Vulneraciones y violaciones de los derechos humanos y fundamentales contra líderes sociales y campesinos del Putumayo por parte de miembros del Ejército Nacional de Colombia. Decomisados libros y propaganda de la candidata presidencial Clara López y su fórmula vicepresidencia Aída Avella
Equipo Jurídico CPDH
El domingo 18 de mayo del 2014, sobre las 9:30 am en la vereda La Alea, tropas del Ejército Nacional adscritas al Batallón de Selva Nº 55 Óscar Giraldo del municipio de Puerto Asís y al mando del capitán Murcia, perteneciente a la Brigada de Selva 27 del Putumayo, hacen parar las motos en las que se dirigía Fabio Andrés Bastidas, representante legal de la organización Corpodepaz, junto con otros líderes sociales, campesinos y políticos a fin de asistir a una reunión con las comunidades y organizaciones de la zona para continuar con el trabajo para unificar criterios sobre la problemática generada en la región por la presencia de empresas explotadoras de petróleo.
Los militares, que tenían un retén improvisado, pues no estaba plenamente identificado, les exigieron a los líderes una requisa y los documentos de identidad.
Simultáneamente otro soldado los filmaba con su BlackBerry, luego requisan los bolsos y percatándose de lo que Fabio Andrés Bastidas llevaba, el capitán Murcia ordena que se separe a Bastidas del resto de los líderes, argumentando que tenía que verificar antecedentes y lo separaba del grupo porque se le había agotado la batería del radio, donde retuvieron a Fabio Andrés por más de una hora, lapso en el que indagaron insistentemente por la cantidad de libros que portaba, manifestando que era literatura prohibida, sin interesarles que la venta de libros es el medio de sustento económico de Andrés Bastidas. Pese a lo manifestado por el líder continuaron con las estigmatizaciones y realizando calumnias e injurias de su actuar como líder social y campesino.
El capitán Murcia, el teniente Pinilla y otro alto mando que se encontraba en la base, amenazaron con detenerlos por más de 72 horas “si no colaboraban”, si era claro que los líderes en ningún momento se opusieron a las requisas y solicitudes de los uniformados.
Posteriormente, al líder Mauricio lo ingresaron a la base militar, con el propósito de revisar el portátil que él portaba. Los líderes sindicales les expresaron y manifestaron que ese actuar era ilegal, pues eso lo podían hacer con una orden judicial, a lo que contestaron que suficiente con lo que ha venido haciendo el presidente Santos de darles tantos beneficios a la guerrilla, a lo cual los líderes les manifestaron que el presidente era su máximo jefe y que las acciones de ellos obedecían a órdenes emanadas desde él. Indignado respondió que ese no era ningún jefe de ellos.
Posteriormente procedieron a decomisar todos los libros que llevaba los líderes, los separadores y el catálogo de Ocean Sur 2013, así como la propaganda de libertad a los prisioneros políticos (postales, plegables y calcomanías), dos cartillas de Marcha Patriótica, manuales ilustrados de Defensa Popular y una cartilla de las 100 propuestas en La Habana. Pero además, fue decomisada la propaganda electoral de la campaña Clara López presidenta, Aída Avella vicepresidenta (un tarjetón y dos plegables con la propuesta: acuerdo programático para la transformación de Colombia).
Los líderes estuvieron detenidos por más de cinco horas de manera arbitraria e ilegalmente. Cabe señalar que también se vieron afectados los cuatro transportadores informales (mototaxistas) que transportaban a los líderes, pues a ellos también se les retuvo sus documentos, por tanto no pudieron regresar al casco urbano del municipio para seguir desarrollando su labor.
