Más de siete mil marchantes llegaron a Cali para exigir la defensa de la vida, rechazar las masacres y el desgobierno e indolencia de Iván Duque
Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino
La Minga Social y Comunitaria del Suroccidente Colombiano por la Defensa de la Vida el Territorio la Democracia y la Paz que desde la semana pasada se moviliza principalmente en los departamentos de Cauca y Valle del Cauca, ha manifestado que tiene tres objetivos principales: Un rechazo público a la continuidad de la violencia sociopolítica contra pueblos y comunidades, es decir, los homicidios, masacres, atentados, amenazas, desapariciones y desplazamientos forzados, cometidos contra personas, líderes sociales, defensoras de derechos humanos. Asimismo, contra la brutalidad policial en las protestas.
En segundo lugar, se oponen a la política económica y social, y a la política minero-energética del Gobierno nacional porque atenta contra la vida y pervivencia de pueblos y comunidades.
Y, exigen un camino seguro para la paz y garantías para el cuidado y protección de la vida, los ecosistemas, la integridad y seguridad de las y los ciudadanos. Por lo anterior, su lema ha sido la defensa de la vida, el territorio, la paz y la democracia. La Minga va mucho más allá de las organizaciones indígenas, pues esta vez participan organizaciones campesinas de 19 municipios, Fensuagro, Marcha Patriótica, el Congreso de los Pueblos, el Partido Comunista, Juventud Rebelde, redes de derechos humanos, organizaciones estudiantiles universitarias del Valle y el Cauca, y organizaciones indígenas como el Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, entre otras.
La historia se repite
El 12 de octubre, alrededor de siete mil manifestantes de las organizaciones integrantes de la minga arribaron en caravana a Cali donde sus representantes se reunieron con una delegación del Gobierno nacional. No obstante, habían advertido que si el mismo presidente de la República no los escuchaba para dar un debate político marcharían hacia Bogotá.
Justamente el día de la movilización, fue la fecha que el dirigente indígena Ermes Pete Vivas, consejero mayor Cric, calificó como el día de la resistencia: “Es el día en que se colonizó a nuestra gente, es un día que no podemos olvidar las masacres físicas y culturales que hicieron”.
Para intimidarlos, el Gobierno militarizó la vía Panamericana, aseguró que estaban infiltrados por grupos armados ilegales y desde un helicóptero militar les dijeron que al movilizarse de manera masiva corrían peligro de contagiarse con el covid-19.
Dirigentes de la Minga Social respondieron asegurando que el asunto de la pandemia no ha sido atendido de manera efectiva por parte del Gobierno nacional y pidieron pruebas de infiltraciones de grupos armados. Aseguraron que son los mismos señalamientos que les han hecho desde hace muchos años para estigmatizarlos, tratar de ilegitimar sus exigencias y justificar la violencia contra ellos. “Han querido justificar las masacres con señalamientos y estigmatizaciones contra los campesinos, afros, indígenas y todos quienes vivimos en el campo”, comentó el consejero mayor del Cric.
En el mismo sentido, la consejera mayor Aída Quilcué responsabilizó al Gobierno nacional de la violencia que vive el departamento del Cauca con el regreso del paramilitarismo y por los crímenes de la Fuerza Pública.
El líder indígena agregó: “Lo que ahora pedimos es paz porque, aunque no soy santista, en ese gobierno se vivió en tranquilidad en los territorios, pero apenas llegó este gobierno y empezó el desmonte del acuerdo de paz nos llevó a masacres y violencia que vive el departamento del Cauca”.
Sin reivindicaciones
La novedad en esta movilización es que no son los más de mil incumplimientos gubernamentales con los indígenas los que los motivaron. “Los ejes de la movilización son el derecho a la vida, en el que se le exige al Gobierno el reconocimiento del paramilitarismo y su compromiso para combatirlo, la doctrina militar y policial, garantía para la vida, que paren las masacres y los genocidios. Pero también reforma agraria, el extractivismo minero, el derecho a la territorialidad tanto en lo urbano y lo rural”, explicó a VOZ Luis Eduardo Bravo del Proceso de Unidad Popular del Sur Occidente Colombiano, Pupsoc, que agrupa a más de 90 organizaciones populares.
“Lo que queremos es dar el debate con el presidente de la República frente a cuatro temas: vida, territorio, democracia y paz. Esperamos que venga porque estamos cansados de hablar con ministros y consejeros, el debate es con el presidente como jefe de Estado”, argumentó Ermes Pete Vivas al momento de arribar a Cali y cuando confirmaba vía telefónica una reunión con delegados del Gobierno nacional que contó con participación de altos consejeros presidenciales y los ministros, excepto el de Defensa.
En esta, realizada en horas de la tarde del pasado lunes, los ministros se mostraron extrañados con la movilización porque el Gobierno ha estado cumpliendo con todos los compromisos.
Democracia real
En cuanto al tema de la democracia, los manifestantes piden garantías para la protesta social, los derechos económicos, culturales y ambientales, participación social y política que incluyen consultas previas y reconocimientos al campesinado como sujeto de derechos.
Acerca de la paz, la Minga Social solicita el cumplimiento e implementación del Acuerdo de La Habana realizado con las FARC y continuidad a los diálogos con el ELN.
Al no tener reivindicaciones puntuales, la Minga en carta dirigida al primer mandatario de los colombianos el pasado 6 de octubre, le recuerda que en 2019 él había adquirido el compromiso de dialogar con ellos en el municipio de Caldono, y aunque llegó hasta allá no se reunió con la población que lo esperaba.
De la misma manera, expresan: “Igualmente como integrantes del paro nacional iniciado el año pasado, hemos estado a la espera de respuestas ciertas al pliego nacional presentado ante su Gobierno, pero no hemos visto más que desconocimiento y displicencia ante todos quienes nos movilizamos, como lo ocurrido con el movimiento universitario en el 2018, quienes defendían en la calle el derecho a la educación, exigiendo mayor presupuesto”.
En la misiva agregan que se quedaron esperando las disculpas del ministro de Defensa por los excesos de la fuerza pública con lo que se pretende normalizar la violencia estatal, argumentos suficientes para pedir la renuncia de Carlos Holmes Trujillo.
Al cierre de esta edición de VOZ, las diferentes organizaciones en Minga no sabían si irían a Bogotá para estar en el paro nacional del 21 o si participarían desde diferentes ciudades haciendo audiencias públicas, todo dependía de sí los atendía directamente Iván Duque.
“La idea es discutir directamente con Duque acerca de los puntos y diferencias políticas que se tienen con su Gobierno y si eso no pasa, la idea de varias organizaciones es continuar hacia Bogotá con escalas en varias ciudades en las que se socialice y se convoquen a otras organizaciones para sumar y oponernos a la política de segregación y violencia”, concluyó Ermes Pete Vivas.
Sin embargo, también había propuestas de realizar acciones de movilización y bloqueo de vías en la región.
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