Valentina Rodríguez
Hemos escuchado y leído tanto acerca de la persecución y los asesinatos a los que están siendo sometidos hombres y mujeres que han entregado sus vidas a la lucha por los territorios, por los derechos humanos, por la paz; tanto, que parecieran pasar desapercibidos. De una forma extraña e injusta normalizamos la violencia y la muerte, llevamos una cuenta que crece a la par con la indiferencia y la poca voluntad del gobierno de salvaguardar sus vidas.
“Por cada líder social, mil voces más” es una campaña que se viene adelantando desde iniciativas juveniles, con diseños creados por Luisa Fernanda Trujillo integrante del Comité por la defensa del territorio, que busca visibilizar la complejidad de la situación que viven los líderes y lideresas sociales en Colombia.
Esta campaña se impulsó en el tribunal de la III Brigada Internacional Juvenil por la Paz de Colombia, espacio testigo de denuncias realizadas por las constantes violaciones a los derechos humanos de ambientalistas populares, estudiantes, maestros, líderes y lideresas sociales del territorio nacional. Este espacio contó con la presencia de una delegación internacional, jóvenes pertenecientes a países garantes del acuerdo de paz, quienes no dudaron en ponerse la pañoleta azul turquesa que acompaña esta campaña como símbolo de solidaridad y resistencia de un país que se niega seguir viendo cómo se acaban sus anhelos de paz.
En el marco de este proceso de visibilización de la problemática humanitaria, se organizó en Pereira, desde diferentes procesos juveniles y políticos, entre ellos el Comando Departamental Unitario, un escenario llamado La semana por la vida que incluyó las jornadas de estampado de pañoletas azul turquesa, conciertos en bares y parques de la ciudad y torneos de fútbol, dejando un fuerte mensaje de paz, donde una vez más la juventud puso el arte, la cultura y el deporte por encima del terror de las balas que asesinan sueños y procesos populares.
La realización de un acto simbólico que se nombró Me pongo en los zapatos de los líderes, se realizó en la Plaza de Bolívar donde finalizó con la movilización nacional del 26 de julio. Fue quizá uno de los espacios más impactantes para la ciudadanía de Pereira, puesto que se acomodaron alrededor de 700 pares de zapatos pintados por toda la plaza, dejando ver de manera más tangible la cantidad de seres humanos a los que se les ha asesinado.
Ver una plaza casi llena de zapatos y saber que aún no representan la totalidad de líderes y lideresas asesinados, recordó a las personas asistentes como este país sigue estando envuelto en una guerra que va en contra de todos los que con vehemencia defienden la paz. Serán mil voces las que fuertemente gritarán por la vida.