierno actual de Juan Manuel Santos, que insiste en el fracasado modelo de acumulación capitalista del libre mercado neoliberal, apuntalando medidas proteccionistas del capital nacional y transnacional y de los nefastos tratados de libre comercio.

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Son medidas que afectan de manera particular al sector agrario, con una deuda histórica del Estado que nunca lo ha atendido con seriedad, dejándolo al vaivén de las medidas aperturistas y de la globalización neoliberal. El Estado burgués nunca aceptó abrir la puerta a una reforma agraria democrática, se negó a tocar la estructura injusta de la tenencia de la tierra de exagerada concentración de la propiedad y mucho menos favoreció la modernización del campo y del uso de la tierra para permitir la soberanía alimentaria y cerrar la brecha entre el campo y la ciudad. Son causas del conflicto social, político y armado.

El calificativo de “deuda histórica” fue aceptado por tirios y troyanos en el momento de la explosión popular del paro agrario y popular aún no resuelto por el Gobierno, que quiso imponer un “pacto agrario” de componendas entre gobierno, empresarios, ganaderos y latifundistas, precisamente los grandes responsables de la mencionada “deuda histórica”.

Sin embargo, llama la atención que en pleno desarrollo del conflicto social agrario, que dejó una docena de muertos, centenares de heridos y otro tanto de encarcelados, el DANE aparece con un cínico informe en que registra que la economía creció en el segundo trimestre del presente año en 4.2% y la agricultura y el sector pecuario al 7.6%. Según la estadística oficial es el sector agrario, en crisis y causa de la ola de protestas sin precedentes en muchos años, el que está jalonando el crecimiento económico. Equivale a decir que la deuda histórica no existe.

Decir que el crecimiento se debe a la agricultura y a la construcción de vivienda, entre otros factores, es tergiversar la realidad. El mismo día en que apareció el demagógico informe se conoció otro que detalla el encarecimiento de la construcción y el difícil acceso a la vivienda. Y no es el pobre proyecto de las cien mil viviendas para los sectores populares el que dinamizará la economía, más bien llenará los ambiciosos bolsillos de los urbanizadores privados, en especial del señor Luis Carlos Sarmiento Angulo, beneficiario de numerosos proyectos oficiales.

El crecimiento económico en Colombia nunca beneficia a los sectores sociales más vulnerables y olvidados del sistema, bien se sabe que aumenta las utilidades de los grupos económicos y de los poderosos. Pura campaña publicitaria y reeleccionista.

carloslozanogui@etb.net.co

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